Un sinónimo de resiliencia puede ser Braian Romero. Su historia de superación y perseverancia podría estar tranquilamente dentro del catálogo de series o películas de cualquier plataforma de streaming. Su médico le diagnosticó que no podría volver a jugar al fútbol de manera profesional, pero él nunca bajó los brazos y ahora tendrá su premio: está a punto de firmar contrato con River Plate.
“Recibí un milagro de Dios”, recalca en cada entrevista el delantero de 30 años. En 2012, cuando jugaba en Acassuso en la B Metropolitana (tercera categoría de Argentina), empezó a tener fuertes dolores y los médicos le diagnosticaron una seria enfermedad: artritis. Esa condición le impedía caminar y todos los caminos conducían a un prematuro retiro. Sin embargo, el atacante pudo salir adelante.
“Mi médico de cabecera me sentó junto a mi mamá, mi señora, el capitán de Acassuso y el presidente y me dijeron que no podía volver a jugar al fútbol. Incluso le decían al presidente que me busque otra actividad dentro de la institución, porque no le encontraban la vuelta”, supo reconocer en una entrevista concedida en 2018 a TN.
El punta estuvo fuera de los campos de juego prácticamente un año y medio y llegó a tomar tres pastillas por día y recibir inyecciones con corticoides. “Lo pude superar gracias a Dios, fue un milagro. Me curó”, afirma.
Tras su vuelta a los campos de juego, la carrera de Romero fue de manera ascendente, ya que en 2015 pasó de Acassuso a Colón, un equipo de Primera División. Pese al abrupto cambio de categoría, el nacido en San Isidro logró asentarse en la máxima categoría. Luego desembarcó en Argentinos Juniors, donde coincidió con Gabriel Heinze, quien lo asentó en la posición de extremo. De la mano del Gringo su nivel se elevó e incluso fue una pieza importante para que el Bicho logre el ascenso.
Su gran rendimiento en La Paternal lo llevó a Avellaneda para subir un nuevo escalón en su carrera: lo contrató Independiente, uno de los equipos más importantes del país. Sin embargo, su rendimiento estuvo lejos de ser el esperado. Tras un préstamo a Athletico Paranaense de Brasil, el deportista volvió a recibir otro revés, ya que le notificaron que no sería tenido en cuenta y que debía buscarse otro equipo.
“Hoy estaba pensando en la habitación que en plena pandemia me tocó que no me tengan en cuenta (en Independiente). Me llamaron y me dijeron que no me iban a tener en cuenta. Fue un golpe duro, tuve que buscar un club, ver qué elegir. Estoy feliz por lo que elegí, hoy dio sus frutos. Sabía que este era el club y estoy feliz por la decisión”, manifestó con alegría luego de proclamarse campeón de la Copa Sudamericana con la camiseta de Defensa y Justicia.
En el Halcón coincidió con Hernán Crespo, quien le cambió la posición dentro del campo de juego y lo transformó en un goleador letal. Romero pasó de jugar pegado a la raya a convertirse en un centroatacante con un alto promedio. “Me reinventé y traté de aprender en cada entrenamiento. Crespo me planteó ser 9, me gustó y le pude pagar con goles. Él siempre me dijo que debía trabajar para el equipo, que si venían los goles, mejor. Pero nunca tuve presión de ser el 9 ni goleador de la Copa”, expresó el punta, que terminó siendo el máximo artillero de la pasada Copa Sudamericana con 10 tantos (uno de penal).
En la entidad de Florencio Varela disputó un total de 33 partidos, en los que aportó 21 goles y brindó dos asistencias. La gran particularidad dentro de estos números se da si nos centramos en el plano internacional, ya que por Copas convirtió 18 tantos en 18 juegos. River le pagaría a Defensa y Justicia una cifra cercana a los 3 millones de dólares por el 80 por ciento de su ficha.
Romero desembarca en Núñez con la presión de ser el reemplazante de Rafael Santos Borré, el máximo goleador del ciclo de Marcelo Gallardo. El colombiano, tras quedar con el pase en su poder, firmó un importante contrato con el Eintracht Frankfurt de la Bundesliga.
El ex Independiente, Colón y Argentinos Juniors competirá por un lugar en el ataque con Matías Suárez, Julián Álvarez, Federico Girotti, Agustín Fontana, Lucas Beltrán (es pretendido por Colón) y Flabián Londoño Bedoya.
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