El mapa de las internas más feroces de las barras en el regreso del público a los estadios

El retorno de los hinchas tras un año y medio de veda por la pandemia abrió varios frentes de tormenta en el seno de las barras. De Independiente, Racing, Boca y River, al Ascenso: las guerras que las autoridades siguen desde cerca

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El video que anticipó la guerra en la barra de Independiente: la facción de Loquillo Rodríguez mofándose de sus adversarios

Vuelven los hinchas al fútbol argentino desde esta tarde, lo que es una noticia para celebrar. Pero al mismo tiempo, vuelven los barras. Y lo hacen, en la mayoría de los clubes, en medio de internas que preanuncian batallas. Algunas tremendas, que ya se estuvieron concretando en los últimos diez días, y otras por venir. Todo por quedarse con un negocio que esta vez promete ser aún más redituable por dos cuestiones: la limitación de aforo, lo que pondrá a precio por las nubes a los tickets de reventa o el alquiler de los carnets, y las campañas electorales para las elecciones de noviembre. Se sabe que quien detenta el paravalanchas es el que se queda con las pintadas callejeras, el traslado en micro de manifestantes y demás cuestiones partidarias.

Un rápido recorrido por las barras bravas de los equipos da una situación de descontrol. Esta tarde el primer partido con gente será el de San Telmo con Almagro por la Primera Nacional. Allí se verá si le pasan factura a Ricardo Cuello, alias Riki, por haber expuesto a la barra de San Telmo en la lucha por el control de la barra de Independiente. El histórico jefe Ramón Medina siempre se manejó con perfil bajo y podría hacer tronar el escarmiento. Eso es nada al lado del partido de mañana a la noche entre Belgrano y Riestra: como publicó Infobae, la barra Pirata está en medio de una batalla feroz por la tribuna entre su líder de siempre, Roberto el Loco Tito Ponce, y su ex secuaz, Germán el Gitano Minué, y Lucas Pavón. Hubo videos y mensajes amenazándose de muerte y está toda la seguridad de la Provincia alerta.

Ya volveremos al Ascenso, pero es tiempo de ver qué ocurre en la Primera División. En Independiente la fractura quedó expuesta esta semana entre la facción Somos Nosotros de César Loquillo Rodríguez y Los Dueños de Avellaneda, de Juani Lenczicki. El tiroteo en la sede del club del martes no terminó de definir quién se quedará con la popular, por lo que los nuevos capítulos amenazan con ser aún más violentos. En la vereda de enfrente las cosas no están para nada mejor: tras dos intensos tiroteos con heridos de bala, el grupo Los Pibes de Racing se hizo con la barra que estaba al mando hasta entonces de La Guardia Imperial. Los primeros se referencian en Leandro Paredes, habitante de Villa Corina y capo de la patota del sindicato Somu. Los segundos en José Repetto, hoy purgando prisión domiciliaria por un asalto a mano armada. Si bien la dirigencia, la política y la seguridad parecen haber puesto la ficha en el nuevo bando, los rivales mandan mensajes inquietantes sobre lo que vendrá. Y encima a Racing lo programaron este domingo por la noche.

De los grandes, Boca y River no escapan de sus internas. El Xeneize tiene a Rafael Di Zeo y Mauro Martín absolutamente en dominio de la Bombonera, lo que se reflejó durante toda la pandemia, ya que sus banderas colgaron de todo el estadio, incluido el sector de palcos. Pero el grupo disidente que tiene su núcleo en La Matanza y el Oeste y apostó por la caída de Angelici y la llegada de Ameal, quiere que esa apuesta se retribuya. Y están juntando los carnets para ir a la segunda bandeja que da al Riachuelo apenas Boca juegue de local. River tiene una parada clave este domingo: el Superclásico. Pero el club, al no permitir nuevos abonos a la Sívori y Centenario alta, restringió muchísimo la chance de que las barras se hagan presentes. De hecho, el Monumental fue el único estadio en el que ni siquiera hubo banderas durante la pandemia, algo que se repetirá en el Súper: ningún trapo de Los Borrachos del Tablón está autorizado. Igual, las dos facciones siguen peleando a full: una con Guillermo Caverna Godoy a la cabeza y 300 hombres en derecho de admisión (aseguran que hay 70 que no están en la lista y entrarán silbando bajito) y del otro lado la banda del Zapatero y el extinto Saviolita que, hasta donde Infobae sabe, no tiene ningún carnet habilitado para concurrir.

