“Tanto romperme el ojete para estar acá, se logró. Lo logramos, los amo mucho gracias por bancarme y por apoyarme siempre, los amo. Algún día se iba a romper la pared, se rompió la pared. Me la di muchas veces, pero seguí estando acá, nunca aflojé pa, como siempre me enseñaste. Nunca aflojé, siempre estuve ahí”. El mensaje de Ángel Di María a su familia, mostrándoles a través de su teléfono celular la medalla del primer puesto, fue realmente conmovedor. Y sirvió como muestra de lo que significó el título de Copa América para él y los suyos. Luego de muchas frustraciones, se dio el gran gusto de anotar el tanto de la final ante Brasil en el mítico Maracaná, estadio en el que no había podido presenciar el duelo decisivo por la Copa del Mundo 2014 ante Alemania.
Tal fue la alegría y dimensión de este lauro que el Fideo decidió inmortalizarlo en su piel: a pocos días de haber gritado campeón en tierra brasileña, arrancó las sesiones con un tatuador para dibujarse el trofeo de Copa América en la pierna izquierda. Por medio de su cuenta de Instagram, el futbolista del París Saint Germain mostró un anticipo del tatoo que el artista Ezequiel Viapiano le está haciendo en el muslo izquierdo. En el mismo se luce la Copa, la bandera argentina y un pedazo de la cancha.
Completamente relajado y disfrutando de sus vacaciones antes de sumarse nuevamente al PSG para afrontar una nueva temporada, el rosarino de 33 años prestó su cuádriceps izquierdo y disfrutó de las cumbias del Aclamado Amistad y una de sus canciones favoritas, “Te sorprenderás”, de fondo.
Di María no fue el único de los jugadores del plantel albiceleste que decidió tatuarse la Copa América ya que en la jornada de ayer había sido el turno de Leandro Paredes, compañero en el PSG, que se hizo un trofeo más pequeño en su gemelo izquierdo. Seguramente con el correr de los días y semanas saldrán a la luz más tintas que harán referencia al último título obtenido por la Selección.
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