El presente futbolístico del equipo de Miguel Ángel Russo y la actividad del Consejo de Fútbol en el mercado imantan la atención del Mundo Boca en este momento. Sin embargo, en los pasillos de la Bombonera hay mar de fondo. Son varios los miembros de la directiva azul y oro que no están conformes con los manejos del presidente Jorge Amor Ameal y hasta se reunieron en secreto para debatir y cuestionar la administración de la cúpula.
No es que vayan por la cabeza del pope, pero sí pretenden que dé un volantazo en su gestión. El pasado 12 de junio se aprobó el presupuesto para el nuevo ejercicio 2021/2022 en un Zoom que reunió a 173 asambleístas por seis horas. Se registraron 125 votos afirmativos y 48 negativos y aparte de miembros de agrupaciones oficialistas figuraron algunos allegados a las opositoras, situación que perturba desde hace tiempo al presidente de la institución.
Fue por la presencia de opositores en las últimas Asambleas de Representantes que Ameal puso el grito en el cielo y le apuntó al presidente de la misma, José Luis Palazzo, de la Agrupación Nuevo Boca, que en 2019 hizo campaña a favor de Jorge Amor con la venia de Roberto Digón (actual Vicepresidente Tercero e histórico dirigente de Boca) y Carlos Montero (hoy tesorero e integrante de Azul y Oro). Al mandamás no le hizo ninguna gracia enterarse de que algunos dirigentes de la oposición o ligados a agrupaciones disidentes (se mencionó a Diego Lajst, de Boca La Causa, y Carlos Aguas, de Boca es Boca) formaran parte de la primera Asamblea de Representantes presencial de 2021 llevada a cabo en la Platea L a principios de marzo. Tal fue su disgusto que buscó la forma de remover de su cargo a Palazzo.
Desde las entrañas de la Bombonera son contundentes respecto a la relación del presidente de la institución con el resto de los integrantes de la comisión directiva: aseguran que no tiene diálogo con al menos el 70% de la misma. Hay disgusto por las formas y disposiciones a la hora de la toma de decisiones. “En Boca maneja el quincho y la pileta nada más, está loco por eso”, vociferaron.
Desde su asunción a fines de 2019, señalaron, Ameal se fue aislando del resto de la CD y no precisamente por cuestiones pandémicas. Algunas decisiones, posturas y maneras lo fueron alejando del resto y casi por decantación armó una mesa chica con cuatro hombres a los que vuelca su confianza plena: el Secretario General Ricardo Rosica, el responsable del Departamento de Obras Carlos Navarro, el de Deportes Amateurs Martín Mendiguren y el de Relaciones Públicas Alejandro González (estos últimos tres son vocales titulares). Algunos están molestos porque el cuarteto que escolta a Ameal tiene injerencia en las decisiones de todos los departamentos del club.
Las mismas fuentes afirmaron, al mismo tiempo, que al búnker armado por Riquelme en el Predio de Ezeiza solamente tienen ingreso autorizado Ameal y Rosica, mientras que el resto de los directivos deben acudir con previa autorización del Consejo de Fútbol antes de entrar. Inclusive hay quienes se enojaron por la invitación de Román para visitar el predio en una reunión de CD por Zoom: “Si es un compañero de comisión, ¿por qué nos tiene que invitar a ir? Eso quiere decir que antes no podíamos hacerlo”. Y por otra parte mencionaron que un directivo que pertenecía al círculo de Ameal fue absorbido por Riquelme: el responsable del Departamento de Legales Orlando Giménez, que hoy pasa más tiempo en el Centro de Entrenamiento que en Casa Amarilla. “A ese no lo saluden más”, fue la directiva de Jorge Amor por haberse esfumado de su ala.
En Boca hay una versión instalada del poder dividido en dos: por un lado Ameal y por el otro Riquelme. “Hay un club en Ezeiza y otro en Casa Amarilla”, aseveraron. Todo lo que acontece en Ezeiza es por directiva y antojo de Román, que no tiene necesidad de consultar a la máxima figura institucional para tomar decisiones. Pese a que hace unos días la cuenta Boca Predio (lanzada por Riquelme y detonante para la renuncia de Mario Pergolini) publicó un video de Ameal en el inicio de la pretemporada del plantel profesional dentro las instalaciones y que, tras la renuncia del Vice Primero, el ídolo y el presidente se mostraron juntos viendo un partido de la Reserva en Ezeiza, a Infobae le aseguraron desde puertas adentro que todo fue una puesta en escena: “Ameal se entera de los refuerzos del equipo por la televisión”.
Si bien no trascendieron los nombres de los presentes, el jueves pasado en un hotel céntrico de la Capital Federal se reunieron al menos 20 directivos y allegados de Boca, entre los cuales estuvieron incluidos cuatro vocales y varios miembros de la Asamblea de Representantes. ¿De qué se habló? Analizaron cuestiones políticas, plantearon situaciones del día a día que consideran que no están bien manejadas por la cúpula y, además, pusieron al tanto a todos sobre el intento de descabezar a Palazzo. Hace semanas, ante la chance latente de que el presidente de la Mesa de Representantes abandonara su cargo, muchos miembros de la CD barajaron la idea de renunciar. Por ahora, todo sigue igual. La tensión persiste.
RIQUELME, TEVEZ Y EL FUTURO POLÍTICO
Hoy el fútbol es prioridad por los refuerzos y la preparación de cara a los cruces contra Atlético Mineiro por la Copa Libertadores. Pero en los próximos días habrá otra cita entre directivos disconformes con la gestión de Ameal, que sostiene la idea de mantenerse en el cargo hasta que su actual Vice Segundo se decida a tomar las riendas como mandamás. Tanto Riquelme como Ameal le abrieron las puertas del regreso al club -como directivo- a Carlos Tevez, que a esta hora baraja seriamente la chance de volver a ponerse los cortos fuera del país (¿se retirará definitivamente en la MLS?). La invitación de ambos fue meramente protocolar, ya que ambos tienen claro de que no existen posibilidades de que Carlitos se les una. Más bien todo lo contrario.
La oposición todavía no está reagrupando sus filas tras la contundente derrota en las urnas a fines de 2019, aunque promete empezar a hacer ruido el año próximo. Es probable que Mauricio Macri y Daniel Angelici no participen activamente -o sea, como candidatos- en las elecciones de diciembre de 2023 y frente a la necesidad de apostar por un nombre rutilante para una posible fórmula aparece el de Tevez. Esta es una posibilidad que el Apache no se plantea en este momento; no obstante, no la descarta a futuro. Si el panorama para el oficialismo no es alentador desde el plano deportivo (léase que Boca no gane la actual edición de la Libertadores y tampoco la de 2022) y el río sigue revuelto, habrá que imaginarse nuevas alianzas en el mediano plazo.
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