“Sí, hay Tevez para rato. Yo no tengo pensado hoy dejar de jugar. Por mi viejo, por mi vieja, por mi familia. Voy a seguir en Boca, voy a seguir intentándolo porque creo que estoy bien físicamente. No tenemos mucho tiempo de parate, es una semana nomás donde no perdés lo físico. Tuve un año durísimo en el ámbito familiar y creo que lo hice muy bien dentro de la cancha. Todavía puedo dar y seguir”. Una terminante oración detrás de otra. Carlos Tevez, rozagante tras el último título que ganó en el club, tenía un claro parecer. En cuestión de meses hubo un giro de 360 grados y hoy anunció que se aleja del club y –por ahora– de la actividad.
¿Qué pasó para que el Apache revirtiera radicalmente su postura? Existen cuatro razones puntuales que lo llevaron a cruzar la puerta de salida.
1. EL DESGASTE PERSONAL
Tevez convivió durante casi toda la pandemia con el delicado estado de salud de su padre Segundo, que falleció a fines de febrero, un mes después de que Boca gritara campeón ante Banfield por la Copa Diego Maradona. Por esta situación tuvo un agotamiento mental en el ámbito personal que no lo dejó enfocarse plenamente en lo profesional. Así y todo se mantuvo como uno de los mejores valores del equipo y fue figura en reiteradas ocasiones.
Contó con el apoyo del cuerpo técnico y el Consejo de Fútbol para manejarse con libertad ante los compromisos de turno y por eso no se despegó de su círculo íntimo en ningún momento. Pero inconscientemente esto empezó a pesarle. Y en las últimas dos semanas le fue imposible de sobrellevar. A los 37 años, tener la mochila pesada de ser líder futbolístico y grupal de un equipo como Boca pudo más. “Habrá una Libertadores más, sí. Me voy a quedar”, dijo hace meses. Lo que no sabía allí era que dejaría la actividad a la mitad de la competencia. “No tuve ni tiempo de llorar a mi padre que a la semana tuve que estar jugando y no es normal. Necesito estar con mi mamá, hace tres meses se me fue mi viejo”, reconoció él mismo en la conferencia de despedida.
2. EL MAL PRESENTE FUTBOLÍSTICO DEL EQUIPO Y LA INCERTIDUMBRE POR EL FUTURO
Boca no dio pie con bola en la fase de grupos de la Libertadores (se clasificó en la última fecha en el segundo lugar de la zona) ni el campeonato local, pese a haber sido escolta de Vélez en la fase inicial y eliminar a un River debilitado por el coronavirus en los cuartos de final en la Copa de la Liga Profesional. Desde los números hubo poco para criticarle al elenco de Russo; el nivel futbolístico estuvo muy por debajo de lo que se espera de un plantel con su riqueza.
A Boca se le vienen compromisos importantes: además del nuevo torneo local, se medirá con River en los octavos de la Copa Argentina e irá ante Atlético Mineiro por los octavos de una Libertadores en la que puede haber otro Superclásico en cuartos. El plantel azul y oro está diezmado y carece de recambio en varias posiciones. Entonces, en caso de sufrir eliminaciones, el principal apuntado iba a ser Tevez, que podía prolongar su vínculo automáticamente hasta diciembre. Esto fue estudiado a la perfección por el ídolo que convirtió el gol que le dio el último título de Superliga ante su público a la institución. De ahora en más, ¿quién será el primer responsable ante cada derrota?
3. LA GUERRA FRÍA CON RIQUELME Y EL CONSEJO DE FÚTBOL
De entrada no hubo feeling entre los ídolos. Y mucho menos entre Tevez y los laderos de Riquelme. Fueron el Patrón Bermúdez y Raúl Cascini los que dijeron que era un “ex jugador” cuando llegaron al club. Y más tarde el colombiano lo cruzó fuerte en las redes sociales aduciendo que había empezado a jugar políticamente para la oposición. Román tuvo que intervenir para que su renovación llegara a buen puerto a mediados de 2020. Pero fue una tregua con fecha de caducidad.
El Consejo siempre supo que tenía a un hombre que pensaba distinto en casa pero el rendimiento de Tevez lo mantuvo como intocable incluso hasta las últimas competiciones. Riquelme y compañía, ante su partida, se liberan del último gran bastión de la era Angelici y empiezan a formatear el plantel desde cero como proyectaron desde un primer momento. Tevez no descartó volver a trabajar en el club aunque no será al lado de los actuales mandatarios. Sin embargo, en la conferencia de despedida hubo bandera blanca: el Apache les agradeció y hasta se dio un abrazo público con Riquelme.
4. ¿ASPIRACIONES POLÍTICAS?
Resulta imposible aseverarlo hoy, pero desde el ala opositora apuntan a Carlos Tevez como caballito de batalla pensando en las elecciones de fines de 2023. El Apache siempre fue cercano a Mauricio Macri y fundamentalmente a Daniel Angelici, mandatario en la gestión anterior. Desde la asunción de Jorge Ameal y Juan Román Riquelme se mantuvo al margen del debate político pero no hay que descartar que lance su carrera como directivo en el futuro a mediano plazo.
De hecho en la entrevista en la que anunció públicamente que renovaría vínculo con Boca (a principios de julio de 2020) dejó entrever que ser candidato a presidente era una de las posibilidades en el futuro. En las próximas semanas descansará junto a su familia en Estados Unidos y más adelante definirá qué hará de ahora en más. “Me gustaría retirarme en Boca, ya me queda poco. Empezaré a estudiar, a prepararme... ¿Para qué? Para técnico, para ver qué voy a hacer. Uno tiene que estar preparado”, mencionó en enero Carlitos, abriendo el abanico. Cuando le preguntaron por este tema en la conferencia, Tevez mostró su fastidio y evitó expresarse sobre sus deseos políticos, más allá de que en el 2018 él mismo confesó que le gustaría ser presidente del Xeneize en algún momento.
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