La celebración de Copetti tras anotar el penal decisivo
San Juan se tiñó del albiceleste: Racing eliminó a Boca por penales (tras igualar 0-0 en los 90 minutos) y accedió a la final de la Copa de la Liga Profesional. La Academia fue más efectivo desde los 12 pasos (se impuso por 4 a 2). El encuentro no ofreció demasiadas emociones: todas se concentraron en la gran definición.
Y los penales ofrecieron varias “perlitas”. Una de ellas se dio en la ejecución de Carlos Tevez. El Apache, capitán xeneize, apostó a un remate furioso, arriba y al medio. Pero su intento dio en el travesaño. Tal fue la potencia que llevaba que, tras el rebote, el balón hizo una parábola alta y terminó a la altura del mediocampo; toda una curiosidad.
En un certamen en el que cinco de los seis cruces de eliminación directa se resolvieron en los penales, resulta lógico que los cuerpos técnicos estudien en profundidad a los posibles ejecutantes de los adversarios. Racing, al menos, consiguió eludir las previsiones de Agustín Rossi, quien solo logró tapar (y adivinar la punta) en el tiro de Fabricio Domínguez. Es que, con astucia, los lanzadores de la Academia innovaron.
“Fue un tema más de decisión del momento, porque ellos tenían muchos remates y fui por el lado de donde más patearon”, explicó el ex Chacarita. Sin embargo, fastidioso porque no lograba hacerse héroe como ante River, tras uno de los goles sufridos miró hacia el banco e hizo el gesto indicando que le estaban cambiando las puntas respecto de lo estudiado.
Y una tercera perla está relacionada con Chila Gómez, la figura inesperada del conjunto de Juan Antonio Pizzi. Ya en el partido, tuvo tres intervenciones clave, incluyendo el tiro libre postrero de Carlos Tevez que rechazó al córner.
Pero en los penales se iluminó para contener hacia su derecha el remate del Pulpo González, potenciando la falla anterior de Tevez. Y señaló al Negro José Ramírez, entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Pizzi.
En la arenga previa a los penales, se escuchó que alguien le dijo que estuviera tranquilo porque Gabriel Arias (ausente junto a Mena porque fueron citados a la selección de Chile) lo “había preparado”. En efecto, a Gómez no le pesó la responsabilidad y mucho tuvo que ver el apoyo de su colega y compañero. “Le mangueé una camiseta de Chile, ja. Antes de viajar, me dijo que estuviera tranquilo, con confianza. Es un tipazo, siempre nos está alentando”, contó Gastón Gómez tras su tarde de gloria.
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