Los pilotos argentinos y la Fórmula 1 es un tema sensible por lo que genera la categoría reina en un país con tanta tradición por el automovilismo. Por la ausencia de un compatriota desde 2001 (el último fue Gastón Mazzacane), y porque luego, cada vez que apareció un joven con talento para llegar, no lo logró por falta de presupuesto. Fueron repetidas historias de amor sin finales felices. De corazones rotos. Pero ahora el ambiente tuerca vuelve a soñar por un chico de 18 años llamado Franco Colapinto cuya proyección debería tener como desenlace el gran circo. Está en la edad justa, ya fue campeón en Europa y tiene un entorno para plasmar ese objetivo. Infobae habló con este joven que genera la máxima ilusión.
Oriundo de la localidad bonaerense de Pilar, Franco nació el 27 de mayo de 2003 y a los 9 años arrancó su campaña karting por la influencia de su padre Aníbal, que corrió en el Speedway (motos sobre tierra) de Bahía Blanca y en el Turismo Nacional. “Logré dos Campeonatos Argentinos de Karting en 2016 y 2018. También competí en Europa con los karts donde fui piloto oficial de CRG (una de las fábricas de karting más importantes del mundo) y ahí debuté en autos de fórmula en el equipo Drivex School”, relata.
En 2019 Drivex School fue la base para la estructura de Fernando Alonso, el bicampeón de F1 en 2005/2006, que volvió este año a la Máxima con el equipo Alpine. “Alonso puso su equipo en la Fórmula 4 Española. Tuvo el apoyo de McLaren. Ellos querían a los mejores pilotos de Drivex School y por eso corrí allí. Logré el campeonato en mi primera participación. No pude tener mucha relación con Fernando porque él no fue a muchas carreras, pero aprendí mucho en las charlas que nos dio”, revela.
En la F4 Española logró 11 triunfos, 10 poles positions (mejor posición de largada) y 10 récords de vuelta en 21 carreras. Fue el mejor entre 20 pilotos y se consagró de forma anticipada. No tuvo ningún abandono. Su peor posición fue el 14° en una de las tres competencias en Aragón.
El estar ligado al equipo de Alonso empezó a producir expectativa en nuestro país. Su campaña se potenció por el título obtenido. Fue contactado por la estructura deportiva Toyota Gazoo Racing Argentina que lo apoyó para que corriera el mini torneo de la Toyota Racing Series en Nueva Zelanda. Fueron cinco fechas entre el 18 de enero y el 16 de febrero de 2020. Corrió con la escuadra Kiwi Motorsport, una de las más humildes de la especialidad. Sin conocer los circuitos sumó una victoria, una pole positions y dos récord de vuelta. Fue tercero en el certamen y resultó el mejor debutante entre una veintena de corredores.
En la promocional neozelandesa, con 16 años, compitió contra pilotos más grandes como el campeón, el brasileño Igor Fraga (21 años); o los integrantes de programas de equipos de F-1 tales el local Liam Lawson (18) y el japonés Yuki Tsunoda (19 años en ese momento y actual piloto de Alpha Tauri), ambos del Red Bull Junior Team y el brasileño Caio Collet (17), del Renault Sport Academy. Lograron títulos en esta categoría los actuales corredores de la Máxima, el canadiense Lance Stroll (hoy en Aston Martin), en 2015; y el inglés Lando Norris (ahora en McLaren), en 2016.
En las carreras de Nueva Zelanda se lució con maniobras al límite. Esas que contagiaron a los amantes del automovilismo. Por caso en la última carrera donde fue a la par durante seis curvas con el propio Collet a quien terminó superando.
Luego de su incursión por Oceanía, Franco regresó al país donde estuvo por una semana. Rindió matemáticas en su colegio secundario en el que cursó a la distancia su sexto y último año. Es que en 2019 se mudó a Madrid y hoy vive en Valencia. Su rutina se basa en “entrenar mucho y también practico en el simulador. Para dispersarme me gusta jugar al fútbol con mis amigos de acá, pero tranqui, sin exigirme mucho”.
Sus buenos resultados llegaron por su forma de manejo donde ataca todo el tiempo. Ahí está la clave de su talento: va al frente, tiene un carácter combativo, pero logra mantenerse en pista. El verbo especular no parece estar en su diccionario. Por eso se define como “un piloto agresivo y rápido para clasificar. En las clasificaciones saco lo mejor”. Destaca que “mis referentes son el inglés Lewis Hamilton y el neerlandés Max Verstappen”. Ambos pelean mano a mano el campeonato de la F1 en 2021.
Pero como suele ocurrir con los corredores argentinos que sueñan con llegar a la F1 la falta de apoyo económico se hizo sentir, aunque el talento del chico bonaerense fue considerado por una empresa europea que representa a pilotos, llamada Bullet Sports Management (con base en Inglaterra, manejada por los ex pilotos Nicolas Minassian y Jamie Campbell-Walter). “Mi carrera la maneja la empresa europea llamada Bullet Sports Management que se encarga de conseguir patrocinantes. Ellos están negociando dónde puedo correr”, comentó.
Colapinto sabe que para cualquier argentino es una complicación muy grande correr en el exterior. “La situación del país está muy difícil y por eso corro con patrocinantes extranjeros”, asegura. Más allá de los sponsors europeos que están bancando a este adolescente argentino, su entorno negoció a principios de 2020 con el gran patrocinante local cuando se habla de automovilismo, YPF, pero el tema no prosperó.
