Fue en diciembre de 2019 cuando Diego Armando Maradona se plantó. Fiel a su estilo, el Diez, que había revolucionado el Bosque meses antes con su llegada como entrenador, amagó con renunciar si Gabriel Pellegrino no continuaba al mando de Gimnasia y Esgrima La Plata.
“Si no sigue mi presidente, yo no sigo”, amenazó en más de una oportunidad. Y viniendo de Pelusa, no era una amenaza sino una clara advertencia de lo que con seguridad iba a ocurrir.
A partir de entonces, y tras varias reuniones entre la oposición y el por entonces oficialismo del Lobo, Gabriel Pellegrino participó de los comicios y fue reelecto con 2759 votos. Mariano Cowen (1458) y Salvador Robustelli (278), fueron quienes encabezaron las otras dos listas de campaña.
Lucas Licht, capitán de Gimnasia y Esgrima La Plata, fue uno de los que por entonces intervino de manera directa para tratar de convencer a Maradona para que no renunciara a su cargo de entrenador. Fueron varias las charlas que tuvieron en ese momento de ebullición electoral. Que no terminaron ahí porque en plena irrupción de la pandemia de coronavirus los diálogos continuaron.
Así lo confesó el propio futbolista al que Maradona calificó como “el mejor capitán” que tuvo en su carrera. En un adelanto de la entrevista con el El Var TV por Somos La Plata, Licht brindó un doloroso relato de aquellos tiempos. Los llantos de Maradona durante las videollamadas y por qué el capitán del Lobo no podía visitarlo a su casa.
“La gente que estaba con él te decía que no, que no era momento para ir, que él estaba descansando, que estaba durmiendo, que siempre por ahí estaba haciendo algo. Era una historia nueva todos los días, por eso no íbamos”, reconoció Licht en la nota que se publicará este miércoles.
“Teníamos ganas de ir por el momento de la pandemia. Hablábamos y me mandaba videos que salía a caminar por la casa, que estaba bien, que se iba recuperando. Él te decía ‘quiero que vengan a comer un asado conmigo’, pero bueno no se llegaba a resolver porque siempre o te cambiaban el número de teléfono de Diego o te decían que no era el momento, que estaba descansando. Se hacía difícil”, lamentó.
El famoso “entorno”, del que también se expresaron muchos campeones del 86, y con el que Licht no tuvo más contacto desde la muerte del astro el 25 de noviembre de 2020, fue el que truncó el tan ansiado encuentro de Maradona con sus dirigidos, o fundamentalmente, con “su capitán”.
“Sí, me pasó muchas veces que quise llamarlo. Por momentos le mandaba mensajes y cuando veías que ya no respondía... tenías que esperar que llame él porque ya era otro número. Eso pasaba cada un mes o un mes y medio”, concluyó Lucas Licht.
El triste desenlace es conocido por todos. Diego Armando Maradona murió en una casa del barrio privado San Andrés donde se recuperaba de una operación de un hematoma subdural. Los profesionales pidieron rápidamente asistencia: llegaron varias ambulancias al domicilio, pero no pudieron hacer nada. La noticia generó una fuerte repercusión mundial. Tenía 60 años.
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