Leonel Núñez supo alcanzar todo aquello que alguna vez había soñado: una carrera profesional como futbolista, fama, dinero, autos y viajes por el mundo. Sin embargo, luego de 15 años de destacada trayectoria deportiva, su vida dio un vuelco y lo llevó hacia un lugar complejo del que recién está logrando salir.
En Argentina, Núñez dejó su huella en Argentinos Juniors e Independiente. Sus buenas actuaciones le permitieron tener pasos por clubes como Olympiakos y OFI Creta de Grecia, Bursapor de Turquía, Johor FC de Malasia, Mushuc Runa SC de Ecuador y el PS TNI de Indonesia. A principios de 2018 desembarcó en Nueva Chicago y allí comenzaron todos sus problemas: su nivel futbolístico no era el mejor y, cinco meses después de su contratación, desde el cuerpo técnico encabezado por Walter Perazzo le comunicaron que ya no sería tenido en cuenta.
Fue el principio del fin de la carrera deportiva del delantero, que en julio de 2019 fue acusado del delito de “uso de documento público falso”. El ya fallecido juez Claudio Bonadío le dictó por entonces la prisión preventiva por entender que había peligro de fuga. Fue así como el futbolista terminó en el penal de Marcos Paz.
“Fui preso por comprar un auto mellizo, yo no tenía nada que ver, por suerte ahora está todo resuelto. Estuve cuatro meses preso en la cárcel de Marcos Paz; la vida ahí es muy dura, parecía que estuve cuatro años”, dijo Núñez este sábado en una entrevista con el programa Súper Mitre en Radio Mitre y sostuvo que esa causa ya está cerrada y que es parte del pasado.
Asimismo, comentó: “Al vecino que me estafó lo veo todos los días porque vive al lado de mi casa, pero no tengo rencor con nadie”. Es necesario recordar que el problema de Núñez comenzó cuando un conocido lo denunció por haberle vendido un auto “trucho” que tenía pedido de captura desde 2013 y se agravó cuando, en el contexto de esa causa, el ex futbolista presentó ante la Justicia un certificado de propiedad falso.
El ex futbolista reveló que también consumió drogas en esos momentos complejos, pero que sus seres queridos fueron la clave para no entrar en un consumo problemático de las sustancias. “Nadie le pone una cabeza a nadie para que se drogue, eso está en uno. Estuvo a punto de entrar, pero gracias a mi señora y a mi familia le dije que no. He probado, pero cuando ya estaba delirando mi señora supo ubicarme. Me creía que era un juego, pero no es un juego, es muy malo para cualquier ser humano”.
“Estaba con malas compañías en ese momento, no venía bien con el fútbol, pero fue poquito tiempo y gracias a mi familia pude salir de todo”, enfatizó.
Respecto de qué hizo con el dinero que ganó en el mejor momento de su carrera deportiva, contó: “Malgasté plata en coches y también en gente que después me dio la espalda. Cambié 11 autos en un año y ahora no tengo ninguno”. En ese tramo de la charla también reconoció que si pudiera volver el tiempo atrás, administraría sus bienes de otra manera por el bien de sus hijos.
“Si no hubiese malgastado la plata hoy tendría diez departamentos en Puerto Madero, pero ahora recién estoy terminando mi casa en Bajo Flores”, contó el ex Independiente, quien se definió como un ”buen jugador, pero poco profesional” y que evaluó que aquel paso por el Rojo fue el mejor momento de su carrera.
Aquellos tiempos difíciles parecen haber quedado atrás. Una vez más, el fútbol apareció como una suerte de bote salvavidas para sacarlo a flote. Hoy Núñez es el ayudante de campo del equipo de futsal femenino de Argentinos Juniors. El ex futbolista valoró que el elenco de La Paternal fue el primer club que le abrió las puertas luego de haber estado en prisión y habló de cómo ha logrado reconstruir su vida. “Tengo ocho hijos y uno que viene en camino. Nunca estuvieron todos juntos y mi sueño es reunirlos”, se ilusionó. A los 36 años, y a más de tres de su última presentación profesional, Núñez volvió a sus raíces en el club que lo vio nacer.
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