Llegó a Boca en 1995 como una exótica incorporación en tiempos donde el peso argentino tenía paridad con el dólar estadounidense. Fueron dos años y medio los que Alphonse Tchami estuvo en el club de La Ribera, pero lo marcó al punto de conservar arraigos de la Argentina luego de 24 años. Tal es así que en su última historia en Instagram el ex delantero camerunés publicó que tiene una familia de perros dogos argentinos a los que bautizó con nombres de ex compañeros en el Xeneize.
Son seis cachorros a los que les puso los apodos de algunos de los ex futbolistas de la entidad azul y oro: “El Beto”, por Alberto Márcico; “El Kily”, por Cristian González; “El Colo”, por Carlos Mac Allister; “El Manteca”, por Sergio Martínez; “El Negro”, por Fernando Gamboa; y “El Cani”, por Claudio Caniggia.
Pero con la madre de los pequeños le rindió un homenaje al estadio donde se ganó el corazón de los hinchas de Boca: le puso “La Bombo”.
En los videos que posteó aparece jugando con los perros y eso generó furor en los hinchas del Xeneize que hoy lo recuerdan con mucho afecto. Es que él también demuestra su sentido de pertenencia con Boca en la mencionada red social. En la foto de perfil aparece con una camiseta azul y oro con el número 9 y su nombre.
De sus 34 publicaciones, 25 de ellas están dedicadas a su paso por Boca o algún mensaje como su pésame por la muerte de Silvio Marzolini, quien lo dirigió en su llegada al club. O su buena relación con Márcico y Blas Armado Giunta. Con el ex Ferro y Gimnasia y Esgrima La Plaga se llevó muy bien porque el Beto, debido a su etapa en el fútbol francés (Toulouse FC), manejó bien ese idioma (lengua oficial de Camerún) y le ayudó al ex delantero a adaptarse.
También con Juan Román Riquelme, con quien compartió plantel en los inicios del actual vicepresidente del club. Con JRR guarda un recuerdo especial: el 24 de noviembre de 1996 frente a Huracán, en La Bombonera, le dio el pase al ex volante quien marcó su primer tanto en Primera División.
Y en la red social hasta aparece con un cuadro de Carlos Bianchi, más allá de que no llegó a dirigirlo.
El camerunés llegó del Odense BK y su irrupción en el fútbol argentino rompió los esquemas porque no era común que un jugador africano llegue al fútbol argentino. Debutó el 24 de febrero de 1995, en la victoria 2-0 ante Banfield. Fue bienvenido en el ambiente por su simpatía y pronto se metió en el corazón de los hinchas.
Disputó en el club 59 partidos y convirtió 14 goles, el más importante fue el que le marcó a River Plate en un Superclásico en el Monumental, en la victoria por 4-2 en la penúltima fecha del Torneo Clausura 1995. Estuvo dos años y medio y se dio el gusto de compartir el campo de juego con Diego Armando Maradona.
A mediados de 1997, debido a que estaba relegado por el resto de los atacantes, se marchó a Hertha Berlín de Alemania.
Alternó la titularidad, pero fueron más las veces que arrancó desde el banco. Era robusto, potente y de mucha entrega, aunque con poca técnica. Sin embargo, cada vez que Boca tuvo un partido difícil o debió remontar un resultado, fue común que sus hinchas pidieran por el ingreso de Alphonse.
Tchami siguió jugando hasta los 34 años y se retiró en 2005 en el RC Épernay Champagne de Francia. Luego fue mánager de su selección y en 2017 visitó por última vez la Argentina con el objetivo de realizar un partido amistoso con la Albiceleste. En su equipo nacional es el sexto goleador histórico con 21 tantos.
Hoy tiene 49 años, y disfruta de su vida con fuertes arraigos de sus años en el país sudamericano. Tiene a sus cachorros dogos cuyos nombres demuestran el cariño que siente por Boca.
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