Una nueva edición del Superclásico se vive en el Estadio Único de La Plata en un duelo correspondiente a los octavos de final de la Copa Argentina y ninguno de los dos quiere perder. Tanto River Plate como Boca Juniors saben que una eliminación podría ser un impacto anímico duro en esta instancia de la temporada que no se pueden permitir y por eso salieron al campo de juego a disputar el compromiso como si fuese una final.
A tal punto fue esta la mentalidad de los 22 jugadores que en la primera media hora no hubo siquiera un disparo al arco, producto de las imprecisiones pero también de la presión constante ejercida por ambos conjuntos. Sin demasiados espacios, fueron pocos los lugares para apostar por la creatividad y el desequilibrio, pero en este contexto el cuadro de Marcelo Gallardo tuvo la más clara.
Fue mediante un pelotazo de Franco Armani lo que le permitió al Millonario saltear líneas y encontrar a Julián Álvarez que aguantó a Carlos Izquierdoz y pudo bajarle el balón a Braian Romero. El ex Defensa y Justicia, dominó con tranquilidad y filtró un pase al hueco para que el joven delantero pueda correr al vacío por la zona izquierda con campo libre por primera vez. Álvarez pisó el acelerador, le ganó la posición a su marca y al llegar al área enganchó para hacer pasado a un desaforado Izquierdoz. Al levantar la cabeza, buscó de nuevo a Romero con un toque fuerte que con lo justo alcanzó a rozar el arquero Agustín Rossi.
Ese desvío mínimo fue clave, porque permitió descolocar al delantero que llegó hace apenas semanas a River Plate, que le pifió al balón cuando estaba a un metro de la línea de gol y en lugar de patearlo hacia adelante lo terminó impulsando de carambola hacia atrás. Quien llegó mal pisado entonces fue Bruno Zuculini, que apurado por definir culminó la acción rematando por arriba del travesaño.
De esta manera, el Millonario dejó pasar la jugada de peligro más clara de todo el primer tiempo que tuvo más infracciones y discusiones que juego, pero que dejó el encuentro abierto de cara a la segunda mitad.
Más allá de esa situación desperdiciada, Romero, que también vistió la camiseta de Independiente, ha completado actuaciones más que auspiciosas con el conjunto de Núñez. Desde su llegada ya lleva cuatro goles, dos de ellos ante Argentinos Juniors por los octavos de final de la Copa Libertadores, y su nivel ha hecho que por ahora el equipo no extrañe la salida del colombiano Rafael Santos Borré, máximo artillero del ciclo de Gallardo.
Este es el primer Superclásico en la historia de la Copa Argentina, que los tiene a ambos como máximos ganadores y exponentes: los de la Ribera alzaron el trofeo en tres ocasiones (1969, 2012 y 2015), al igual que los de Núñez (2016, 2017 y 2019). Quien pase a la siguiente fase se medirá con Patronato de Paraná, que viene de eliminar a Villa San Carlos en la fase anterior. Vale mencionar que Boca Juniors se deshizo de Claypole y Defensores de Belgrano para arribar a esta instancia; y River Plate hizo lo propio con Defensores de Pronunciamiento y Atlético Tucumán.
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