El triunfo del mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez la pasada semana en el Gran premio de Fórmula Uno de Azerbaiyán le llegó al piloto en un momento en que su marca comercial vuela a velocidad de monoplaza y es considerada por los especialistas como la más sólida de México y una de las más influyentes en América Latina.
Pérez, de la escudería Red Bull, sacó las mejores prestaciones de una carrera loca, en la que partió en el sexto lugar y aprovechó las condiciones para imponerse al alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) y del francés Pierre Gasly (Alpha Tauri).
El golpe puso al corredor en el tercer lugar de la clasificación de pilotos que lidera el holandés Max Verstappen, su compañero de equipo, con quien comparte en primer lugar en el ránking de constructores.
Fue el de Azerbaiyán el segundo triunfo del mexicano después de haber ganado en Sakhir, Bahréin en noviembre pasado, lo cual le permitió convertirse en el primero con triunfos en escuderías diferentes desde 2014, cuando empezó en Fórmula Uno la era de los motores turbo híbridos.
“Checo es una de las mejores marcas en la última década en México, es una marca que compite en un campeonato de mucho prestigio. En el tema personal ha cuidado bien su nombre, su imagen pública y su relación con medios y patrocinadores”, explicó a Efe Javier Salinas máster en administración de negocios.
UN ‘PICAPIEDRAS’ AL VOLANTE
La historia del mexicano es la de un hombre que aceptó picar piedras durante 10 años en la Fórmula Uno, es un ejemplo de perseverancia de quien apostó a ser contratado por una escudería de primera fila y lo logró el fin de año pasado cuando Red Bull confirmó que tendría un lugar en el equipo junto Verstappen.
El piloto debutó en Fórmula Uno en 2011 con Sauber, emigró en el 2013 a McLaren y luego pasó por Force India y Racing Point, antes de ser merecedor de un asiento en el protagonista Red Bull.
Salinas explica que una cosa es el deportista como marca y otra, sus resultados, pero son dos cosas que se pueden complementar, como sucedió con Pérez, nacido en Guadalajara, que en los años duros cuando apenas figuró, mantuvo un cuidado a su marca, que ahora brilla en coincidencia con sus triunfos.
“Hoy Checo es la mejor marca mexicana y de las mejores en Latinoamérica. El campeón mundial de Boxeo Saúl ‘Canelo’ Álvarez sería la segunda. Está detrás de Sergio porque la Fórmula Uno tiene más exposición y es más conocida globalmente que el boxeo”, opinó el especialista.
Con sus triunfos, Pérez ha provocado que millones de mexicanos se desvelen para ver de madrugada las competiciones del circuito, algo de gran valor porque en niveles de preferencia en el país el automovilismo está lejos del fútbol, el béisbol de Ligas Mayores, el fútbol americano y el baloncesto de NBA.
Sergio Pérez es apoyado por una miríada de patrocinadores entre los que sobresalen el gigante de telecomunicaciones América Móvil, propiedad del magnate mexicano Carlos Slim, y empresas de gran prestigio en México como Telmex y Telcel, líder en las comunicaciones telefónicas, la marca de lentes Xades, el grupo de aseguradoras Interprotección y la financiara Unifin, entre otras.
“Puede tener más patrocinadores, pero eso puede ser negativo porque va en detrimento. En el ambiente de la Fórmula Uno hay que cuidar el número y la calidad de los patrocinadores. Si Sergio se lo propone podría tener más, pero está en un momento en el que hay que cuidar bien la marca”, concluyó Salinas.
UNA MARCA MULTIPLICADA POR DOS
El académico y consultor Ramón Carazo explicó a Efe que la marca de Serio Pérez posee un alcance comercial más allá de su país y reina en millones de mexicanos en Estados Unidos.
“Sergio tiene una dualidad, el mercado de los mexicanos es dual. Es una de las marcas mexicanas más emblemáticas porque para sus compatriotas en Estados Unidos representa un campeón en un deporte difícil, que le está dando un lugar a México. Además, la Fórmula Uno es un deporte de alto riesgo y eso le da más reconocimiento”, opina.
Checo tiene 11 podios en Fórmula Uno, dos primeros, tres segundos y seis terceros; su primera victoria, en Sakhir, representó el triunfo de un mexicano por primera vez en 50 años, lo cual le dio una aureola de héroe, fortalecida la semana pasada en Azerbaiyán.
“Aunque el automovilismo en México no es tan popular como en Argentina o Brasil, cualquier triunfo de mexicano en el extranjero es celebrado. Lo que va logrando le permite tener una marca que trascienda, la podría comparar con la campeona de golf Lorena Ochoa en su momento”, agregó.
Entre diciembre y mayo de este año, Pérez tuvo casi 300,000 nuevos seguidores en twitter y es de los preferidos en las demás redes sociales. Se calcula que sus patrocinadores han invertido casi USD 100 millones en sus más de 10 años en el circuito, pero lo están desquitando por tratarse de uno de los grandes campeones mexicanos del momento.
Por lo pronto, el monoplaza RB16B del Checo es un auto confortable. El corredor ya lo domina y se esperan nuevos triunfos suyos. A la par el piloto pisa fuerte otro campeonato, el del empuje de su marca comercial, que rueda veloz entre las preferidas de los consumidores de la Fórmula Uno.
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