Forma parte de una raza en extinción, como lo es el enganche, pero Aaron Molinas se resiste y da pelea con su derecha elegante, precisión en los pases y pausas en los momentos indicados. Empezó a marcar diferencias desde su debut en la Primera de Boca Juniors y este miércoles tuvo una notable actuación en la victoria 3-1 frente a Platense. El juvenil tiene 21 años y tras un paso por River Plate hace una década llegó al club xeneize.
Nació el 2 de agosto de 2000 en Lomas del Mirador, localidad del oeste del conurbano bonaerense donde hizo sus primeras armas en clubes de barrio donde el baby fútbol es una religión como Flecha de Oro y Club Social y Deportivo Estrella. El cuidado de la pelota y toque rápido es algo que se inculca desde muy chico y Aaron aprendió rápido.
Más tarde se probó en Vélez y estuvo un tiempo en River Plate, donde quedó libre, pero lejos de desanimarse siguió intentando y se ganó un lugar en Boca Juniors. Pasó por diferentes posiciones del campo de juego, incluido el lateral derecho, pero su mayor virtud siempre fue la creación de juego, por lo que se formó como un enganche.
“Al principio me costó un poco adaptarme a la exigencia, pero siempre me sentí muy bien. Estoy muy contento”, contó en una entrevista en 2020. “Soy un jugador más de pausa, visión de juego. Un jugador técnico, de creación, un generador de juego por así decirlo. No de los gambeteadores, sino de los que piensan, juegan más pausado”, agregó sobre su definición.
El pasado 2 de junio en la final del torneo de Reserva donde su equipo perdió con Sarmiento de Junín, tuvo su primer impacto en vivo y en directo con un caño que se viralizó y fue furor en las redes sociales porque muchos lo compararon con el que le hizo uno de sus ídolos, Juan Román Riquelme a Mario Yepes en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores el 24 de mayo de 2000, cuando Aaaron aún estaba en la panza de su madre.
Al momento de la comparación con Román, el chico fue muy respetuoso y afirmó que “Riquelme fue algo muy grande como para estar diciendo que ojalá pueda hacer algo de eso. Es una palabra enorme en Boca. No me gusta compararme. Fue un jugador muy grande en la historia del club y yo estoy arrancando mi carrera. Me falta mucho”.
Se destacó en las Inferiores de la entidad azul y oro y eso le valió convocatorias para las selecciones juveniles y hasta la posibilidad de ser sparring del equipo de mayores que jugó el Mundial de Rusia 2018. En aquella preparación, Aaron pudo darse el lujo de conocer a Lionel Messi y de jugar contra él, al menos en una práctica.
Al año siguiente, realizó su primera pretemporada con el plantel superior de la mano de Gustavo Alfaro y estuvo en la lista de la Copa Libertadores de 2019. Luego, Miguel Ángel Russo lo incluyó en la nómina para las ediciones de 2020 y 2021. En ese momento se ilusionó con jugar junto a su otro gran ídolo, Carlos Tevez.
Molinas debutó en la Primera el pasado 16 de julio ante Unión en Santa Fe, cuando aún estaba Russo como DT. El dato llamativo fue que siendo un enganche resultó el jugador que más pelotas recuperó para Boca Juniors en ese encuentro, 8. Ese día jugó 65 minutos, completó 26 pases, tuvo una precisión del 81 por ciento, una gambeta exitosa y sobre 6 duelos ganó en 2 oportunidades.
Ese día escribió en su cuenta de Instagram: “Muy feliz por mi debut en Boca Juniors y en Primera División. No fue con el resultado que nos hubiese gustado, pero esto sigue y hay que seguir trabajando, espero que sea el primero de muchos partidos más”. Y no se olvidó de quienes siempre estuvieron a su lado: “Y por último agradecer a la gente cercana y principalmente a la familia que estuvo y esta acompañándome en este proceso”.
Luego, entró apenas un minuto en la revancha contra Atlético Mineiro, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Más adelante, el mediocampista fue titular (disputando los 90 minutos) frente a Talleres y Argentinos. Después, en la derrota contra Estudiantes, en el último encuentro del ciclo de Russo, ingresó a poco del final.
El sábado pasado, en el triunfo ante Patronato por la mínima en La Bombonera, volvió a sumar minutos, ya de la mano de Sebastián Battaglia, que lo conoce mucho porque lo dirigió en la Reserva. Entró en el segundo tiempo y fue parte del gol del triunfo: le dio un gran pase a Exequiel Zeballos, quien le envió un centro preciso a Luis Vázquez para abrir el marcador.
Este miércoles Battaglia hizo más cambios en el once titular y se la jugó por el juvenil que no lo defraudó. Hizo un gran partido y sueña con tener continuidad. “Los chicos estamos agarrando confianza y sabemos lo que quiere Battaglia”, dijo después de su gran partido, en diálogo con TyC Sports. Es prematuro, pero su talento invita a soñar a los hinchas de Boca Juniors.
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