Al minuto 63 del partido que Atlético Mineiro y Boca disputaron en el estadio Mineirao por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores se registró la gran polémica de la noche: Marcelo Weigandt convertía el 1-0 tras el rebote largo del arquero pero el VAR llamó al juez Esteban Ostojich para que revisara una supuesta posición adelantada de Diego González que lo llevó a anular el tanto. La maniobra fue milimétrica y quedó sujeta a la interpretación de los jueces. En horas de la madrugada, la Conmebol publicó el audio.
La voz en off de la presentación del video entre los árbitros anticipó: “A los 63 minutos, luego de un centro, el árbitro asistente retrasa su decisión para luego confirmar el gol. El VAR analiza la jugada y observa que la rodilla del delantero (González) que se encuentra con una línea roja está más cerca de la línea de meta que el pie del último adversario que se encuentra marcado con una línea azul. Al ser una jugada de fuera de juego interpretativa, se recomienda al árbitro una revisión de campo. El árbitro, al analizar las líneas virtuales y el movimiento de los jugadores, decide cambiar la decisión a fuera de juego por interfereir un adversario por disputarle el balón”.
Primero revisaron si Weigandt le había cometido infracción a su marcador, aunque se percataron de que la pelota todavía no estaba en juego cuando el hombre del Mineiro ya estaba en el suelo (había fingido una falta). Y luego se centraron en el supuesto offside.
“Pide de vuelta desde el inicio para ver si hay fuera de juego. Es una jugada fina de fuera de juego. Danos tiempo, Esteban”, le pidieron desde la cabina del VAR los chilenos Julio Bascuñán (principal) y Raúl Orellana (asistente) al referí uruguayo Ostojich. “Quiero la rodilla, la rodilla azul”, exigió Bascuñán, quien descubrió un teórico offside del Pulpo González, que según ellos trató de intervenir en la jugada.
“OK, para mí está fuera de juego en esta imagen, Ahora dejala seguir. Dame la toma abierta. Interfiere con el arquero, le disputa el balón. Por interferencia, lo voy a llamar”, anticipa el trasandino a su cuerpo de trabajo, antes de dar aviso a Ostojich. Y con la imagen en la pantalla, le explica: “Te estoy mostrando el punto de contacto (de Sebastián Villa, quien ejecutó el tiro libre, con la pelota) y el jugador tiene la rodilla, el número 23, ahí está la línea marcada”.
El uruguayo coincidió en la apreciación y sentenció: “Interfiere al portero. Va en busca del balón. No puede hacer el gesto que debe hacer por la disputa del balón. El número 23 está en fuera de juego. Julio, reanudo con fuera de juego”. Mientras tanto, los ánimos se exacerbaban dentro de la cancha entre los futbolistas de uno y otro equipo, algo que se desmadró luego de los 90 minutos y la tanda de penales en la que resultó victorioso el Atlético, camino a los vestuarios.
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