Caruso Lombardi contó la odisea que sufrió por el COVID-19: “Estuve dos días en la guardia porque no había camas; tengo mucho miedo porque es un bicho muy traicionero”

El entrenador de 59 años dijo que ya le sacaron el oxígeno, pero que permanecerá internado varios días más

Guardar
Caruso Lombardi relató la odisea que vivió por el COVID-19

Ricardo Caruso Lombardi fue quien confirmó este jueves que debió internarse en el Sanatorio de la Trinidad de San Isidro a raíz de una complicación en su cuadro de coronavirus. El entrenador de 59 años dio positivo a los testeos el jueves pasado luego de la visita de un familiar que reside en Junín, según relató el ex conductor de Belgrano de Córdoba. Si bien el último domingo estuvo presente vía Zoom en uno de los programas del que forma parte y habló sobre su estado de salud, el panorama de las últimas horas lo obligó a trasladarse hacia un centro asistencial para ser monitoreado de cerca.

“Hasta el domingo la fui llevando, solo con la tos. Pero el lunes tuve un poquito de recaída. Es bueno que la gente sepa cómo es la cosa. Cambié una lamparita y arreglé una cortina y a partir de ahí empecé a toser más. El médico me dijo que por eso te prohíben el mínimo esfuerzo, tenés que hacer reposo absoluto porque con tus movimientos hacés que se expanda el pulmón y los bichos se empiezan a manejar”, expresó el Tano en diálogo con Fútbol Continental por radio AM 590.

Desde ese entonces, Caruso relató la odisea que sufrió debido al COVID-19. “Fui a la guardia porque tenía mucha tos y me hicieron una tomografía. Un dato importante que me dijeron los médicos: el 95 por ciento se agarra neumonía bilateral. Lo que pasa es que algunos lo cursan más leves que otros. Me dejaron más de dos días ahí porque no había lugar para internarme. Tomé antibiótico y la verdad que la pasé muy mal. Tres veces terminé todo mojado y empapado en la cama. Al otro día me pusieron el oxígeno, pero por suerte ya me lo sacaron”.

El entrenador de 59 años reconoció que aún siente “mucho miedo porque es un bicho muy traicionero”, y que los propios médicos no pueden asegurarle que vaya a salir. “No te lo dicen, aunque te vean bien porque no saben si vas a empeorar. No es algo seguro cómo te sientas. Tengo que hacer ejercicios y hablar mucho para que mis pulmones estén en movimiento”.

El mensaje en su cuenta
El mensaje en su cuenta de Twitter con el que Caruso Lombardi confirmó su internación, a raíz de una complicación de su cuadro de coronavirus

“Soy muy rompe y le pregunto de todo a los médicos, quiero saber que nos está pasando. Me contaron que mucha gente grande ya no viene y que casi no tienen internados. Sí que son bastante los de 50 ó 60 años, que son los que empezaron a vacunar recién. En estos días empezó a caer mucha gente joven. De hecho, hoy internaron a tres chicos de unos 30 y tres chicas de 20. Ahora ya está tocando al que venga. Hay gente que la zafa, pero muchas personas no”, continuó el ex entrenador de Belgrano de Córdoba.

Sobre su estado de salud, pese a que mejora considerablemente, reconoció: “Me doy cuenta que me voy a quedar muchos días internado. La tos es lo último que se me va a ir. La única manera que te sacan es cuando saturás bien. Al hacer los ejercicios, te levanta mucho la saturación cuando eso pasa te sacan el oxígeno. Sin eso, si seguís saturando bien ahí te dejan dos días más sin oxígeno y te controlan sin nada. A ver cómo respondes”.

Caruso Lombardi insistió en la dificultad de conseguir camas y en cómo los médicos sufren por la cantidad de pacientes que tienen que atender a diario. “Tomen conciencia de todo este desastre. Ellos están indignados porque no entienden cómo hay gente que todavía dice que es mentira lo del COVID-19. ‘Hace un año y medio estamos peleando contra todo y los escucho y me quiero matar’, me dicen. Y es verdad, no hay dudas de nada en esto”.

Para terminar, el Tano agradeció las muestras de afecto y los mensajes que recibe constantemente. “Eso me ayuda a estar ocupado y voy a responderles a todos“, prometió. Sin embargo, reconoció que la situación que atraviesa lo preocupa y mucho, sobre todo a su familia.

“Ves los ojos nomás cuando vienen porque están todos tapados, pero te sentís mal, no es fácil. Hay que llevarla. Yo mejoré algo, pero mis hijos me llaman y están asustados porque cuando te internan lo primero que pensás es que entrás y no sabés si salís. A mucha gente amiga le dieron la cajita con las cenizas y es muy duro eso. Mi hijo más grande se la pasó llorando. No es fácil, hay mensajes que te emocionan”, concluyó.

SEGUIR LEYENDO:

Guardar