La jugada más polémica del partido que River disputó en Paraguay ante Independiente Santa Fe por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores se originó a los 33 minutos del complemento. Jorge Carrascal encaró en velocidad el área y cayó ante un leve contacto de Jeison Palacios. Si bien el árbitro acertó en no convalidar penal, desde el banco de los suplentes del Millonario todos reclamaron pena máxima. Sobre todo Marcelo Gallardo, quien estalló de furia a puro grito.
El árbitro venezolano Alexis Herrera estuvo bien en no sancionarlo porque el contacto se dio en una disputa de pelota lícita. La fuerza aplicada y su consecuencia no se ajusta a una figura de infracción. Por tal motivo, en este caso se debe considerar la jugada como un roce propio del juego y nada más.
En tanto, sobre la hora apareció otra acción discutida, que en esta sí el juez se equivocó y feo. La falta sobre Federico Girotti debió sancionarse como tal y además era roja directa para el defensor de Independiente Santa Fe Fabio Delgado por interrumpir una ocasión manifiesta de gol (OMG). Vale la aclaración de que error fue doble de Alexis Herrera, ya que debió parar el juego antes porque la pelota le rebotó a él y desde allí se desprendió en un pase que supo capitalizar River.
Esto también provocó la ira de Marcelo Gallardo, que cuando terminó el partido fue directo a increpar al árbitro, quien lo amonestó. Pasado unos minutos en los que desde su rostro sólo se desprendía enojo y bronca, terminó retirándose de la cancha con cordiales saludos hacia la terna arbitral y luego con el cuerpo técnico rival.
Fue un partido muy intenso el que vivió el Muñeco, que en todo el complemento manifestó su malestar por las ocasiones claras que desperdiciaron sus pupilos. Como ocurrió a los tres minutos de iniciada la segunda etapa, tras un centro preciso de José Paradela, que Benjamín Rollheiser no pudo controlar casi en el punto penal.
La acción fue muy clara, por eso al ver que no terminó en gol, el entrenador de River se desquitó revoleando el vaso de café que tenía en sus manos. Las cámaras de la transmisión captaron el momento justo cuando el estratega exteriorizó su bronca por el triunfo que se le estaba escapando a su equipo.
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