Las imágenes son escalofriantes. De un lado, una moto con dos barras de Unión, del otro un grupo de hinchas de Colón. En el medio un montón de gente esperando el comienzo del clásico, vestidos con las casacas de sus equipos y con banderas mostrando sus preferencias. Todo en una zona poblada del barrio Brigadier López, sitio eminentemente Sabalero, ubicado detrás de la cárcel de Las Flores, en el noroeste santafesino. Eran las 17.45 cuando de la nada aparecieron los delincuentes disfrazados con las camisetas blancas y rojas y empezaron a tirar, lo que originó una respuesta también a balazos del otro lado. Y no hubo muertos de milagro: la Policía recogió 17 proyectiles de calibre nueve milímetros que son de alto poder letal y están consideradas armas de guerra. Los gritos desesperados de las madres pidiéndole a los chicos que se metan adentro de sus casas, tal como se escucha en los videos que obtuvo Infobae, como la aparición de más hombres armados demuestra la dantesca situación vivida en la tarde del domingo.
Al lugar, tras la llamada al comando radioléctrico, llegaron no sólo fuerzas policiales sino también de Infantería e incautaron dos motos y se llevaron a tres personas demoradas aunque según confiaron a Infobae no serían los protagonistas de la balacera, quienes estarían prófugos. De hecho, en las imágenes se ve claramente como de adentro del barrio sale un joven con pantalón de gimnasia negro y buzo gris y otro con jean y buzo negro y disparan contra los agresores de la moto, vuelven adentro del barrio, recargan las armas y disparan nuevamente. Y del lado de los que comenzaron la balacera, se insiste, vestidos con la ropa del club Tatengue, también se identifica cuando suben con la moto a la vereda y efectúan los disparos.
Este episodio, de cualquier manera, no fue el único que se vivió en la previa del clásico. Alrededor de las 16 horas y mientras un grupo de hinchas de Colón hacían un banderazo en el barrio El Pozo, pasó por la zona otro grupo de hinchas de Unión lo que derivó de inmediato en una gresca que comenzó con golpes de puños y piedras hasta que según las denuncias, uno de los que estaba en el grupo de Unión sacó un revólver y realizó un disparo que le pegó en la pierna a un joven de 23 años identificado como Gustavo Cataduela de 23 años, quién fue llevado por la propia gente de Colón hasta el Hospital José María Cullen donde quedó internado fuera de peligro.
¿Se podía esperar este nivel de agresión en la previa del partido? Teniendo en cuenta la rivalidad irracional entre los barras de ambos conjuntos la respuesta es sí, aunque hace años que los enfrentamientos no están dados entre ambas parcialidades sino al interior de las dos barras, La de la bomba, como se identifica a la de Unión y cuyo poder se repartieron en la última década las familia Cantero y Galeano con cruentos enfrentamientos, y la de Los de Siempre, tal como se autotitula el sector más bravo de la barra de Colón, históricamente liderada por la familia Leiva aunque hace tres años les disputa el territorio un grupo disidente del barrio Fonavi al mando de Chucky, ex secuaz de los jefes. Lo cierto es que esta tarde estalló la violencia nuevamente y de no ser por la falta de puntería, estaríamos asistiendo a una tragedia santafesina.
SEGUIR LEYENDO: