San Lorenzo le ganó a un Boca Juniors plagado de juveniles por 2 a 0 en el encuentro correspondiente a la tercera fecha del campeonato de la Liga Profesional. Los tantos en la Bombonera fueron convertidos por el ex defensor xeneize, Gino Peruzzi, a los 30 minutos del primer tiempo, y Néstor Ortigoza, de penal a los tres minutos del complemento.
La pena máxima ejecutada por el Gordo fue perfecta, como acostumbra. Sin embargo, hubo una situación que llamó la atención y fue una vez que el capitán del Ciclón convirtió desde los 12 pasos: se dio vuelta y con el dedo índice señalando a los jugadores de Boca le hizo el gusto “conmigo no”. ¿Le habrán gritado Kiricocho para intentar mufarlo?.
Kiricocho es una la famosa palabra relacionada con la mala suerte que nació en la Argentina y se expandió por el mundo del deporte. Aquel que la pronuncie busca generar la desgracia en un rival, por lo que suele oírse antes de la ejecución de un penal, un tiro libre o cualquier situación de peligro. Como si fuese un producto atractivo, este maleficio se ha exportado rumbo a Europa, en donde varios jugadores lo han adoptado como un recurso válido para perjudicar a los adversarios. Como el último caso del capitán de la selección de Italia Giorgio Chiellini y el efecto funcionó porque Donnarumma le tapó el tiro a Saka.
El nacimiento de este maleficio comenzó en la segunda etapa Carlos Salvador Bilardo al frente de Estudiantes de La Plata, cuando se enteró de que había un aficionado, Kiricocho, que cada vez que se apersonaba en el club para presenciar una práctica sucedía alguna desgracia. Fue así que el técnico le dio la misión a este hincha de que sea él quien reciba a los equipos rivales. ¿El resultado?: Estudiantes fue campeón del Torneo Metropolitano 1982 y solo perdió un partido como local, ante Boca, cuando Kiricocho no pudo acercarse al plantel Xeneize.
El siguiente paso en la carrera de Bilardo fue la selección argentina y más tarde el Sevilla de España, por lo que pronto esta especie de embrujo se esparció por la península ibérica y llegó a rincones inesperados, hasta convertirse en un grito tan común como el del gol. Incluso, en 2018 la selección de Francia compartió un video de un entrenamiento en el que Antoine Griezmann estaba practicando remates al arco cuando uno de sus compañeros esbozó el Kiricocho para molestarlo. En 2020, algo similar sucedió en un partido de la MLS entre los dos equipos de Los Ángeles, cuando el delantero Cristian Pavón iba a ejecutar un penal para los Galaxy. En ese instante, un integrante del otro equipo (en el que no había argentinos) recurrió al maleficio, aunque este no fue efectivo y el ex Boca Juniors logró convertir.
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