Luis Vázquez fue el héroe de Boca Juniors, en el debut de Sebastián Battaglia como entrenador de la primera división. El goleador de la Reserva que dirigió Seba pagó la titularidad que le dio el DT con el gol del triunfo ante Patronato de Paraná. “Soñé con esto desde que arranqué. Con este momento. Se lo hice a Patronato donde me crié de chico, por eso no lo grité”, reconoció el delantero de 20 años, que contribuyó para que el Xeneize pusiera fin a una racha de diez encuentros sin triunfos.
“Estoy contento por la victoria, por lo que hizo el equipo y por mi primer gol en Primera. Es un día soñado”, agregó Vázquez, de quien Patronato tiene todavía el 40% de la ficha. “Nos conocemos mucho, sabe que los centros me gustan así como el de hoy, medio ‘pinchadito’. El gol fue un pase de él y también me hace feliz”, agregó el delantero sobre la asistencia del Changuito Exequiel Zeballos, quien había ingresado pocos minutos antes. “Jugamos muchos partidos juntos y también con (Aarón) Molinas, que le tocó entrar y se vio que ya nos entendíamos de antes. Pero la verdad es que todo el equipo me dio la confianza para que pueda intentarlo y para que hiciera lo que sé hacer”, añadió el joven oriundo de Recreo, ciudad santafesina que se encuentra a 17 kilómetros de la capital.
La alegría fue total para la familia de Luis Vázquez y así lo hizo saber su mamá Rocío Cano, quien contó intimidades en diálogo con Súper Deportivo Radio por Radio Villa Trinidad. “Estamos felices y disfrutando su primer gol en primera división. Estuvimos todo el sábado nervioso, lo vivimos intensamente, pero teníamos la confianza que iba a ser su día. Antes del partido hablamos y el nos tranquilizaba a nosotros porque teníamos nervios de punta. Yo le dije que era su gran día para comenzar a marcar goles en Boca y él siempre nos decía: ¡Tranquilos, que se va a dar cuando se tenga que dar!”.
La madre de Vázquez también reconoció que rogaba por el ingreso de Chango Zeballos: “Cuando pasaban los minutos y las situaciones no llegaban y el gol tampoco, nosotros pedíamos y rogábamos que ingrese el Changuito Zeballos, porque los conocemos como juegan juntos. Cuando entró saltamos de alegría porque sabíamos que íba a tener su oportunidad, porque tira buenos centros y lo conoce muy bien a Luis. Cuando anotó, su padre quedó afónico, hasta hoy no puede hablar, je”.
Rocío también destacó a Battaglia por “darle la confianza que Luis necesitaba” y reveló los diálogos que tenía con su hijo sobre el día que llegue este momento. “Siempre le decía a Luis: una vez que conviertas tu primer gol, no vas a parar más. Él me decía ‘tranquila, mamá’. Después del partido nos dijo que nos amaba, que sentía que estaba con nosotros. No vemos la hora de poder ir a La Bombonera y que él nos vea ahí apoyándolo. Sería lo más lindo que nos podría pasar. Me hace acordar en algunos movimientos a Palermo. Luis tiene algunos movimientos más y maneja un poco más la pelota”, describió la mamá de Vázquez.
Por último, confesó la difícil infancia que tuvo Luis y los esfuerzos familiares que hicieron para que su hijo no abandonara sus sueños. “Desde los dos años siempre amó al fútbol. Él dormía con la pelota en sus brazos y con los botines puestos. Siempre fue hincha de Boca, él ama el fútbol. Hicimos esfuerzos inmensos por Luis. Siempre le decíamos que no abandone, porque se iba arrepentir toda la vida, mas allá que tenía que abandonar muchas cosas de la juventud. El mayor sacrificio que hicimos por Luis es no haber tenido para comer por usar esa plata para comprarle botines y pagarle la pensión en Patronato. Te digo hemos hecho muchos sacrificios para que vea la confianza que sus padres le tenían a él”, finalizó.
SEGUÍR LEYENDO: