Brasil dio vuelta el partido y se llevó un gran triunfo por 2 a 1 ante Colombia. Aunque comenzó perdiendo por el golazo de Luis Díaz a los 10 minutos de partido, la Verdeamarela fue muy superior en el complemento y lo terminó ganando con los tantos de Firmino (32′) y de Casemiro (en el noveno minuto de adición).
Esta demora en el cierre del juego correspondiente al Grupo B de la Copa América se generó a partir del empate de Brasil, donde instantes previos al tanto de Firmino la pelota había pegado en el árbitro Néstor Pitana, provocando una gran confusión en los jugadores colombianos. Muchos de ellos, incluso, se quedaron detenidos a la espera de que el juez argentino anulara la acción y retrocediera aplicando un bote a tierra.
Sin embargo, a instancias del VAR, y luego de que transcurrieran varios minutos, el tanto fue convalidado. ¿Por qué fue una acierto esta decisión? El reglamento establece que si el rebote provocado por el árbitro desacomoda al equipo defensor, ahí sí debe anularse la acción aplicando el bote a tierra. Caso contrario, el árbitro debe dar la ventaja, como terminó sucediendo.
Fue Neymar quien remató la pelota al cuerpo de Néstor Pitana. Luego, Lucas Paquetá advirtió la orden del juez de que continuara la acción y abrió para la izquierda para el centro preciso de Renan Lodi a la cabeza de Firmino. El delantero de Brasil terminó convirtiendo con complicidad de David Ospina, quien tuvo una floja reacción al intentar desviar la pelota.
Por tal motivo, la regla dice que cuando el balón le pega al árbitro, si de ese rebote no se inicia un “ataque prometedor”, el juez debe dar ventaja. Es por ello que, según mi punto de vista, esta acción no desacomodó en absoluto a la defensa y no es que el rebote propició el gol. Está claro que si el VAR hubiera evaluado esto, se hubiera anulado, retrocediendo la jugada y aplicando el bote a tierra.
Es cierto que el gesto de Néstor Pitana genera confusión, porque amagó llevarse el silbato a la boca. Por este motivo, el juez argentino dudó y aguardó a que el VAR le confirmara el gol. Sin embargo, su decisión final de continuar el juego estuvo acertada y en este caso el error fue de los futbolistas colombianos que debieron seguir jugando. Un ejemplo claro en estos casos es cuando un línea levanta la bandera y la baja luego de que el árbitro decida continuar con la acción. Los jugadores deben continuar enfocados en el juego y no dejarse llevar por un ademán del árbitro en este caso.
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