La efervescencia desatada a principios de 2020 se congeló por la pandemia de COVID-19, que obligó a la suspensión de los calendarios. Mientras tanto desde España se dedicó a terminar su colegio secundario. Cuando la actividad se reinició, con el equipo neerlandés MP Motorsport corrió en la Fórmula Renault Europea donde logró dos triunfos y terminó tercero en el campeonato.
Con la misma escudería este año debutó en la Fórmula Regional Europea, que usa autos similares a los de la Fórmula 3 Internacional, categoría que acompaña a la F1 en varios circuitos. En la segunda parte de la temporada pegó un salto de calidad y viene de hacer tres poles positions y récords de vuelta en carrera en fila y también logró dos triunfos, uno en el Red Bull Ring de Austria y el otro el pasado fin de semana en Valencia, España. Es sexto en el campeonato.
En 2021 también se estrenó en los Sport Prototipos y con la escuadra G-Drive Racing compite en el certamen Europeo de Endurance y en su primera vez en las 24 Horas de Le Mans, resultó séptimo en su clase (LMP2).
Para saber más detalles de su situación y su panorama, Infobae habló con su mánager, María Cartarineu Bullet. “Llegó a Europa hace cuatro años y nos deslumbró. Empezó en monoplazas y su talento es excepcional. Lo que pasa es que para llegar a la F1 con el talento solo no es suficiente”, cuenta la española.
“No hay ningún apoyo de la Argentina y todo el presupuesto lo conseguimos en Europa. Hace dos años, por medio de su padre, tuve contacto con gente de su país. Sería una maravilla que la Argentina pudiese tener con Franco una plataforma para poder llegar a la F1. Pero es ahora o nunca″, aseguró.
“Para 2022 estamos trabajando para que pueda estar en la Fórmula 3 Internacional (1,2 millones de dólares la temporada). Tenemos charlas con un equipo (no pudo dar precisiones). Estamos buscando inversores y hasta principios de noviembre tenemos tiempo de cerrar el tema”, informó.
“Igual lo que está muy avanzado es que pueda seguir con los Sport Prototipos y como hizo un año excelente, ya correría como piloto contratado”, aclaró.
Sobre si hay alguna chance de que Franco pueda dejar de correr con bandera argentina para facilitar el acceso a los sponsors europeos, reveló que “él quiere seguir corriendo con la licencia de su país. Aunque tiene también la nacionalidad italiana y hay una chance con un equipo de ese país para correr con F3, pero debería correr con bandera italiana”.
El grupo de trabajo de Franco se completa con dos personas muy importantes para Colapinto. Una es Lucas Benamo, quien es su entrenador. “Lucas es mi hermano de la vida y mi coach. Es amigo de mi papá a quien conoce de las carreras”, cuenta Franco. En diálogo con este medio, Benamo (ex piloto) afirmó que “lo conozco desde muy chico porque su padre era sponsor mío. Luego de arrancar con el karting, Aníbal me dio la posibilidad de acompañarlo y de hacerme cargo de su parte deportiva. Con su permiso quise que se suba cuanto antes a un coche de fórmula y con solo 12 años probó un auto de Fórmula 4 Uruguaya y con 13 hizo dos ensayos en un coche de la Fórmula 3 Brasileña (ex Sudamericana)”.
“Con 16 años demostró un talento que asombra. Los periodistas neozelandeses lo definieron como ‘un asesino con cara bebé’. Y es tal cual, fue muy agresivo en pistas muy angostas donde es muy difícil superar y corriéndole de igual a igual a pilotos más grandes y que algunos estaban en programas de equipos de F-1. Hizo una pretemporada muy fuerte en Nueva Zelanda y llamó la atención”, agregó Benamo, quien fue campeón de la Fórmula Renault Argentina en 2005.
El otro pilar de Franco es Gustavo Ruíz, su psicólogo deportivo, quien le permite “estar tranquilo y mantener los pies sobre la tierra. La F-1 es el sueño de cualquier piloto, pero él trabaja mucho conmigo para ir día a día y no perder el foco. Debo ir cumpliendo cada etapa”, confiesa Franco.
El nivel demostrado por Colapinto llevó a que otro argentino que corre en el exterior, Esteban Guerrieri (para 2011 tuvo un precontrato con el equipo Virgin de F-1, pero no se concretó por falta de dinero), actual piloto oficial de Honda en la Copa Mundial de Turismo de la FIA (WTCR por su sigla en inglés), lleve a plantear en su cuenta de Twitter que “lo digo ahora ya que siento ha llegado ese momento: hoy Argentina vuelve a contar con otra enorme oportunidad de desarrollar semejante talento como Franco Colapinto, para trabajar a largo plazo hacia la F-1. ¡Apoyemos!”.
Las palabras de Guerrieri transmiten el deseo de todo el ambiente fierrero. Que haya el apoyo suficiente para que esta tierra vuelva a tener un piloto en la Máxima y se corte una sequía que superó las dos décadas. Hoy Colapinto entusiasma e invita a soñar. Es una promesa que puede convertirse en una gran realidad. Está bien representado y acompañado en el exterior, pero hizo méritos para que reciba ayuda local. Es el protagonista de otra historia de amor entre un argentino y su meta de llegar a la F1. Ojalá que esta vez haya final feliz.
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