Tiros, corridas y clima de tensión: los detalles del violento cruce entre las dos facciones de la barra de Berazategui y la policía

El último domingo, los dos grupos se enfrentaron en la previa del partido del Naranja frente a Central Córdoba de Rosario. Qué hay detrás de este nuevo hecho de violencia barrabrava

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El violento cruce entre las dos facciones de la barra de Berazategui y la intervención de la policía (Crédito: @romimedina1012)

Hace varias semanas que por los alrededores del estadio de Berazategui se vive un clima de tensión. Por el posible retorno de los hinchas al fútbol argentino y también por el negocio de las pintadas políticas para las elecciones de medio término de noviembre. Y lo que se temía que pasara, ocurrió: las dos facciones de la barra brava del Naranja, como le dicen al equipo de esa zona del Sur del Conurbano, se enfrentaron a tiros en la previa del partido frente a Central Córdoba de Rosario, en el mediodía del domingo. Sólo por milagro la Policía no reportó heridos de bala, o por lo menos ninguno se hizo atender en hospitales de la zona. Sí se recogieron varias vainas de un enfrentamiento que según los vecinos ya se venía gestando y es por eso que el comisario a cargo del lugar quedó en la picota y sería relevado por estas horas, dado que tenía orden de cercar todo el perímetro con efectivos desde dos horas antes de que empezara el partido, algo que evidentemente no ocurrió.

La barra de Berazategui tiene dos grupos muy definidos. Uno, el histórico, proviene de Villa España, a unas 15 cuadras de la cancha. Este bando quedó debilitado después del asesinato de su líder, Diego Kity Villa, en diciembre de 2014. Por este crimen terminaron con condenas de prisión de hasta 14 años sus rivales de la facción “La del Bueno”, que representan al barrio que está pegado al estadio. Lo más raro de aquel caso es que el propio abogado del club, Omar Daer, fue en un primer momento el abogado del jefe de esta facción, Daniel Fernández, alias Dani la Cuca.

El cruce entre las dos facciones de la barra de Berazategui se originó en la previa del partido frente a Central Córdoba de Rosario el domingo (Crédito: @romimedina1012)
El cruce entre las dos facciones de la barra de Berazategui se originó en la previa del partido frente a Central Córdoba de Rosario el domingo (Crédito: @romimedina1012)

Daer no es cualquier persona en el mundo del derecho: con muchísima presencia en Quilmes, fue abogado del ex presidente Carlos Menem, de funcionarios quilmeños partícipes de Hinchadas Unidas Argentinas, la ONG barra que se forjó durante el gobierno de Néstor Kirchner allá por 2009, y hasta su nombre como defensor apareció en la causa por el triple crimen de General Rodríguez vinculado a la efedrina, defendiendo a los hermanos Schillaci. De hecho su estudio defendió al ex presidente de Argentino de Quilmes y ex concejal de Florencio Varela, Daniel Zisuela, condenado a 13 años de prisión la semana pasada por promoción de la prostitución y corrupción de menores. Lo cierto es que la política y el sindicalismo están mezclados en el club Berazategui desde tiempos inmemoriales y el titular de la entidad es Roberto Mata Rodríguez, quien es además el secretario general del gremio mercantil en toda la zona y el mismísimo intendente, Juan José Mussi, apoyó su asunción integrándose como miembro del Tribunal de Honor.

En medio de todo este entramado es que ambas facciones de la barra volvieron a mostrar los dientes hace varios meses, cuando se disputaban la participación en las campañas electorales. Los de Villa España se aliaron con los de Villa Mitre, otro barrio cercano al estadio y empezaron a sumar gente. Los de El Bueno, con la ventaja que le da la localización de estar pegado a una de las entradas al estadio, también se hicieron fuertes. Si bien había una cierta división de trabajo sobre qué zona le correspondía a cada barrio para trabajar para la política, hubo límites que no se respetaron y eso forjó un in crescendo de tensión.

La policía tuvo que intervenir, aunque no se informaron detenidos (Crédito: @romimedina1012)
La policía tuvo que intervenir, aunque no se informaron detenidos (Crédito: @romimedina1012)

A eso se suma la posible vuelta del público para la segunda semana de octubre en el Ascenso (la primera semana se haría lo mismo en Primera). Y se sabe, quién maneja la tribuna negocia con el Municipio, la Policía y con los partidos políticos desde un lugar de poder. Por eso hace tiempo sonaban los clarines de guerra. A punto tal que la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte instruyó a la comisaría local para montar un operativo para que nada suceda, dadas las informaciones que venía recabando.

Pero esto no ocurrió: al mediodía, en la previa del encuentro, el grupo de Villa Mitre se adelantó y fue hasta el ingreso del barrio El Bueno. Y cuando intentaron ingresar al barrio la otra facción se les vino encima. Fueron unos minutos de desconcierto total, sin presencia policial y con disparos de ambos bandos. Cuando llegó la Bonaerense todavía había varios barras en la zona pero no se detuvo a ninguno. Es más, según la información oficial que maneja la UFI 3 a cargo de la fiscal Gabriela Mateos, las vainas servidas que quedaron en la zona fueron recogidas y acercadas por los propios vecinos, hartos de ver cómo los barras dirimen a los tiros en su barrio sus cuestiones internas.

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