Hubo un tiempo en que la política blanqueó su relación histórica con las barras bravas a través del colectivo Hinchadas Unidas Argentinas. Fue en 2009, cuando el gobierno de entonces necesitaba recuperar la calle perdida tras el conflicto con el campo en 2008 por la famosa resolución 125. Doce años después, un hombre clave de aquella época va por el mismo camino: Guillermo Moreno está reclutando barras de todo tipo y color para tratar de ganar las barriadas con su partido Principios y Valores. El primer paso lo había dado como informó Infobae en marzo, cuando cerró un acuerdo con la facción oficial de la tribuna de River encabezada por Guillermo Caverna Godoy, que se plasmó en una foto del ex secretario de Comercio Interior junto a toda la primera plana de los violentos posando con una camiseta con la leyenda “Los Borrachos del Tablón”. Por entonces y ante la consulta de este sitio, Moreno replicaba: “En mi partido no se le niega el acceso a nadie. Y no veo cuál es el problema con que algunos estén procesados, si Macri asumió como presidente estando procesado. Van a militar en mi partido haciendo articulación política. Yo no los veo como barras, sino como ciudadanos”.
Pues bien, Moreno ha dado por estas horas un paso más en esa alianza: ahora empezó a reunir a barras del fútbol del Ascenso para que hagan pata ancha bajo su nombre en todo el Conurbano. Y sin mirar los prontuarios de quienes se suman. Lo cual aumenta la sensación de impunidad de los barras que saben que la política les ofrece cobertura ante sus constantes hechos.
Este fin de semana los que sellaron la alianza fueron los barras de Chacarita, quienes finiquitaron todo en una reunión que contó con 14 personas sin barbijos, entre los que estaban los jefes de la popular y el inefable Moreno. Como se puede ver en la imagen, el ex funcionario de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner aparece abrazado a Diego Pulisic, más conocido como Chucky, el violentísimo dueño del paravalancha que tiene en su foja de servicios haber estado preso por narcotráfico y tener varias causas abiertas por violencia en el fútbol.
Chucky es el hijo de Angelica Molina, el cerebro por detrás de toda la barra Funebrera, y su padrastro es el histórico Raúl Muchinga Escalante, quien pasó de la tribuna a la comisión directiva del club. La familia tiene peso en Villa Maipú, Villa La Rana, Villa Corea, Loyola y otros barrios de San Martín donde Moreno pretende conseguir votos. De hecho un año y medio atrás una investigación judicial terminó con todos ellos y la cúpula de la barra detenida por asociación ilícita en medio de una interna entre el grupo oficial, La Famosa Banda, y los disidentes, Somos Familia, que regenteaba insólitamente otra parte del árbol genealógico, Ana Molina, enfrentada a muerte con su hermana Angélica.
En la foto también aparecen Termita, número dos de la barra, cuñado y mano derecha de Chucky, quien fue detenido en noviembre de 2019 en una interna a balazos de la barra entre Villa Maipú y sus rivales de Billinghurst, y también el nieto de Angélica, porque se ve que la tradición familiar no descansa. Pero la de Chacarita no es la única barra que está en negociaciones con Moreno para ponerse a disposición para lo que guste mandar en el partido Principios y Valores. También están ingresando barras de Dock Sud, Deportivo Italiano, Excursionistas, Midland y Claypole, entre otros remedando aquella experiencia de Hinchadas Unidas Argentinas al mando de otro dirigente peronista, Marcelo Mallo, que también empezó con un discurso de redención y terminó con varios muertos. Ojalá esta vez la experiencia no tenga el mismo final.
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