Desde que comenzó a arbitrar en el básquet, ese deporte que tanto ama, lo hizo con la ilusión de poder disfrutar de su carrera por muchos años y retirarse por lo menos a sus 50. Así lo contó Bianco Tedesco en una emotiva carta. Sin embargo, denunció que sufrió acoso sexual y hostigamiento y por ello con mucho dolor decidió retirarse del arbitraje. Expuso su caso en sus redes sociales y recibió el apoyo del ambiente, incluso la Confederación Argentina de Básquet.
Fue el viernes pasado cuando Bianca contó públicamente que optó por dejar su rol de árbitra luego de casi 13 años debido a los duros episodios que describió. Mostró su cansancio a una serie de abusos a los que quiere combatir y considera que desde afuera podrá hacerlo. Con su testimonio desató un trasfondo en el arbitraje argentino.
“Me eriza la piel recordar vivencias, mensajes, audios, situaciones de acoso sexual que naturalicé creyendo ‘está bien que esto suceda’ o ‘si quiero seguir dirigiendo voy a tener que soportarlo, no queda otra’. En realidad sí quedaba otra, pero era demasiado dolorosa la opción de reconocer lo que había vivido y aprender de eso para comunicarlo”, relató la estudiante de periodismo deportivo.
“Me robaron hasta las ganas, se apropiaron de mis sueños al dormir, también me despertaron de la tortuosa realidad de la que fui parte durante casi 13 años. Tenía pensado un retiro cerca de mis 50 años, por lo menos”, agregó. Ella decidió retirarse del arbitraje, al menos por ahora.
En su historia ella aclara que se tomó mucho tiempo para poder difundir lo que le estaba pasando y sintió que tuvo miedo a que fuese acusada junto a otras compañeras o efectuar esta clase de denuncias.
“Sentí miedo (mucho) por quedar expuesta a ser la quilombera, la atorranta, la puta, la torta resentida. También por quedarme sin mi mayor fuente de ingresos, pero, por sobre todo, por abandonar el barco de la pasión que me sostuvo desde el momento en que, con mis pocos 7 años, entré a un rectángulo de juego y jamás quise salir”, apuntó.
“Si hoy hablo es porque no puedo más. Porque mi salud mental pasó por estados que no son directamente proporcionales con la exigencia de mi trabajo, sino con el hostigamiento y acoso sexual que recibí en un ambiente netamente machista e injusto para quienes sólo quisimos trabajar y hacerlo bien”, subrayó.
Bianca primero recurrió a la agrupación “La Colectiva por la Equidad y Pluralidad en el Básquet”, donde recibió asesoramiento y ayuda. “Además, me comuniqué con la Secretaría de género de la Universidad de La Plata que es donde yo estudio y esa Secretaría enseguida activó el protocolo de violencia de género. Me pusieron a disposición una psicóloga, gratuita dado que estaba sin trabajo, me dedicaba al básquet y prácticamente ya no me genera ingresos”, contó en diálogo en Básquet Plus.
La denuncia de Bianca se hizo viral y por caso, en Instagram recibió más de 200 mensajes de apoyo y casi 5.000 likes. La gente la arropó y por eso decidió junto a sus abogadas, Melisa García y Paula Ojeda, judicializar la cuestión mediante una denuncia penal, como explicó también por sus redes sociales.
El tema explotó en el ambiente y hasta la Confederación Argentina de Básquet se solidarizó de forma pública. Incluso la entidad decidió “aplicar su protocolo interno tras la acusación de la árbitra y suspender de manera inmediata al denunciado, sin dejar de garantizar su derecho a defensa”, según indica en su comunicado.
Además, el organismo que rige este deporte informó que “fue notificada por la Secretaría de Deportes de la Nación de la existencia de una denuncia penal por acoso sexual en el arbitraje argentino”.
Ahora Bianca espera las novedades que puedan llegar desde la Justicia y de momento ver cómo continúa y si analizará retornar al arbitraje en algún momento. El primer paso lo dio con su denuncia.
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