Hace poco menos de un año, la relación entre los hermanos Romero y San Lorenzo se tensó más que nunca cuando en un entrenamiento Ángel le pegó una brutal patada al juvenil Andrés Herrera, quien terminó con una fractura infrasindesmal del peroné izquierdo, hecho que no sólo lo dejó varios meses sin acción, sino que además le truncó una transferencia al fútbol brasileño.
El clima de enojo se aflojó un poco luego de que el delantero y su hermano Oscar visitaran al lateral en su casa para ofrecerle disculpas, que fueron aceptadas por el Yacaré. Sin embargo, aquel golpe encendió la interna en el grupo contra los paraguayos y la relación con varios de los referentes, entre ellos el arquero Fernando Monetti, ya no tuvo vuelta atrás. De hecho, el guardametas, furioso por la patada, intentó hacer “justicia por mano propia”. El cuerpo técnico que entonces encabezaba Mariano Soso lo relegó un par de días de las prácticas y luego se reintegró. Mucho se habló de la jugada, pero no había trascendido públicamente. Sólo algunos de los testigos y circunstanciales observadores, como el ex defensor Sebastián Domínguez, emitieron opinión.
Pues bien, apenas horas después de que los Romero rescindieran su vínculo con la institución azulgrana, se filtró aquel video. En la acción se puede observar que el punta persigue a Herrera, quien se proyecta por la banda derecha y, sin margen para quitarle el balón o darle alcance, le lanza una patada desde atrás que lo derriba y lesiona. La curiosidad: el marcador de punta era uno de los hombres con los que mejor empatía tenía el ex Corinthians dentro de la plantilla.
En el momento de la polémica, el video se subió a la nube en la que el cuerpo técnico dejaba las imágenes a disposición de los futbolistas, con el entrenamiento completo, ejercicios, o jugadas a repasar. Ante la controversia generada y por el temor de que se filtrara a la prensa, fue borrado.
Pero la filmación quedó dando vueltas en algún teléfono móvil desde donde fue descargado. Y se terminó filtrando en un momento sensible: justo cuando el vínculo entre los talentosos guaraníes se rompió. Este sábado, San Lorenzo anunció la ruptura del contrato con los Romero, que finalizaba a mediados de 2022.
“La medida se basó en el cuidado del patrimonio de la institución, en la búsqueda de continuar reduciendo el déficit operativo y lograr, gracias a este importantísimo ahorro de erogación mensual, imposible de afrontar en la economía actual del Club y del Fútbol Argentino en general, cumplir con el Fair Play Financiero implementado por la LPF. Asimismo, se trata de una determinación que se encuentra en sintonía con la nueva estrategia deportiva del CASLA, la cual consiste en darles prioridad y continuidad a los futbolistas surgidos de las Divisiones Inferiores”, justificó el comunicado emitido desde Boedo.
Ángel y Oscar, de 29 años, vivieron un tránsito accidentado por San Lorenzo desde su arribo, en 2019. Más allá de haber ofrecido varias buenas presentaciones, tuvieron varios cruces con entrenadores y compañeros, que tomaron estado público. Por ejemplo, protagonizaron roces con el ex DT Diego Monarriz, vaivenes con Diego Dabove, e Ignacio Piatti, antes de abandonar San Lorenzo para incorporarse a Racing, fue lapidario al describir sus actitudes.
La explosiva carta que publicaron el pasado 24 de agosto, en la que desmintieron a la dirigencia y aseguraron que en realidad les pidieron negociar su salida por la “calamitosa” situación económica del club (denunciaron que les debían cinco meses de haberes) resultó el quiebre definitivo.
“Con la tristeza propia de un fin de ciclo, rico en experiencias, positivas y negativas, con el orgullo de haber vestido esta camiseta, con la tranquilidad de haber dado todo, con un abrazo de gol para cada hincha, con el corazón agradecido por el apoyo irrestricto y con el deseo de que muy pronto el club se vuelva a abrazar a la gloria. ¡Hasta siempre, Ciclón”, escribieron los Romero en su cuenta de Twitter, en un mensaje de despedida que ahora se ve teñido por la aparición de un video que continuará abonando a la polémica.
SEGUIR LEYENDO.