Un robo y un velorio. Todo se produjo con apenas horas de distancia. Y puso a Nueva Chicago otra vez en el foco de atención por el accionar de sus barras. Pero ambos hechos están disociados. Uno fue en la madrugada del lunes y mostró la impunidad con la que se manejan los violentos en una institución con largos antecedentes en la materia. El otro fue la despedida de un hincha que era muy querido en Ciudad Oculta, que a pesar de su discapacidad motriz trabajaba en el barrio enseñando ajedrez a los chicos de la villa y que tuvo un velatorio muy popular tanto en la zona de la manzana 15 de ese conglomerado porteño como un paso por la puerta del estadio tal como había sido su último deseo según confían sus amigos. Pero vayamos por partes.
El primer suceso según la denuncia policial a la que accedió Infobae se produjo entre la noche del domingo electoral y la madrugada del lunes siguiente. Con intervención de la comisaría vecinal 9 y la fiscalía criminal 50 a cargo de Anselmo Castelli, el club denunció que el vestuario del plantel profesional fue violentado y robaron los botines de los jugadores y otros elementos por una suma aproximada a los 500.000 pesos. Y además que dejaron una nota intimidatoria para los futbolistas con varias amenazas firmadas por “Los pibes de la 32″, que es la facción de la barra de Nueva Chicago que tiene asiento en parte de Ciudad Oculta, en la zona del Mercado de Hacienda y también recluta gente de La Tablada y que regentea la tribuna de Mataderos desde que le ganó la interna al sector denominado La Bajadita, que también cuenta con gente de la Oculta y al mismo tiempo del barrio que está detrás del estadio, Los Perales.
De cualquier manera, nadie sabe a ciencia cierta si fue la facción oficial o una interna donde tratan de pasarle factura a éstos, dada la convulsión que hay por Mataderos por dos cuestiones: la primera, que por la pelea con armas blancas en pleno partido frente a Temperley que se dio el 16 de febrero de 2020, 64 barras acaban de ser incorporados al derecho de admisión a los estadios por el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad y teniendo en cuenta el proyecto de regreso de los hinchas a las canchas para el próximo mes, este grupo vería muy debilitado su intento de conservar el poder en la popular. Es más, hay muchos que piensan que la era de la familia Chana, que manejó a hierro y sangre la tribuna en el último lustro, está terminada. Y varios prevén que podría haber una pelea aún mayor por sucederlos. Este viernes por la tarde el Torito que marcha último en su grupo en el torneo de la Primera Nacional recibe a Gimnasia y Esgrima de Mendoza y ver qué banderas se cuelgan en la popular puede dar un indicio de lo que podría ocurrir.
Por otro lado, la fiscalía pidió declaraciones y también las cámaras de video con que cuenta el club, pero según la propia dirigencia de Chicago las imágenes no aportan muchos elementos para identificar a los delincuentes dado que estaban encapuchados y tapados con los barbijos correspondientes, más para ocultar su rostro que por una cuestión puramente sanitaria.
El otro hecho tuvo que ver con el velorio de Danilo Barreto, un chico que se crio en Ciudad Oculta, que tenía una discapacidad motriz y que era fanático de Chicago y muy conocido por todas las facciones de la barra, ya que era habitual concurrente a los partidos del equipo de Mataderos. Danilo era parte del Centro Recreativo Deportivo Villa 15 y del Instituto de Formación Villero donde colaboraba dando clases a otros chicos de esa zona carenciada de la ciudad. Muy querido en el barrio, su fallecimiento provocó un velorio masivo primero en la canchita de fútbol de su sector y que luego se trasladó hasta las puertas del estadio. Por este hecho hay una denuncia del Ministerio Público Fiscal para investigar si lo sucedido se enmarca dentro de una contravención, algo que en la propia Justicia parecerían por el momento descartar.
SEGUIR LEYENDO: