La semana pasada se confirmó la noticia: Juan Carlos Pasman es el conductor designado para llevar adelante el barco del Show del Fútbol, programa que vuelve a la televisión argentina después de 6 años. Tras los ciclos de Alejandro Fantino y Gustavo López, SDF regresará para elevar la temperatura de la pantalla al término de cada fecha del fútbol argentino. Debates, polémicas y un análisis “outsider” son las promesas que hacen desde su staff.
En diálogo con Infobae, Toti Pasman se animó a dar precisiones del show televisivo y también a compartir algunos pareceres sobre la actualidad futbolística local e internacional. Un anticipo de lo que acontecerá a partir de esta noche, a partir de las 23, en la pantalla de América TV.
“Este Show del Fútbol tendrá un estilo similar al anterior. SDF es el programa que no tiene los derechos del fútbol y por eso no tiene compromisos con nadie, a partir de ahí tenemos libertad de decir lo que nos parece sobre cualquier cuestión vinculada al fútbol. Ese es nuestro capital esencial y lo seguirá siendo. Mientras el programa respete eso, va a ser un éxito”, adelantó Toti, que catalogó a la mesa que conducirá como la de “Los chicos malos del fútbol”.
La gran diferencia que existirá con los anteriores ciclos estará vinculada al recambio de panelistas: fueron confirmados Ricardo Caruso Lombardi y Carlos Fernando Navarro Montoya. “Muchos de los viejos integrantes como Flavio Azzaro y Nico Distasio hoy tienen sus programas. Pasaron 6 años, cada uno hizo su carrera y encontró su camino”, explicó el periodista que comandará a un equipo periodístico compuesto por colegas de Radio La Red. Para la presentación de esta noche aseguran que habrá una sorpresa a la que habrá que estar atentos.
Como para hacer un calentamiento previo, Pasman se sometió a una serie de preguntas con tópicos que seguramente serán focos de la escena en la mesa de debate del SDF.
—¿Qué le falta al Boca de Russo para ganar la Copa Libertadores?
—Le falta un 9, Boca necesita un Cavani. Si no es Cavani, otro 9 de jerarquía. El 9 de Boca no puede ser Soldano. Si quiere ganar la Copa necesita un 9 de jerarquía de los que viene prometiendo Riquelme y no cumple. Después tiene buenos arqueros, buenos centrales, buenos mediocampistas, buenos punteros, tenés a Tevez... Por ahí le falta un creativo más, pero Cardona estaba mejorando mucho, los pibes andan bien, Maroni anda bien. Hoy necesita un 9 ganapartidos urgente. Boca había arrancado muy mal pero en la emergencia, por accidente, terminó encontrando el equipo. Se contagiaron (de COVID-19) Zambrano y Rojo, que eran los centrales que quería el Consejo de Fútbol, Russo terminó poniendo a Lisandro López e Izquierdoz, que me parece que están en un nivel más alto. Tuvo que poner a los pibes y le dieron cierta dinámica y fútbol en la mitad de cancha. Creo que encontró algunas cositas del Boca de Bianchi: defender con alma y vida, salir de contra rápido con Villa y Pavón más la categoría de Tevez... Me hace acordar algo al Boca de Bianchi de 2003, que tenía a Delgado, Guillermo y Tevez. Mejoró mucho en el último tiempo cuando metió 5 triunfos consecutivos pero contra Barcelona de Ecuador cambió un par de jugadores y volvió a perder, demostró que tampoco es una maravilla.
—¿Está Boca para plantársele al River de Gallardo de igual a igual?
—Al River de Gallardo de hoy se le planta con lo que tiene, de hecho jugaron dos partidos y empataron los dos. Hoy a Boca y River los veo parejos. Si se jugaran mañana los octavos de final de la Copa Argentina puede ganar cualquiera. River es el campeón moral de los últimos dos años, ya no es el River que era antes que ganaba y ganaba. Los últimos dos años fue campeón moral de la Libertadores, la Superliga y la Copa Maradona. Con todos sus defectos, Boca ganó los últimos dos torneos locales que River quiso ganar y no pudo. Con un 9 de jerarquía, Boca pasa a ser favorito ante River.
—¿Creés que Gallardo y River sufrieron cierto desgaste después de tantos años?
—Gallardo compró el personaje de ser el Guardiola argentino o ser el técnico del paladar del hincha de River. A mí me gustaba el Gallardo pragmático de 2014, que en las semis de la Sudamericana en cancha de Boca fue a meterse atrás, a cagarlo a patadas a Boca y ganó. No estaba con la sarasa de la identidad de River, la forma que jugamos, que no puede jugar de contra... Este Gallardo de la sarasa pierde más de lo que gana. Por la sarasa de la identidad perdió la final con Flamengo y se comió 3 con Palmeiras. Gallardo compró el personaje ese de las formas de River y lo que le gusta al hincha de River es ganar. Le gustó ganarle a Boca en el escritorio y festejó ganarle a lo guapo en 2014. Yo no estoy de acuerdo con este Gallardo, me gustaba más el de antes.
—¿Te gusta el actual formato de torneo argentino? ¿Cuál sería el ideal para vos?
—Me gustaba el torneo largo de dos ruedas pero cuando hicieron uno así terminó sacando mucha distancia Boca. Creo que para el fútbol argentino los torneos cortos de una rueda están buenos. Volver a esos campeonatos de cuando eran 20 equipos y 19 fechas está bueno. Dicho esto, también quiero decir que la Copa Maradona a la que nadie le tenía fe y la que se está jugando ahora están buenas, hay que ser sinceros. Los cruces estuvieron buenos, las últimas dos copas estuvieron buenas. En el futuro podría hacerse un mix: un torneo largo de una ronda todos contra todos y una copa de este estilo con grupos y cuartos de final que es atractivo.
—¿Guardiola volverá a ser el mejor entrenador del mundo si gana la Champions League con el Manchester City?
—La va a tener jodida. Llegó a una final después de 10 años y es candidato, pero fácil no le va a ser. No sé si es el mejor del mundo si gana la Champions porque está la Eurocopa, la Copa América... Siempre el mejor es el que gana. Por eso antes hablé de los campeonatos que ganaron Boca, Flamengo y Palmeiras y no River. Yo me enojo cuando dicen que el mejor entrenador de los últimos años es Guardiola, ¡si nunca llegó al a final de la Champions! En Europa el mejor es el que gana la Champions. Si gana esta, bueno, puede serlo.
—¿Qué te gustaría que haga y qué creés que hará Messi con su futuro? ¿Qué opinión tenés sobre su actual papel en la Selección Argentina?
—Me gustaría que haga lo mismo que creo que va a hacer: quedarse en el Barcelona. En el libro de Messi que escribí hablé de su buena relación con Joan Laporta, que construyó el equipo de Guardiola alrededor de él. Está acobijado como para quedarse en Barcelona y me gustaría que tenga esa historia romántica de un tipo que juega toda su vida con una misma camiseta, por lo menos hasta el Mundial de Qatar. Si después de eso se quiere ir a jubilar a Miami, está bárbaro, es una jubilación que a cualquiera le gustaría. A mí me gustaría que toda su carrera competitiva fuera en Barcelona. Acá en Argentina no lo veo por la situación económica, por la situación deportiva y sobre todo porque creo que Messi acá no disfrutaría. Estaríamos todos los días diciendo “que no metió goles, que acá no puede jugar, que acá no es Messi”, entonces como ya vivió eso con la Selección, no lo veo. Es un poco el mismo motivo por el que Higuaín decidió no venir a River, ha sido una generación que lamentablemente no pudo coronar y fue muy castigada. No les gusta convivir con la crítica de Argentina.
—¿Bancás a Scaloni como técnico de la Selección? ¿Qué harías con Messi en su lugar?
—Lo banco porque está haciendo la renovación que yo pedí hace un montón de años en la Selección. Yo siendo Scaloni armaría un equipo en el que Messi sea la frutilla del postre. Y Scaloni lo armó con Lautaro Martínez, Nico González, Paredes, De Paul Lo Celso, Acuña, Armani Montiel... Todos jugadores nuevos. Pero también hay que tener un Plan B sin Messi, de eso se trata. La selección argentina está por encima de Messi y la experiencia marca que Messi no nos ha garantizado victorias; sí clasificar al Mundial e ir a finales, pero nada más. El mejor partido del ciclo Scaloni fue sin Messi contra México, en el que goleó 4-1 a la Selección de México del Tata Martino con tres goles de Lautaro Martínez. No sé si eso se podría repetir en Copa América, no lo vamos a saber porque tampoco jugamos sin él. Pero hay muchos ejemplos de que Argentina jugó bien sin Messi. El debut de Copa América 2016 jugamos contra Chile sin Messi y ganamos 2-1 en el que quizás haya sido el mejor partido de la era Tata Martino. En la final, con Messi, perdimos por penales. Puede ser por complicidad del destino, no estoy desconociendo lo que es Messi, pero es una realidad que en la selección argentina no ha podido marcar la diferencia en los partidos determinantes, le duela a quien le duela, le pese a quien le pese y no le guste a quien no le guste.
—¿Pudiste arreglarte con Maradona después del “la tenés adentro”? ¿Qué análisis hacés de su triste final?
—Sí, me arreglé. Hablé por teléfono y le hice varias notas. Me faltó el abrazo que me hubiera gustado darle. Ese mano a mano, que estuvo cerca de hacerse a los 10 años de esa conferencia, cuando él ya era técnico de Gimnasia. Tres veces estuve citado en Estancia Chica (predio de entrenamiento del Lobo) para ir y siempre pasó algo, a último momento no se sentía bien o no tenía ganas, y se terminó suspendiendo. No llegué a hablar con él porque eso fue en 2019, pasó bastante. Pero sí conozco cómo son los humores de Diego, tenía vaivenes, un día te decía que hacíamos la nota y al otro día se levantaba y no tenía ganas. Eso lo tengo recontra claro, Diego siempre fue igual. Me hubiera gustado tener esa charla mano a mano con Diego. No para limar nada, porque terminé en paz con él y quedó recontra arreglada la situación, pero para tener un acercamiento más. No se pudo dar, me quedó esa pequeña espinita. Después, la tristeza de perder al que fue mi mayor ídolo de toda la vida y también con mucha bronca por todo lo que se está conociendo y todas las cosas que no hicieron para cuidarlo. Debería haber estado mucho más cuidado de lo que estuvo en sus últimas horas y días. Lamentablemente Diego no se fue como merecía por todo lo que había dado; se merecía mejores cuidados.
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