De correr contra Vettel y soñar con la Fórmula 1, a repartir verduras y destacarse en el automovilismo nacional

Marcelo Ciarrocchi fue piloto oficial en uno de los equipos de karting más fuertes de Europa. Compitió contra el múltiple campeón mundial y fue compañero de Nico Hülkenberg. Se bajó por falta de recursos, volvió a correr y se ganó su lugar en el Súper TC 2000

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Marcelo Ciarrocchi celebrando su triunfo en el Súper TC 2000 (Prensa Súper TC 2000)
Marcelo Ciarrocchi celebrando su triunfo en el Súper TC 2000 (Prensa Súper TC 2000)

Muchos son los pilotos argentinos que siendo jóvenes se fueron a competir a Europa a algún torneo de karting o categoría menor, pero que luego por falta de presupuesto no pudieron continuar en el exterior. En esos caminos previos es posible competir contra futuras figuras de la Fórmula 1. Eso le pasó al cordobés Marcelo Ciarrocchi, que hace 20 años corrió contra Sebastián Vettel y fue compañero de equipo de Nico Hülkenberg. Hoy corre en el Súper TC 2000 (ex TC 2000) donde ya ganó y también se dedica al reparto de verduras.

Nació en Almafuerte el 23 de marzo de 1987 y cuenta que “empecé en 1992 porque mi papá corría en motos y en rally. Hasta que un día hubo un accidente de tránsito donde un auto atropelló a mi hermana y mi papá, por una promesa para que ella se recuperara, dejó de correr. Entonces a los cinco años empecé a correr yo”.

El Chelo, como se lo conoce, arrancó en el karting zonal con un equipo de Colonia Caroya. Luego pegó el salto al nivel nacional y ganó el campeonato argentino en 1999 y 2000. Eso le permitió conseguir el apoyo económico para ir a competir al exterior. “En 2000 corrí el campeonato europeo y en 2001 en el italiano. Conseguí algunos podios. En esa época corrí contra Sebastian Vettel y Nico Hülkenberg. También estaban Lewis Hamilton y Nico Rosberg, pero ellos corrían en otra categoría porque eran más grandes”, recuerda.

“A fines de 2001, cuando el país se vino a pique, me tuve que volver. No hubo más plata para seguir allá. Aunque Sergio Rinland (ingeniero argentino que trabajó en varios equipos de F1) comenzó con un proyecto para llevar pilotos argentinos a Europa. Me probaron en el equipo CRG de karting (uno de los más importantes) y quedé. Corrí para ellos desde julio 2002 hasta 2003”, comenta.

Cruzando la meta en Río Cuarto, el día de su victoria en 2019 (Prensa Súper TC 2000)
Cruzando la meta en Río Cuarto, el día de su victoria en 2019 (Prensa Súper TC 2000)

“Ahí fui compañero de Hülkenberg, que incluso me pareció que era mejor que Vettel. Yo inglés mucho no hablaba y él casi nada de español, pero nos hacíamos entender. Era bastante cómico porque usábamos palabras técnicas en italiano. Me resultó muy macanudo, serio y sencillo”, relata sobre su relación con el alemán, hoy piloto de reserva de Aston Martin y que el año pasado tuvo buenas actuaciones parciales cuando reemplazó a Lance Stroll y Sergio “Checo” Pérez.

También destaca que “Hamilton siempre pintó que era un diferente, con mucho talento, temple, tacto, reunía todas las condiciones en un combo excepcional y por eso llegó tan lejos. Había tipos que en los parciales fueron más rápido que Lewis, pero él siempre fue muy constante en carrera y era una máquina de continua aprendizaje”.

Afirma que “en esa época del equipo CRG también trabajé en su taller y viví en una departamento con otros pilotos que venían de afuera. Quienes eran de Europa venían solo los fines de semana. No recuerdo tener la realidad de lo que estaba pasando en el país (respecto de la crisis de ese entonces) en ese momento porque siempre estuve muy decidido y no me afectó estar solo”.

