Marcos Rojo llegó a Boca con el fin de sentir nuevamente el calor del público argentino y seguramente estar cerca de la Selección. Hasta el momento su nivel no ameritó que Lionel Scaloni lo tuviera en cuenta para las últimas convocatorias pero él no pierde la esperanza. En diálogo con el Canal Oficial del club, comparó: “Jugar en boca es muy parecido a hacerlo en la Selección. Cuando estaba en Estudiantes o Inglaterra es más la ciudad, acá es como la Selección. Salís a la calle y todo el mundo es de Boca, se la pasan hablando de Boca. Prendés la tele y hablan de Boca. Esa es una linda presión que tenemos el jugar con esta camiseta”.
El defensor de 31 años ya se entrena en el Centro de Entrenamiento de Ezeiza a pesar de que recién el viernes que viene el plantel comenzará los trabajos e iniciará la pretemporada. Junto a Marcelo Weigandt, quien retornó de su préstamo en Gimnasia La Plata, se movió de forma particular y pretende llegar óptimo para estar a la par de sus compañeros luego de recuperarse de un desgarro en el aductor derecho.
“El equipo se tomó vacaciones pero yo aproveché a meterle porque venía de una lesión. La idea con los médicos y cuerpo técnico era seguir entrenando para llegar lo mejor posible y hacer una gran pretemporada. Y poder afrontar el torneo ya sin lesiones y todo lo que vino pasando en este tiempo”, expresó el ex Manchester United, que apunta a mejorar en la parte física, aeróbica y de gimnasio para estar al 100 por ciento.
Sobre el aspecto personal, reconoció: “Mi familia y mi señora me querían matar (por volver antes de las vacaciones), pero yo quiero jugar al fútbol y hacer las cosas bien. Tengo que estar bien en la parte física porque tengo 31 años”. Y completó: “En la parte futbolística pasé muchas cosas, experiencias y grandes clubes. Lo único que me falta es ponerme bien en la parte física. La decisión fue un poco fácil, ya lo venía pensando y con la lesión sobre los últimos partidos los médicos me dijeron también y se pusieron contentos por mi decisión”.
Enfocado en los compromisos que tendrá el equipo de Miguel Ángel Russo en el próximo semestre con la Libertadores como faro, manifestó: “Vienen partidos importantes, ahora arranca lo más lindo de la Copa y hay que estar bien. Nos tocó un rival duro pero cualquiera que nos tocara iba a ser difícil porque están los mejores. Hay que preparase, estar listos”.
Y concluyó: “Boca es un grande, toda la vida compitió al máximo. Siempre estuvo en finales, semifinales mínimo. Vos decís ‘tocó Mineiro, un brasilero’ y lo que sea, pero ellos también dicen ‘nos toca Boca’ y seguro están igual o más preocupados que nosotros”.
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