Boca Juniors decidió cesantear al entrenador Miguel Ángel Russo, quien ni siquiera llegó a dirigir la práctica de esta mañana: pasó a saludar y a recoger sus efectos personales y se marchó, dejando a cargo del plantel a Sebastián Battaglia, quien conducirá al equipo al menos hasta diciembre. El Palomo tenía contrato vigente hasta diciembre, pero los malos resultados del Xeneize (ganó sólo un partido de los últimos 16 y está penúltimo en la Liga Profesional) y, sobre todo, el pobre rendimiento ofrecido en las últimas presentaciones llevó al Consejo de Fútbol encabezado por Riquelme a tomar la decisión de cortar el vínculo.
La determinación generó la grieta menos pensada: Horacio Pagani, admirador y principal defensor de Riquelme, lo criticó duramente. En el programa Líbero, por TyC Sports, el periodista cuestionó la gestión del ex enganche como dirigente a cargo del fútbol de Boca.
“Siento una profunda admiración por Riquelme. Es el jugador que mejor entendió el juego en los últimos 30 años. Pero Riquelme no está cumpliendo bien su rol de dirigente”, comenzó con su alocución. Si bien fue conteplativo en cuanto a que “necesita tiempo de aprendizaje”, el veterano analista subrayó que la forma de ser del 10 y de sus compañeros de Consejo conspira contra las posibilidades de conciliar y llegar a puntos de acuerdo.
“Tiene la característica de ser metido para adentro y distinguir a la gente entre buenos y malos. Es muy difícil manejarse así. Y tiene a tres que hacen lo que dice él”, añadió, en relación a Raúl Cascini, Jorge Bermúdez y Marcelo Delgado, sus laderos en el órgano que “gobierna” el complejo de Ezeiza del club. “Boca le entregó el manejo del fútbol. Para eso se necesita tener experiencia, no pasa sólo por haber sido jugador de fútbol”, remarcó.
Además de tener un vínculo con Riquelme, a Pagani también lo une una relación cercana con Russo, de quien entendía que “creía que iba a renunciar, estaba muy presionado”. Y enfatizó que “tener a Riquelme arriba es muy difícil”.
Fue ahí cuando volvió a golpear fuerte a la figura de Román, un símbolo de la historia xeneize, donde ganó seis torneos domésticos, tres Copas Libertadores, una Recopa y un Mundial de Clubes. “El influjo de Riquelme es insostenible para cualquier técnico. Heinze en Boca dura dos partidos. Es muy fuerte el influjo de Riquelme en su característica de ídolo del club, hermético. Es una personalidad muy particular y con una aureola que se va achicando”, recalcó.
¿Si la gestión en el fútbol termina siendo deficitaria, eso puede erosionar la “estatua” de Riquelme en el corazón de los hinchas? Pagani lo dejó planteado. Además, profundizó en el tema político de la institución. Según su óptica, el presidente Jorge Amor Ameal queda desdibujado ante la omnipresencia de Román: “Da la sensación de que Ameal no aparece por ningún lado, Boca es Riquelme”. Y dejó otra frase controvertida: “Ahora no está adentro de la cancha. Parece un régimen autoritario el de Boca”.
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