Cumplida la etapa del karting llegó el momento de debutar en autos y en 2004 intentó hacerlo en la Fórmula BMW, pero no consiguió el apoyo presupuestario para poder sumarse al equipo del recordado ex piloto y team-manager, Adrián Campos, el mentor de Fernando Alonso.

Festejando en el podio su victoria en la categoría (Prensa Súper TC 2000)
Festejando en el podio su victoria en la categoría (Prensa Súper TC 2000)

El golpe fue duro y debió retornar a la Argentina: “Volví en 2005 y en 2007 terminé la secundaria. Hice algunas carreras en la Fórmula Renault Plus hasta que en 2011 volví a correr en karting donde me fisuré dos costillas en un golpe. Hice el campeonato provincial y argentino, pero había estado sin correr de forma regular durante siete años”.

“En 2012 hice las últimas tres fechas de la Fórmula Renault Plus (categoría zonal) y en 2013 dije basta. No tenía dinero y era todo muy difícil. Pero en 2014 surgió la posibilidad de correr las últimas dos carreras en el equipo de Gabriel Donadio, el Litoral Group en la Fórmula Renault. Con ellos hicimos el año 2015 toda la categoría y con ellos se dio la chance de debutar en el TC 2000 en la última carrera”, afirma.

Cabe aclarar que en 2012, el viejo TC 2000 pasó a llamarse Súper TC 2000, una divisional con nuevos motores y cambios de marchas al volante, entre otros cambios técnicos. Los autos en desuso que quedaron conformaron una categoría menor con el nombre de la anterior (TC 2000).

“En 2016 reuní el presupuesto para las dos primeras del TC 2000 y gané en Concordia y terminé de armar el presupuesto para toda la temporada. Y en 2017 Javier Ciabattari me dio la chance de subirme al FDC y ese año debuté en el Súper TC 2000 en los 200 Kilómetros de Buenos Aires siendo invitado de Esteban Guerrieri”, agrega.

El Chelo en un depósito de verduras. Su empresa familiar se dedica a esa actividad (Marcelo Ciarrocchi)
El Chelo en un depósito de verduras. Su empresa familiar se dedica a esa actividad (Marcelo Ciarrocchi)

En 2018 siguió en ascenso y consiguió el título del TC 2000 y al año siguiente llegó su estreno de forma regular en la categoría mayor, el Súper TC 2000, con el equipo oficial Citroën. En esa temporada obtuvo su primer triunfo en la especialidad, casi de local, en Río Cuarto, en la penúltima fecha. En un ambiente tan competitivo como el automovilismo, el resto de los pilotos se alegraron por su triunfo lo que demuestra el buen concepto que tienen sus colegas sobre el cordobés.

Ciarrocchi logró consolidar su continuidad en este deporte, aunque no dejó la empresa familiar que lleva el nombre de su papá “José Luis Ciarrochi” y que tiene 43 años antigüedad. “Sigo viviendo de la otra actividad porque es un acuerdo tengo con la empresa de mi viejo. Somos mayoristas de frutas y verduras, pero solo distribuimos en Almafuerte y zona. También hacemos algo de cargas generales. Desde que empecé a hacer dos categorías me demandó más tiempo, pero sigo trabajando con ellos. Soy encargado de compras y por eso puedo dedicarle más tiempo al automovilismo gracias a la tecnología que me permite trabajar desde lugares remotos y por eso hice este acuerdo”, indica.

Cuando arranqué a trabajar con ellos en 2005 empecé manejando y me ocupaba de recorrer la zona de producción y me ocupaba de uno de los repartos”. Pero aclara que “si el día de mañana fuese contratado por un equipo oficial dejaría la empresa”.

El no vivir del automovilismo y tener que rehacerse varias veces por la falta de presupuesto fue difícil, pero tuvo su propio equipo, el más importante, que lo ayudó en esos momentos. “No es fácil ponerlo en palabras. Tiene mucho que ver el entorno que me rodea, mi familia, mi novia, mis amigos. Las ganas de estar siempre en carrera. El deseo de manejar, de tener esa sensación de ir al límite, invitan siempre a tratar de volver. Pero sin ellos nada habría sido posible”, confiesa.

