El 11 de mayo de 2014 se llevó a cabo el partido que muchos fanáticos de Boca nunca hubieran querido que se disputara: la última función de Juan Román Riquelme en la Bombonera. El mítico futbolista estuvo presente en el 3-1 a favor ante Lanús en el que brindó un show ante su público y guardó en su corazón una atronadora ovación.
Probablemente no haya sido el desenlace final para Román porque ese campeonato se lo adjudicó el River de Ramón Díaz, que se impuso en La Boca 2-1 en el encuentro en que el 10 se despachó con un golazo infernal de tiro libre para el empate parcial.
Frente al Granate tuvo sus características pinceladas: Carlos Izquierdoz, actual futbolista del plantel xeneize, sufrió en carne propia la magia de Riquelme, que sin tocar la pelota ensayó un lujo fenomenal con caño incluido. El equipo dirigido por Carlos Bianchi ganó con goles de Emmanuel Gigliotti, Nicolás Colazo y Claudio Riaño (descontó otro jugador actual de Boca como el Pulpo González).
A falta de un minuto para final, el Virrey reemplazó a Riquelme por Juan Sánchez Miño y la Bombonera registró una de las ovaciones más estruendosas de los últimos tiempos. El “Riqueeelme, Riqueeelme” fue conmovedor, como para que el hoy vicepresidente segundo de la institución no se lo olvidara más. Esa jornada en el “patio de su casa”, como le gusta llamar al Alberto J. Armando, quedó inmortalizada en su ser.
Jamás hubo espacio para negociar en buenos términos con Daniel Angelici, por ese entonces presidente de Boca, para su continuidad en el club. Su vínculo se terminó y Riquelme firmó en Argentinos Juniors para militar en la Primera B Nacional. Ese semestre en La Paternal sería el último en su carrera como futbolista profesional. A fines de 2014 el Bicho conseguiría uno de los diez ascensos a la máxima categoría y el enganche pondría punto final a su trayectoria a los 36 años. Angelici jugaría una carta fuerte un año después con la vuelta de Carlos Tevez a la Ribera tras su paso por la Juventus.
EN QUÉ QUEDÓ EL PARTIDO HOMENAJE DE RIQUELME
Justo antes de las elecciones de 2019, Román ya tenía avanzada la organización de su encuentro despedida en la Bombonera. Incluso había recibido el pulgar arriba de Daniel Angelici, quien lo tentó para formar parte de su lista, algo que finalmente no ocurrió por la adhesión de Riquelme a la de Jorge Amor Ameal. Los tickets ya estaban impresos, las invitaciones a las estrellas que iban a participar del evento hechas y hasta se barajaba la fecha del 12/12 como posibilidad para desarrollarlo, pero por el contexto político el ídolo prefirió postergarlo.
Una vez que ganó la fórmula Ameal-Pergolini, Riquelme se puso manos a la obra para llevar adelante el Consejo de Fútbol y su partido homenaje quedó completamente en un segundo plano. Las prioridades pasaron a ser otras y encima la pandemia del coronavirus imposibilitó siquiera pensar en la realización de su último adiós a los hinchas desde el verde césped. No habrá chances de efectuarlo en el corto plazo, ya que la idea de Román es contar con el calor de los simpatizantes, pero el 10 sigue jugando algún que otro picado con amigos, entre asado y asado, como para mantenerse a punto para esa cuenta pendiente.
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