Las declaraciones de Izquierdoz tras la clasificación ante River
La historia profesional de Carlos Izquierdoz es pura resiliencia deportiva. El duro defensor que llegó a Boca siendo muy solicitado por Guillermo Barros Schelotto, quien lo conocía de Lanús, quedó en el ojo de la crítica por ser la foto de la derrota en la final de la Libertadores 2018 contra River en el Santiago Bernabéu. Le costó mucho trabajo y sacrificio cerrar una herida profunda que seguramente le dejará una cicatriz, pero con la clasificación por la Copa de la Liga en los penales frente al rival de toda la vida, Cali revalidó su resurrección.
“Si erraba el penal y perdíamos, hoy seguramente iba a ser uno de los últimos partidos que jugara acá, era consciente de eso”. La frase del propio futbolista después del encuentro que depositó a Miguel Ángel Russo en las semifinales de la copa nacional fue contundente.
Poco, muy poco sabor le había sentido el barilochense de 32 años a los tres títulos que ganó en el club de la Ribera (Supercopa Argentina 2018, Superliga 2019/2020 y Copa Diego Maradona 2020) porque la mochila que cargaba desde la fatídica noche madrileña era demasiado pesada.
Fue titular siempre desde la partida del Mellizo del banco. Se mantuvo como referente en el ciclo de Gustavo Alfaro y también resistió en el once ante la llegada de Russo, con otro revés a cuestas como fue la eliminación de las semis de la Libertadores 2019 contra River. Los últimos testigos presenciales de los partidos de Boca en la Bombonera antes de la pandemia darán crédito a los aplausos que generó Izquierdoz cada vez que la voz del estadio mencionó su apellido, en cada balón aéreo dividido ganado y en cada cruce certero. De a poco, el central que conoce a la perfección sus limitaciones pero no se guarda nada en la cancha, se fue metiendo al hincha en el bolsillo.
A la hora de afrontar los micrófonos, no comercializa humo: es fanático de Boca desde chico pero apenas en alguna ocasión esporádica se refirió a ese aspecto personal.
“Si erraba el penal, hasta acá llegaba. No vivo en una burbuja u otra realidad. Yo sé la realidad, son cosas que las siento así. Por suerte se dio de esta forma y quiero terminar saliendo campeón”. La obsesión de Izquierdoz, amén de querer sumar otra estrella a nivel local, es la de levantar la séptima Copa Libertadores de la institución.
Izquierdoz fue figura de Boca en el último Superclásico contra River, fue el jugador con más duelos ganados (13) y se dio el gran gusto de eliminar al rival de toda la vida. Probablemente haya sido la victoria que más valora desde que arribó al club por el contexto personal que tuvo que atravesar desde su primera firma. “Estos golpes son duros, ya me pasó de vivir dos situaciones así. Son momentos que hay que afrontarlos y ponerles el pecho. Más allá de que después creo que en el balance he hecho cosas buenas acá en Boca, logré títulos, llegamos a finales y semifinales de Copa, dejé bien representado a Boca”, hizo su propio análisis.
No hay que perder de vista que el ex Atlanta y Santos Laguna de México jamás estuvo en duda en la consideración del cuerpo técnico, pese a que el Consejo de Fútbol contrató a dos futbolistas en la zaga central como Carlos Zambrano y Marcos Rojo. Para el DT siempre fue Izquierdoz y uno (o dos, cuando optó por línea de 5) más. Eso pudo haber simbolizado todo un mensaje por parte de la dirigencia, ya que ese sector de la defensa fue la más reforzada desde la asunción de la actual CD.
Cali renovó contrato con esta directiva hasta diciembre de 2022 y como para ponerle un broche de oro a su tarde noche consagratoria en la Bombonera, se fue con palabras dulces en sus oídos de Juan Román Riquelme, quien lo llenó de flores tras el triunfo: “Es una de las personas más importantes de nuestro vestuario. Un ejemplo para los más chicos. Estamos muy agradecidos con él por todo lo que deja en cada partido. Vos ganás, perdés o empatás y no le podés decir nada porque deja todo. De lunes a sábados es un profesional increíble. Estamos muy felices de tenerlo en nuestro equipo”.
Izquierdoz por fin podrá olvidarse de aquella foto que tanto dolor le ocasionó en los últimos años y se colgará una medalla. Ahora irá por la reivindicación definitiva: la conquista de la Libertadores.
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