El día que fue campeón del TC 2000 en 2018. En la imagen junto a su papá José Luis (a su derecha) y a su izquierda, su hermano Pablo y su mamá María (Marcelo Ciarrocchi)
El día que fue campeón del TC 2000 en 2018. En la imagen junto a su papá José Luis (a su derecha) y a su izquierda, su hermano Pablo y su mamá María (Marcelo Ciarrocchi)

“El gran impulsor de seguir peleándola fue mi viejo. Una vez recuerdo llegar con la mercadería y paré en un lugar donde me reuní con un conocido para poder correr en el Turismo Nacional. Le avisé que iba a llegar más tarde y me dijo ‘andá tranquilo que acá las carreras son más importantes que la empresa’”.

Sobre la falta de presupuesto, afirma que “es difícil manejarlo. Tiene mucho que ver las actitudes y con las ganas de poder llevarlo adelante. Saber cuáles son las realidades que uno vive. Aprovechar el mejor auto e intentar estar en el mejor día. Incluso cuando las cosas no están saliendo bien hay que salir entero de cada situación”.

Luego de su victoria en 2019 tuvo grandes expectativas para 2020, pero la larga pausa por la pandemia lo afectó, como a muchos. “Fue un año muy duro donde no gané ninguna carrera, pero me mantuve en el Súper TC 2000 y debuté en el Top Race. No pensé en dejar en correr y seguiré corriendo hasta que tenga 60 años o esté en condiciones de hacerlo”, asevera.

En cuanto al negocio familiar expresa que “como somos una actividad esencial como la alimentación no nos afectó la pandemia. Lo que pasó es que cambiamos la forma de trabajar por los protocolos. Seguimos en actividad y no estuvimos afectados”.

Con su Citroen actual del Súper TC 2000 (Prensa Súper TC 2000)
Con su Citroen actual del Súper TC 2000 (Prensa Súper TC 2000)

Sin embargo, como a cualquier deportista, cuando las cosas no salen la falta de confianza empieza a jugar un rol clave en lo psicológico. “Cuando a un piloto no le salen las cosas se replantea qué es lo que está pasando. Lo primero que miro es qué estoy haciendo yo, mal o bien. Es como un director técnico de fútbol y lo primero”.

“Molesta no tener un buen un auto, más cuando las cosas no te salen y eso afecta. El automovilismo son carreras de autos donde definen los pilotos. Si no entendés rápido cómo son las reglas de juego en el automovilismo te vas a chocar la cabeza contra la pared”, explica.

Hoy en el Súper TC 2000 está en un equipo privado sin apoyo de fábrica. Es el FDC Competición con sede en Falda del Carmen, también en Córdoba. Su líder es Javier Ciabattari, ingeniero con gran experiencia en Europa y que trabajó en equipos oficiales de la categoría. Su capacidad lo llevó a alistar los autos a punto a pesar de no tener en ocasiones los mejores recursos económicos. “Es un equipo con mucha capacidad. Con esas condiciones no se dan por vencidos nunca y cuando se dan esas clases de valores los resultados llegan. Lo importante es sentirte cómodo en un lugar de trabajo”, sostiene.

En la temporada 2021 también ganó en el Top Race V6 con el equipo Lincoln Motorsport y en esa categoría pelea por el título. En el Súper TC 2000 busca recuperarse luego de un inicio donde los resultados no lo acompañaron.

La charla se terminó Chelo Ciarrocchi, que se tomó una pausa y siguió con sus tareas en la empresa familiar, aunque tiene claro su faro profesional: “De lunes a viernes tenemos nuestro emprendimiento, pero cuando llega el fin de semana de carrera dejo todo. Hoy mi prioridad cambió y quiero vivir de ser piloto a tiempo completo”. Como en el reparto de verduras en la ruta también va por buen camino en el automovilismo.

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