Melisa Gretter es una referente del básquet argentino. Aún a sus jóvenes 28 años ha logrado convertirse en una de las figuras destacadas de una selección nacional que busca volver a brillar luego del parate que impuso la pandemia de coronavirus. La gran oportunidad para retomar el ritmo de competencia será a partir del próximo viernes 11, cuando el combinado albiceleste dispute en Puerto Rico una nueva edición de la Americup, el certamen que reúne a los mejores equipos del continente.
“Hace varias semanas que estamos entrenando. Algunas empezaron antes y luego nos fuimos sumando las que estábamos en Europa. Los entrenamientos son muy duros, mañana y tarde, y estamos intentando pulir los detalles y adaptándonos a las pretensiones de juego que quiere implementar el cuerpo técnico”, contó a Infobae la base que juega en el club Estudiantes de Madrid.
Luego de que el entrenador Gregorio Martínez seleccionara a las 12 jugadoras que integran la nómina definitiva, Las Gigantes emprendieron el viaje hacia Puerto Rico. Allí integrarán el Grupo B de la competencia, junto a Estados Unidos, República Dominicana, Venezuela y el seleccionado local. El debut será ante las dominicanas, el viernes 11 de junio.
“Tenemos las mejores expectativas. Sabemos que es un torneo donde hay grandes equipos, pero cualquiera se puede llevar la clasificación y nosotras vamos a buscar estar entre los cuatro mejores. Ahora estamos pensando en nosotras, en armarnos como grupo y ya los entrenadores irán pasando el scouting y la manera en la que vamos a enfrentar a cada equipo”, señaló Gretter respecto de un certamen que dará cuatro plazas para competir en uno de los cuatro torneos Clasificatorios para el Mundial del 2022.
A la hora de nombrar las principales fortalezas de la selección argentina, la nacida en Rafaela no duda: “La agresividad, la garra y el corazón”, sostiene. También destaca la unión que se ha dado entre las jugadoras de mayor experiencia y las más jóvenes, “que traen nueva energía al equipo”.
El desafío del equipo que dirige Martínez no es solamente quedarse con una de las plazas que dará la Americup, sino también encontrar cierta regularidad en los desempeños y los resultados. En los últimos tres años el conjunto argentino ha tenido altas y bajas: en 2018 se consagró campeón en el torneo Sudamericano de Colombia luego de 70 años, pero en el Mundial de España no pudo atravesar la primera fase. La última competencia oficial fue en noviembre del 2019, en las ventanas clasificatorias para el Preolímpico. Se jugó en Bahía Blanca y Argentina sufrió tres derrotas consecutivas ante Estados Unidos, Colombia y Brasil. Luego vino la pandemia de coronavirus y la interrupción de las competencias.
“Lo importante es que el básquet femenino está creciendo y que Argentina puede salir a muchos torneos. Hay muchas cosas para mejorar y nosotras como jugadoras junto al cuerpo técnico estamos dispuestas a hacer nuestra parte para que eso pase”, recalcó Gretter, que renovó contrato con el Estudiantes de Madrid, por lo que en la próxima temporada volverá a ser parte de la Liga Endesa.
Consultada sobre su actualidad a nivel personal, la base explicó: “Me siento en un momento muy lindo. Después de muchos años volví a estar en una liga tan importante como es la española y estoy muy feliz, disfrutando Hoy soy una Melisa Gretter más resiliente y más madura, pero con la misma ilusión de seguir mejorando como cuando era chica”.
Queda claro que la elección de Florencia Chagas en el draft de la poderosa WNBA de Estados Unidos fue un hito en la actualidad de un básquet femenino argentino que empieza a dar que hablar en el mundo. “Hoy somos varias las que pudimos dar el salto a Europa, tanto en Italia como en España, y eso es muy bueno para el básquet nacional. Por el otro lado creo que estaría bueno que en Argentina se hiciera una liga más profesional para que no todas tengamos que salir del país en busca de seguir mejorando. Sin embargo creo que el hecho de que varias argentinas podamos salir a competir en Europa quiere decir que estamos haciendo las cosas bien”, enfatizó Gretter.
La concentración previa a la Americup se realizó en Buenos Aires bajo un estricto protocolo para evitar contagios en el marco de la pandemia de coronavirus. Las jugadoras estuvieron alojadas en un hotel, fueron testeadas y se les recomendó el uso del barbijo y la limpieza de manos frecuente. Aún a pesar de todas las dificultades para llevar adelante la competencia, la capitana valoró: “Es difícil hacer una concentración en este marco, pero es el momento que nos toca atravesar y tenemos que cumplir con todas las medidas para estar lo más saludables posible y para poder hacer lo que nos gusta, que es entrenar y jugar”.
A horas de saltar a la cancha para iniciar un desafío con los colores celeste y blanco, Gretter dejó en claro cuál es el escenario del básquet femenino argentino y qué pueden aportar las jugadoras para seguir en el camino del crecimiento: “Las cosas están mejorando y se están dando buenos pasos. Creo que tener una liga profesional ayudaría muchísimo para que el básquet femenino siga creciendo, no sólo para las que estamos en Europa, sino para las que vienen de abajo, que necesitan una liga competitiva para seguir creciendo y para ganar experiencia. En cuanto a la selección, no nos podemos quejar: este año tenemos un staff técnico más grande, con cuerpo médico, alojamiento y buena alimentación. Seguro que hay cosas para mejorar y, en la medida en que estemos acá, nosotras daremos nuestro punto de vista para eso”.
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