La barra de Fiorucci y el mensaje a La 23, la facción antagonista que hoy lidera la tribuna de Tigre
La barra de Fiorucci y el mensaje a La 23, la facción antagonista que hoy lidera la tribuna de Tigre

Del resto de los grandes, la Butteler de San Lorenzo y la José C. Paz de Huracán parecen tener más problemas con los hinchas comunes que entre la propia barra. En el Nuevo Gasómetro hay mucho hincha enojado con la dirigencia y la barra juega para el oficialismo, algo similar ocurre en el Ducó. En el caso de Vélez hay una incógnita grande: el nuevo jefe, Raulo, junto a su cúpula, están en derecho de admisión por la fiesta clandestina que armaron en Liniers durante la pandemia, por lo cual habrá que ver si alguien le disputa el liderazgo desde adentro o se avienen a seguir al líder que da órdenes desde afuera. Esta semana Raulo y su hermano estuvieron en la Villa Olímpica de la institución para dejarle en claro al plantel quién manda y además pedir dinero y vituallas.

También habrá que seguir de cerca lo que ocurra con la barra de Newell’s. La facción oficial apostó por el triunfo del oficialismo en las elecciones, pero ganó la oposición encabezada por Ignacio Astore y el martes pasado como corolario de una inspección de seguridad, el Gobierno descubrió el bunker de la barra y lo anuló. El grupo que apoyó a la oposición está a la espera ahora de ser los nuevos líderes, con Matías Pera a la cabeza. Lo cierto es que cada vez que se discutió un liderazgo, hubo crímenes. Llevan seis en los últimos años esta barra vinculada estrechamente a Los Monos. También a esa asociación delictiva está vinculada la barra de Central, pero Andrés Pillín Bracamonte no parece tener rival para seguir manejando el Gigante a su antojo.

Del resto de las de Primera División, la que más preocupa es la de Arsenal. La interna entre los dos grupos es feroz y el lunes pasado se tirotearon en la Villa Itatí dejando tres heridos de bala. De un lado está el grupo de Villa Argentina y, del otro, el autodenominado Los Pibes del Club. En ambos hay delincuentes con altísimo prontuario y que no tienen miramientos a la hora de definir sus cuestiones a los tiros. Arsenal por suerte esta fecha es visitante pero en la próxima…

En la Primera Nacional destaca también la interna de Tigre entre el grupo del histórico líder, hoy dejado de lado, el Negro Fiorucci; y la facción que domina ahora, La 23, de Marcelo Paulitti. Los primeros son de San Fernando, los segundos de Tigre y Virreyes. Lo cierto es que cruzaron amenazas tremendas por las redes sociales y la Aprevide sabe que ahí hay un conflicto potencial muy grande. También en Chicago hay temores: la barra apareció por el club diez días atrás robando la utilería y dejando mensajes amenazantes para los jugadores. Pero además, toda la cúpula está con derecho de admisión tras el enfrentamiento con armas blancas en el último partido antes del cierre por pandemia. Insólito, al Torito lo pusieron a jugar el martes a las 21.10. Un horario poco propicio para la paz. También habrá que estar atentos a la barra de Berazategui, que se agarraron a tiros en la puerta del estadio en el último partido de local y amenazan con ir por la revancha. Un panorama complicado para la vuelta del público que ojalá termine en paz por el bien de todo el fútbol argentino.

El momento en el que la Policía de Rosario irrumpe en la habitación que la barra de Newell's tenía en el estadio
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