La Selección arribó al estadio Maracaná a poco más de una hora del inicio de la final que disputará contra Brasil con el título de campeón continental en juego. Lionel Messi y Neymar, rivales en la cancha pero muy amigos fuera de ella, se saludaron antes de saltar al campo de juego y que se iniciara la acción. La cumbre fue justo antes de pisar el césped en la entrada en calor.
Aunque hubo apenas un 10% de público sobre la totalidad del aforo en el mítico estadio de Río de Janeiro, los presentes (alrededor de 8 mil personas) explotaron de júbilo cuando vislumbraron a los jugadores a minutos del cotejo. Y el tono se elevó aún más cuando aparecieron nuevamente ya con la vestimenta para esperar el pitazo inicial del uruguayo Esteban Ostojich.
Como sucedió en varios encuentros de Argentina en la Copa América, a la Albiceleste en el precalentamiento le hicieron un guiño recordando a Diego Armando Maradona y su icónica entrada en calor en un partido con el Napoli, con el tema de fondo “Live is Life” de la banda austríaca Opus. Y lógicamente, todas las cámaras le apuntaron durante la melodía a Messi, que se movió junto a sus compañeros y no exhibió muestras de dolor tras el fuerte planchazo del colombiano Frank Fabra en las semifinales.
Otra de las perlitas en la previa del match fue la meditación en el arco de Emiliano Martínez, que viene de ser figura en la tanda de penales ante Colombia y supo ganarse la confianza del cuerpo técnico del seleccionado nacional. El ex Independiente de Avellaneda tuvo la pelota en sus manos, cerró los ojos y se adentró en su interior para lograr absoluta concentración antes de jugar. Para el guardameta del Aston Villa de Inglaterra es una costumbre: emplea algunos métodos alternativos para un futbolista como el yoga, los pilates o la psicología.
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