Diego González terminó siendo el gran protagonista de la serie de octavos de final entre Boca y Atlético Mineiro por haber estado involucrado en las dos jugadas más polémicas de la serie por la Libertadores: en el primer partido le anularon un gol que debió haber sido lícito y en el segundo le cobraron una posición adelantada milimétrica que privó a Marcelo Weigandt de anotar el 1-0 para los de Miguel Ángel Russo. Tras la acción y, antes de los bochornosos incidentes entre los visitantes, locales y la Policía, el Pulpo dialogó ante la cámara.
“Nos vamos con bronca porque parece que hubo cosas muy raras. Nosotros dentro del campo de juego respetamos a todo el mundo y sentimos que nos faltaron el respeto, la terna arbitral de hace una semana y la de hoy”, opinó el mediocampista que fue titular en los dos cotejos de la llave con los de Belo Horizonte.
Y añadió: “No logro entender cómo los árbitros piden que saquen del medio y dicen que si nos acercamos nos amonestan. Parece que es una falta de respeto al deporte. Estamos trabajando y nos duele mucho que hagan estas cosas, nos sentimos mal. Me parece que tienen que rever un poco más la Conmebol el tema de las ternas arbitrales”.
La polémica en Brasil: gol anulado a Boca por supuesto offside del Pulpo González
Cuando el periodista brasileño del campo de juego le preguntó si le pareció que el arbitraje incidió en el resultado global, mencionó: “Sin dudas. Está a la vista de todos. Metimos un gol lícito y la verdad que merecíamos ser justos ganadores el primer partido. Nosotros trabajamos para poder darle una alegría a nuestra gente y no pudimos por esto nuevo que están implementando, que es una cargada porque no sirve para nada. Si no que pongan robots a jugar y seguramente van a estar más contentos los equipos que tienen un poquito más de llegadas. No sé cómo lo están manejando”.
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