Emiliano Martínez (6): seguro en el juego aéreo, con alguna imperfección en el juego con los pies. No tuvo grandes intervenciones, dado que Paraguay no logró traducir en jugadas de riesgo la tenencia en el segundo tiempo. Segundo partido con la valla en cero.
Nahuel Molina (6): mejor en ataque que en defensa, sobre todo en la etapa inicial, cuando rompió con sus trepadas (o se ofreció como distracción para Di María), pero al mismo tiempo sufrió con la velocidad de Almirón. En el complemento, con el equipo replegado, clausuró el lateral.
Cristian Romero (6): algunas dudas en el control del balón en el comienzo, luego se asentó y mostró la seguridad y jerarquía que lo convirtieron rápidamente en irreemplazable. En el complemento, sacó todo.
Germán Pezzella (6): como la defensa, de menos a más. En el primer tiempo, con Argentina más lanzado, alguna grieta al salir a cortar más lejos del área. Luego, más protegido, sólido y muy bien de arriba.
Nicolás Tagliafico (5): con altos y bajos; más allá de que Ángel Romero, cuando se tiró sobre su banda, no lo complicó. En su favor, fue uno de los que más se bancó el partido de largo aliento. Sobre el final, una proyección suya casi martilla el resultado y le inyecta alivio a la Selección.
Leandro Paredes (4): de lo más flojo de Argentina. Por momentos impreciso, entró en el circuito en los 20 minutos iniciales, y luego jugó incómodo. Fue amonestado por una entrada a destiempo y resultó reemplazado.
Guido Rodríguez (6): un relojito, como contra Uruguay. Siempre bien ubicado, juega simple con la pelota y le suma sacrificio. Marca y se ofrece como primera puntada. Le da mayor equilibrio al equipo, tanto cuando juega lanzado, como cuando retrocede.
Alejandro Gómez (7): un golazo, pinceladas del talento que muestra en el Sevilla (y antes en el Atalanta) y espíritu colectivo para asumir que debía retroceder por su banda. Buen recambio para el mediocampo o el tridente ofensivo.
Ángel Di María (8): la figura de Argentina. Zurdo volcado a la derecha, se combinó bien con Molina y desde su vértigo la Selección lastimó. Inteligencia, pausa y pase filtrado en el gol del triunfo. Un remate que forzó la estirada de Silva y visión táctica luego para volver en su lateral cuando Almirón generó preocupación. En nivel PSG.
Lionel Messi (6): los mejores minutos de Argentina fueron los mejores minutos de Messi. Metido incluso en la presión, con el cambio de ritmo de sus mejores épocas, arrancó la jugada del gol y casi convierte de tiro libre. Al seleccionado le anularon el gol en contra de Junior Alonso por una polémica posición adelantada suya. En el segundo tiempo, bien marcado y ya sin tanta chispa, se fundió y la Albiceleste lo sufrió. Así y todo, intentó un par de remates al arco.
Sergio Agüero (5): todavía falto de ritmo, se ofreció de espaldas, formó parte del pressing e inquietó. Casi anota a los 6 minutos de juego aprovechando una falla defensiva de Paraguay. Fabricó el tiro libre de Messi. Scaloni lo reemplazó en el amanecer del segundo tiempo.
Joaquín Correa (4): más preocupado por sus funciones defensivas que ofensivas, no incidió en ataque. Con entrega, mirada colectiva, pero poco del delantero resbaladizo que se destaca en la Lazio.
Rodrigo De Paul (5): le tocó entrar en el momento en el que Argentina no tenía la pelota. Cumplió en función defensiva y buscó capturar el balón para hacerlo correr.
Ángel Correa: ingresó sobre el final y se sumó a la resistencia por la banda derecha, presto para participar de una contra. Alguna gambeta con su sello.
Nicolás Domínguez: oxígeno en el epílogo para aguantar el resultado.
Lionel Scaloni (5): una vez más, la propuesta inicial es interesante, entusiasma a los hinchas. Y en el comienzo el equipo no sintió las ausencias de los jugadores que descansaron. Pero como en todos los partidos de 2021 (Eliminatorias y Copa América), la Selección retrocede tras ponerse en ventaja y cede el control del partido peligrosamente. Esta vez, no tuvo consecuencias en el resultado, pero deslució los buenos primeros 20 minutos de Argentina.
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