Robos a mano armada, escruches, narcotráfico y tomas de tierras. Si uno se pregunta qué hacen los barras para subsistir mientras el negocio del fútbol está paralizado por la falta de público, las investigaciones judiciales y policiales entregan un cuadro perfecto. En un mismo día cayeron el jefe de La Guardia Imperial, la barra de Racing, por liderar una banda de ladrones en la zona norte del Conurbano bonaerense, un grupo de la facción Las Torres de Madero de la barra de Chicago, en una investigación que llevaba por título en la Justicia “La de Chicago” para desmembrar a un grupo de delincuentes de la modalidad escruche (esto es el robo de viviendas cuando no están sus moradores); y también terminaron tras las rejas tres altos mandos de la barra de San Telmo en una causa federal por narcotráfico que lleva adelante el juez Luis Armella. Y como si fuera poco, en la toma de tierras en Barracas pegado a las vías del Ferrocarril Belgrano Sur, la investigación apuntó a que todo comenzó con la intervención de la barra de Barracas Central, el equipo del Chiqui Tapia, el presidente de la AFA, montados sobre una necesidad real de viviendas para la gente de la zona. Un día, cuatro barras, muchos delitos. Una pintura de nuestra Argentina.
El primero en caer fue José Francisco Repetto, alias Josi, líder de La Guardia Imperial desde 2018 y cuyo poder cayó recientemente en la lucha interna contra la facción de Villa Corina llamada Los Pibes de Racing y liderada por Leandro Paredes, mano de obra del sindicato Somu, y Enrique Rulet, alias el boxeador, y condenado en diciembre de 2016 a 12 años de prisión por el crimen del periodista partidario Nicolás Pacheco y que está libre a la espera de su confirmación de pena por la Corte Suprema que se toma, por lo visto, todo el tiempo que quiere mientras los familiares reclaman justicia.
El famoso Josi fue apresado por robo calificado en poblado y en banda por un escruche en una vivienda de Vicente López. Las cámaras de seguridad tomaron a los ladrones llegando y huyendo en un lujoso auto de la marca Jeep que al ser detenido tenía por conductor al jefe de la barra, quien por otro lado estaba purgando una pena en libertad condicional por otro delito y había terminado poco tiempo atrás una prisión domiciliaria. En el mundo barra se sabe que cuando alguien pierde el poder de la tribuna, como le pasó a Repetto tres semanas atrás, pierde también la impunidad. Este botón vale de muestra.
El segundo en caer fue el “Zurdo” Alberto Barrios, que tiene ascendencia en el grupo Villa Madero de la barra de Chicago, cuyo búnker estaba ubicado en las torres de General Paz y la avenida Vélez Sarsfield. Su facción venía siendo investigada desde mayo de este año por robos en la modalidad de escruche en La Matanza y tras haber intervenido algunos teléfonos la Justicia aprobó los allanamientos del caso titulado “Los de Chicago”. Junto a él fueron detenidos otros tres delincuentes, uno de ellos llamado Iván Bucalo, que según la investigación tendría peso en el mundo del fútbol de salón. En la barra sobre el Zurdo dicen que jamás llegó a ninguna posición de poder porque “era más transa que cabeza de negocio de cancha”. En el allanamiento no sólo le secuestraron muchísimos elementos electrónicos que se presumen robados y también lo sindican como el líder del grupo y el encargado de reducir los botines, sino que también le descubrieron una plantación de marihuana para comercialización, por lo que a la causa por robo en poblado y en banda se le sumó también una de narcotráfico.
El día parecía que no podía entregar más novedades hasta que la Prefectura dio con una banda de narcotraficantes que venía siendo investigada por el juez federal de Quilmes, Luis Armella, desde 2019: se la acusaba de comercializar drogas a escala en la zona Sur de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense. Hubo diez órdenes de allanamiento y además de secuestrar cocaína, balanzas, autos de alta gama (entre ellos un Audi, un BMW y una Sportage) más una suma importante en dólares, pesos y reales, hubo siete detenidos de los cuales tres, oh sorpresa, tienen mucha incidencia en la barra de San Telmo como el Tanque Miguel Villalba, Yamil Lombardi y el Cabezón Salas. La barra de San Telmo, al igual que la de Dock Sud, ha sido objeto de múltiples investigaciones por delitos vinculados al narcomenudeo en los últimos años. Por último, el informe sobre la toma de terrenos en Barracas arrojó un dato llamativo para las autoridades, pero no tanto para quienes vienen siguiendo la actividad de los barrabravas en pandemia: que detrás del impulso inicial estuvieron los jefes de la barra de Barracas Central, que lidera su zona en la Primera Nacional. El terreno tomado conocido como Tierra Amarilla es propiedad de Ferrocarriles Argentinos y está pegado a la villa 21 24 y muy cerca de la cancha de Huracán. Los ocupantes son gente con reales problemas de vivienda de la villa, pero según la investigación quienes empujaron la toma son barras cuyo objetivo sería lotear y después alquilar, que estuvieron el primer día de la toma y después, cuando ésta tomó estado público, se retiraron, intentando hacer lo mismo que siempre: montarse a una necesidad concreta de gente humilde para sacar una tajada política y económica que los sostenga en su pirámide de poder.
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