La novela entre Sebastián Villa y Boca Juniors sumó otro capítulo de máxima tensión: el delantero y dos de sus representantes se reunieron con Juan Roman Riquelme, vicepresidente y cabeza del Consejo de Fútbol, en el complejo del club en Ezeiza, quien fue el encargado de darle el ultimátum para que este martes se presente sin falta a los entrenamientos. Sin embargo, todo indica que el colombiano continuará en rebeldía. Y las posibilidades de salida al conflicto cada vez son menos.
Todo empezó el jueves de la semana pasada, cuando Villa, de 25 años, decidió unilateralmente terminar su etapa en el Xeneize: retiró sus efectos personales y se despidió de sus compañeros, enojado porque la institución rechazó la oferta que el Brujas de Bélgica había realizado para hacerse de sus servicios. La misma asciende a 7 millones de euros (más dos en bonus).
A partir de allí, no volvió a presentarse a las prácticas. De hecho, en el empate 1-1 ante Talleres en Córdoba, lo reemplazó el juvenil Aaron Molinas. “Seguramente tienen interés por el tema Villa, pero el tema lo tiene el departamento jurídico nuestro. Estamos a la espera. No hay sanciones, no hay nada. Estamos trabajando en función de que esto se pueda resolver”, dijo Jorge Amor Ameal, presidente auriazul.
“Nosotros como Consejo de Fútbol estamos acá en nuestra función de rodear y compartir diariamente con nuestros jugadores de la mejor manera. Hacer nuestro trabajo administrativo y deportivo para que no les falte nada, para que estén al día, para que convivan bien con sus familias y tengan el mejor ambiente de trabajo. Las decisiones personales de cada jugador deben ser asumidas por ellos y no nos podemos hacer cargo”, agregó Jorge Bermúdez, uno de los laderos de Riquelme.
El cara a cara tuvo la intención de aclarar la situación, pero no lo consiguió. Ante la intimación de Riquelme y Boca, el punta y su entorno insisten con que no se presentará a las órdenes de Miguel Ángel Russo. Como agravante, el conflicto se da a horas del Superclásico ante River por Copa Argentina del próximo miércoles en el estadio Ciudad de La Plata.
Villa posee un contrato vigente, que firmó en febrero y vence en diciembre de 2023. La cláusula de salida es de 40 millones de dólares, bastante más que la oferta del Brujas, pero al mismo tiempo una cifra improbable en un mercado de pases europeo de menor movimiento por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
¿Cuáles son las alternativas? Que Boca acepte el ofrecimiento de los belgas. Que los interesados suban la oferta. Que el futbolista decline su actitud. O que termine en un enfrentamiento legal. El periodista Martín Costa, de TNT Sports, asegura que el atacante (que ya estuvo “suspendido” cuando tomó estado público la denuncia por violencia de género de su ex pareja, Daniela Cortés) le dijo a la dirigencia: “si tengo que manejar un Uber, lo voy a hacer, pero me voy”. Una prueba de cómo escaló el enfrentamiento, que por el momento parece no tener resolución.
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