Boca sumó su tercera derrota consecutiva y complicó su futuro en la Copa Libertadores. Tras las caídas con Barcelona de Guayaquil, Patronato y Santos, el equipo de Miguel Ángel Russo atraviesa un presente inestable, muy alejado a lo que se presuponía después de lograr la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga y sus buenas producciones en el torneo internacional.
Con 6 unidades sobre 12 disponibles, el Xeneize quedó tercero en el Grupo C de la Libertadores, pero aún mantienen sus posibilidades intactas en su misión de acceder a los octavos de final del campeonato más codiciado del continente. La victoria de The Strongest sobre el combinado ecuatoriano favoreció a Boca, dado que de ganar sus próximos compromisos frente al elenco boliviano y el Barcelona, sus boletos hacia la próxima instancia estarán garantizados.
Sin embargo, antes de afrontar sus partidos internacionales (jueves 20 de mayo con Barcelona de Guayaquil y miércoles 26 con The Strongest, ambos en La Bombonera), el conjunto boquense deberá disputar el Superclásico frente a River por un lugar en las semifinales del certamen doméstico.
Sin dudas, el desgaste contra el equipo de Gallardo podrá ser determinante en su futuro copero, aunque la jerarquía de sus próximos rivales no debería generarle inconvenientes.
Boca pareció jugar como visitante los mejores minutos de esta fase de grupos de la Copa Libertadores en la primera media hora de partido, cuando se hizo amo y señor del desarrollo del encuentro, dejando una imagen absolutamente contraria a la mostrada el año anterior en la semifinal, que perdió justamente ante este mismo rival en este escenario.
Durante ese lapso quedó expuesto además lo bien que le hace la denominada MVA (el trinomio de volantes que integran los juveniles Cristian Medina, Alan Varela y Agustín Almendra) al funcionamiento del equipo de Miguel Ángel Russo, puesto que le otorga manejo, versatilidad y marca en dosis repartidas.
Y además los velocistas Cristian Pavón por derecha y Sebastián Villa por izquierda aportan profundidad y desborde por los costados para sorprender después de un breve período de transición del balón justamente en esa mitad de cancha.
Russo se tomó la cabeza ante esa inmejorable oportunidad desperdiciada como si supiera de antemano lo que iba a depararle el destino, que otra vez iba a resultarle esquivo a su equipo en Santos, la casa de Pelé en la que el equipo paulista supo ser verdugo de Boca ya desde la primera final de Libertadores en 1963, cuando se impuso el Peixe por 3 a 2 y se terminó consagrando después en la mismísima Bombonera.
Pasó mucha agua bajo el puente desde entonces, nada menos que 58 años, pero a veces las historias se marcan en el tiempo con un hilo conductor que de tan inasible hasta parece delineado por algún poder superior.
Porque de lo contrario resultaría difícil explicar las razones por las que Boca no se retiró ganancioso al cabo de ese primer tiempo, y mucho más complicado aun que encima lo hiciera perdiendo.
Es que a los 40 minutos y cuando el partido había ganado algo de estabilidad, aunque el juego se había establecido lejos de los arcos, en una jugada hilvanada por el equipo del debutante entrenador Fernando Diniz Silva, que reemplazó al argentino Ariel Holan, el lateral izquierdo Felipe Jonatan se inspiró en el área argentina y tras un buen regate corto definió de zurda para doblegar la resistencia de Agustín Rossi.
El desarrollo se volvió entonces enmarañado, faltó la claridad por ambos lados que obviamente benefició al local, y a pesar de haber sido expulsado junto con su colega Russo, el entrenador Diniz Silva empezó a paladear ese viejo adagio futbolero de que “técnico que debuta, gana”.
Y para terminar de redondear una jornada oscura en cuanto a los números, mientras Boca perdía en Vila Belmiro y el arquero Esteban Andrada esperaba en Ecuador ser sometido mañana a un nuevo hisopado para determinar si antes del fin de semana puede retornar a Argentina, en la altura de La Paz el boliviano The Strongest vencía al líder Barcelona para sacudir las posiciones de todos los integrantes del Grupo C.
Es que la victoria boliviana por 2 a 0 con sendas conquistas del colombiano Jair Reinoso les dejó a los cuatro participantes chances de clasificación, ya que Barcelona es líder con 9 puntos, pero por diferencia de gol ahora Santos aventaja a Boca, ambos con 6 unidades, mientras que The Strongest sumó sus primera tres.
Por eso Boca ahora deberá sumar de a tres en sus próximos dos compromisos si no quiere que su pase a octavos de final sufra serias complicaciones.
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