River escribió una página histórica en el fútbol mundial con el triunfo por 2 a 1 ante Independiente Santa Fe de Colombia. El Millonario se quedó con la victoria con la presencia de Enzo Pérez en el arco (quien además jugó con una distensión muscular en la pierna derecha), y sin cambios como consecuencia de las 20 bajas en su plantel por los casos positivos de COVID-19.
El equipo de Marcelo Gallardo, a pesar de todos los contratiempos, quedó primero en el Grupo D de la Copa Libertadores con 9 unidades por encima de Fluminense (8), Junior de Barranquilla (6) e Independiente Santa Fe (2).
En la noche heroica del Monumental hubo un testigo privilegiado. Se trata de Mateo Raschia, arquero de la Séptima que fue el alcanzapelotas que estuvo detrás de la valla que defendió el experimentado mediocampista. El joven que llegó al club a los 9 años y está instalado en la pensión habló con el programa radial Cómo te va y dio detalles de la inolvidable jornada que observó desde el campo de juego.
“Ayer fue mi primera vez como alcanzapelotas. Antes de que comenzara el partido, Enzo me dijo que rece mucho”, reveló entre risas. El momento en el que Fabrizio Angileri abrió el marcador en el primer tiempo representará un recuerdo imborrable en el chico que en el futuro buscará ponerse el buzo que actualmente usa Franco Armani. “Cuando hizo el gol, me abrazó y fue un abrazo entre un hincha de River y otro hincha de River. Y cuando terminó ese abrazo se me puso la piel de gallina”, confesó.
Además, Julián Álvarez puso el 2 a 0 cuando todavía no habían transcurrido 5 minutos. Por lo tanto, la reacción del mediocampista con pasado en Estudiantes significó una cábala que involucró a Mateo Raschia. “A mi no me tocaba ir al otro arco en el segundo tiempo, pero Enzo me dijo que le había dado suerte y me pidió que vaya al otro arco, para que no le falle”, dijo el juvenil.
“Cuando terminó el partido me abrazó de nuevo y me dijo que le había dado suerte y que ahora iba a tener que ir todos los partidos atrás del arco”, continuó el arquerito de las inferiores, quien además se animó a evaluar a su ídolo en su puesto improvisado: “Para no ser arquero, lo vi muy bien a Enzo durante el partido”.
Finalmente, el joven terminó el diálogo con una revelación que podría tener frutos en el futuro: “Me quedé con ganas de pedirle algo a Enzo, como por ejemplo los guantes. En ese momento no se me pasó por la cabeza”. Probablemente, en los próximos días, el mediocampista le hará llegar un presente por el apoyo que recibió de su colega.
La previa del partido giraba en torno a los problemas de River, que empezó una semana difícil con los disturbios en el empate ante Junior, los casos positivos de coronavirus y la eliminación contra Boca en los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol con un arquero debutante como Alan Díaz.
La negativa de la Conmebol por el pedido de incluir a dos arqueros juveniles puso las cosas más difíciles, sumada a la caída de Fluminense ante Junior, pero el River de Gallardo sacó a relucir una vez más su carácter combativo en los peores momentos.
SEGUIR LEYENDO