Una iniciativa que tuvo como principal promotor al cantante británico Robbie Williams en 2006 convocó a Diego Armando Maradona para ponerse los pantalones cortos una vez más. Fue el Soccer Aid a beneficio de UNICEF, que reunió a viejas glorias del mundo del fútbol entre las que sobresalió el astro argentino. Pases, paredes, gambetas, caños, cambios de frente, asistencias y hasta un gol de penal para su equipo en el mítico estadio Old Trafford y frente a más de 70 mil espectadores.
Las imágenes del compacto con las intervenciones del Diez se hicieron virales en las redes sociales en las últimas horas. El Pelusa llegó a última hora y se sumó al conjunto dirigido por el holandés Ruud Gullit, que comandó a Resto del Mundo (que también tuvo al italiano Gianfranco Zola y el francés Marcel Desailly, entre otras estrellas). Del otro lado estuvo Inglaterra con antiguas figuras como David Seaman, Paul Gascoigne, Harry Redknapp y Les Ferdinand, más el arbitraje del italiano Pierluigi Collina.
Los locales se pusieron en ventaja a través de Ferdinand y más tarde Jonny Wilkes, actor, cantante y amigo de Robbie Williams, amplió el tanteador. Fue Maradona el que achicó la brecha de penal, luego de generar la infracción en el área con un balón profundo que dio en la mano de un defensor. Con ese bochazo expuso que su calidad seguía intacta a los 46 años. Diego engañó al arquero en la pena máxima y dio un toque sutil de zurda para cruzar el balón y concretar el 1-2 definitivo. Una crónica de un diario británico sobre ese partido describió su definición: “Dejó al portero Jamie Theakston como un idiota, como un maniquí”.
Por ese entonces Diego había jugado algunos partidos con el equipo Senior de Boca y estaba en plenitud física luego de sus trastornos e internaciones a principios del 2000 y su estadía en Cuba para reponerse. El año anterior había conducido el recordado programa La Noche del Diez, que batió récords de audiencia en la televisión argentina y lo catapultó al estrellato otra vez.
Como era habitual, Maradona imantaba las miradas y flashes de todas las cámaras de cada evento internacional de este tipo. Cuando se mezclaba el fútbol con una causa benéfica, Diego siempre trataba de estar presente. Junto a Williams, en territorio hostil por su historia con los ingleses en el Mundial 86, el Pelusa también fue admirado y aplaudido por los presentes. Una noche inolvidable en Manchester y una de sus últimas grandes funciones -ya retirado profesionalmente- dentro de una cancha de fútbol.
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