Boca se imponía por 2 a 1 ante River en la definición por penales por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Edwin Cardona tenía la posibilidad de sacar una diferencia decisiva, acomodó la pelota y se dispuso a enfrentar al juvenil Alan Leonardo Díaz, quien tuvo que hacer su presentación de urgencia porque los cuatro arqueros que lo antecedían en la lista se enfermaron de COVID-19. El colombiano se acercó al balón... Y lo picó, pero con tan poca potencia que el portero se rehizo tras arrojarse y contuvo el remate.
La gran actuación de Agustín Rossi, quien atajó los intentos de Angileri y Ponzio, exoneraron al enlace, que de todas maneras quedó en el ojo de la tormenta por su decisión. La pregunta que quedó flotando en el aire fue: ¿hubiera hecho lo mismo si en la valla estaba Franco Armani? Pues bien, Máximo Gallardo, padre del entrenador Millonario, lo criticó duramente en su cuenta de Instagram. Empleado del club en la parte de detección de talentos, le dedicó un fuerte mensaje, anexando la imagen del instante de la pobre ejecución.
“Lo quiso boludear a un pibe que debutaba y terminó quedando como un salame”, añadió a la imagen. Y completó con varias flechas apuntando hacia Cardona, con la leyenda “Gordo gil”. El colombiano volvió a la acción ante River luego de haber sufrido COVID-19 y de haber padecido algunas secuelas cardiológicas que lo forzaron a dejar de entrenarse por dos semanas.
Su remate con desdén provocó el estallido de los propios fanáticos de Boca en las redes, aunque recibió el respaldo de Juan Román Riquelme, ídolo, vicepresidente y cabeza del Consejo de Fútbol: “Lo de Cardona son situaciones. Es un genio del fútbol. Para mí hace cosas que le salen a él sólo como tirar un tiro libre por abajo de la barrera o clavarla en el ángulo. Son genios que iluminan y les salen esas cosas. Cuando salen bien nos queremos poner a llorar y abrazarlo pero con una cosa de esta.... Es un crack, son los diferentes. Estamos muy contentos de tenerlo con nosotros. Esas cosas te salen y le salen a muy poquitos porque primero hay que animarse. Si le hubiera salido decimos madre mía. Zidane pateó así en una final del mundo. Hay que animarse a hacerlo en un Superclásico. Menos mal que ganamos porque pobre...”.
Miguel Russo, en cambio, prefirió guardarse la opinión para la intimidad. “De eso hablamos mañana tranquilos, hoy es otra historia. En Boca hay un mundo fuera de Boca y otro dentro. El mundo de adentro es la relación mía con los jugadores y el consejo. Lo que se habla de ahí para afuera no me interesa. Uno vive otra realidad y maneras. Sé que Boca vende, pero hay que mantener siempre el equilibrio. Nos hemos acostumbrado estar en el ojo de la tormenta”, rubricó.
¿Y Marcelo Gallardo? No exteriorizó su bronca como su papá Máximo. Durante la tanda de penales, alentó al arquerito Díaz y hasta le gritó que Buffarini, en el tanto decisivo, iba a cruzar el remate, pero el ex Ferro y San Lorenzo prefirió abrir el pie. “Es muy emocionante, para él y sobre todo para su familia y sus seres queridos que lo hayan visto en una situación tan particular como haber debutado en el arco de River, y en un clásico con lo que eso representa. La verdad es que nos ha emocionado porque respondió de muy buena manera”, dijo sobre la actuación del guardameta de 21 años, la gran revelación del Superclásico.
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