“El peleador argentino tiene que pasar por muchas cosas para llegar a UFC. Nunca nadie viene o vino a darte una mano, uno tiene que jugársela con su camiseta. La mayoría no nacimos en cuna de oro”, reconoce a Infobae el peleador argentino Laureano Staropoli en la previa a su presentación dentro del UFC Fight Night 189.
El oriundo de La Plata se enfrentará al georgiano Roman Dolidze en lo que será su quinto combate (2-2) dentro de la compañía más importante de artes marciales mixtas con la intención de llevar a la Argentina a lo más alto. Éste será un “nuevo comienzo” para él después de cambiar de categoría y pasar de peso welter a peso mediano.
Sin embargo, para alcanzar su objetivo y llegar adonde está hoy, tuvo que sortear distintos obstáculos, sobre todo en lo económico, al entender que si quería estar a la altura de los grandes, debía a emigrar del país.
De repartir volantes a ocupar un lugar en la policía bonaerense en 2015. Siempre con la meta entre ceja y ceja, Pepi lo consiguió y se siente orgulloso del camino recorrido. “Hoy estoy en un lugar privilegiado en base a sacrificio, esfuerzo y disciplina”.
“Uno para poder mantener su carrera tiene que salir a trabajar. Trabajé de todo para poder estar en el lugar donde estoy hoy. Hice de todo. Repartí volantes, trabajé de bachero limpiando platos y copas en restaurantes, trabajé de peón de albañil, de ayudante de seguridad, de repositor en el supermercado chino... El último que tuve fue en la Policía”, repasa Staropoli, de 28 años. “No me avergüenzo de nada , todo en mi vida fue un aprendizaje y sigo aprendiendo todos los días”.
“En la Policía estuve tres años. Nunca en la vida se me ocurrió ser policía, pero necesitaba un trabajo que me pudiera dar la oportunidad de irme afuera, porque yo no iba a juntar esa plata trabajando de repositor en un supermercado para bancar mi carrera e irme a Brasil como decidí hacerlo. Por eso me metí en la Policía local de la ciudad de La Plata, tuve que trabajar mucho mientras entrenaba al mismo tiempo”, reconoce el peleador, que en más de un episodio utilizó sus conocimientos en artes marciales mixtas para reducir a delincuentes.
“Tuve la oportunidad de reducirlos usando el Jiu Jitsu, con mis habilidades y sin tener que golpear o lastimar a nadie. Creo que es algo que necesita hoy por hoy la Policía. Es una herramienta que necesitan para poder desenvolverse mejor en su trabajo, porque si para reducir a alguien lo termina golpeando o lastimando, después el que se termina metiendo en un quilombo es uno por no hacer su trabajo de manera correcta”, considera.
A pesar de verse obligado a instalarse en Brasil para continuar su camino (cuna de los luchadores sudamericanos en las grandes compañías de MMA), Pepi siente un gran sentido de pertenencia con Argentina y así lo demuestra en cada presentación.
Los fanáticos de UFC saben que cada vez que se apagan las luces en el estadio y comienza a sonar el himno nacional argentino, Staropoli va a salir a escena enfundado en la bandera celeste y blanca. Laureano, además, lleva los sellos de la argentinidad en su piel, mientras que en el brazo derecho lo acompaña un retrato de José de San Martín en el puño izquierdo se estampó el escudo nacional.
“Me siento 100% producto argentino por más de que hoy esté viviendo en Brasil. Estoy trabajando muy duro para que el día de mañana los chicos que practiquen MMA no tengan que irse a otro lado y puedan entrenar en Argentina”, señala.
A todo eso hay que sumarle su fanatismo por Diego Armando Maradona, ícono del deporte argentino en el planeta y a quien le dedicó un emotivo mensaje en sus redes tras su fallecimiento el 25 de noviembre del 2020. “El Diego es uno de mis mayores referentes. Él significa mucho, mostró que se puede ser el mejor del mundo en lo que quieras saliendo desde abajo, saliendo de la villa sin tener nada. Ese esfuerzo y sacrificio que hizo... No importa en las condiciones sociales que uno nació o creció, no importa si saliste de una villa, si naciste pobre o con pocos recursos. El poder de la mente, de la convicción y del esfuerzo, va a hacer que consigas o ganes lo que quieras conquistar en tu vida”.
Con el fútbol entre sus otras pasiones, y como seguidor de Estudiantes de La Plata, reconoce que, “Lo de Diego en Gimnasia fue maravilloso. Diego es Argentina”.
Éste sábado 5 de junio Laureano teñirá el octágono de celeste y blanco cuando se suba a enfrentar al georgiano Dolidze en su debut dentro de una nueva categoría para él: “Para mi es mucho mejor porque es un peso que lo doy fácil. Llego mucho más tranquilo y relajado para pelear en esta nueva división. Antes peleaba en las 170 libras (77 kilos) y ahora peleo en 185 (84K). Es otro desgaste. Antes en la semana de la pelea tenía que cortar 10 kilos y ahora voy a tener que cortar solo 5. Es un estrés mucho menor que sufre el cuerpo”.
Con respecto a cuál es su objetivo dentro de UFC, el argentino lo tiene muy claro: “Primero voy a salir a terminar la pelea, voy a salir a buscar el nocaut para toda mi gente y para tomo mi pueblo. Voy a mantenerme en esta categoría, y a futuro el objetivo es ser campeón del mundo y poder llevar el título a la Argentina”.
En el Apex de Las Vegas Pepi volverá a compartir un evento con su compatriota y amigo Santiago Ponzinibbio, al igual que lo hizo el 17 de noviembre del 2018 cuando UFC se presentó en el Estadio Mary Terán de Weiss (Parque Roca) de Argentina.
“Los dos somos de La Plata y de Estudiantes, así que venimos de la escuela de Bilardo. Nos vamos a traer suerte uno al otro, como en Buenos Aires, que los dos ganamos y los dos nos llevamos el bonus a la mejor performance del día. Le tengo una admiración muy grande, lo respeto mucho y lo aprecio como peleador y como atleta”, comenta sobre Gente Boa, que se subirá a la jaula para enfrentar a Miguel Baeza con la intensión de quebrarle el invicto.
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