Durante el desarrollo de su carrera como árbitro y también luego de que colgara el silbato, Pablo Lunati nunca pasó inadvertido. El ex juez contó varias anécdotas, entre divertidas y polémicas, en su participación en el programa Planeta Gol, por TyC Sports. Desde el día que le “regaló” un penalcito al Cholo Simeone, las aventuras dirigiendo a River (el club de sus amores) y a Boca, y el partido en el que se defecó encima... Y no se higienizó hasta el entretiempo.
El “regalito” de retiro a Diego Simeone
“Yo salí en la tapa cuando le di un penal al Cholo... Un penalcito era, pero se retiraba. No influía nada de nada. Un penal que yo normalmente no cobraba. Pero bueno, se retiraba el Cholo, agarraba ya Racing, tengo la 14 (por la camiseta) guardada”, narró. En efecto, el 17 de febrero de 2006, Simeone jugó su último partido como futbolista en la Academia y Lunati sancionó un penal controvertido de Píccoli al propio mediocampista, que representó el 2-2 final ante Colón sobre el epílogo. Inmediatamente, Diego Pablo inició su camino como entrenador, precisamente en el club de Avellaneda.
El peso de ser hincha de River “venenoso” a la hora de dirigir
”Una vez no amonesté a Almeyda, que debió haber sido amonestado, para que jugara la Promoción, pero no lo hice solo con Almeyda. ‘Vos ayudaste a River’, me dicen... Yo ayudé a River, las pelotas. ¿Dónde lo ayudé? Todos en AFA sabían que era de River, el árbitro más hincha del fútbol de los últimos 30 o 40 años fui yo. Pero era muy cuidadoso cuando dirigía a River y Boca. Buscá un error a favor o en contra de Boca”.
Su error más grande
“El error más grande que me hicieron cometer fue en un Boca-Independiente, por ingreso indebido, un línea internacional... Me lo hizo amonestar a Montenegro y estaba amonestado. Sentido común... Era Montenegro, no cachito, el que pone las banderas”.
El día que inauguró el “VAR casero”
“Fue en el gol de Lagos en la Promoción entre San Lorenzo-Instituto. Ahí me salvó un productor, gordito, de anteojos, que estaba siempre en los partidos que dirigía yo. Si el gol era con la mano y San Lorenzo se iba al descenso todavía estaba ahí en el Gasómetro. El productor lo miró a Echenique y se señaló el pecho. A los 10 minutos viene Echenique y me dice, ‘pecho, pecho’. No sabíamos dónde le había pegado la pelota al jugador. Fue un VAR cuando todavía no se hablaba de esta porquería. Al otro partido, cuando lo vi al productor, le regalé un bolso entero de ropa, merchandising... Nos salvó, un fenómeno”.
El día que lanzó un “Kiricocho” para “mufar” a Boca en un Superclásico
“El último clásico con visitantes lo dirigió papá. Y le di un penal a Boca, pero por dentro decía ‘Kiricocho’ cuando paseaba Silva. ¡Cómo no lo voy a decir! Eso no tiene nada que ver con no querer equivocarme en la cancha”.
Su conocida pelea con Juan Sebastián Verón
“Fue en un partido por Sudamericana de Estudiantes contra Arsenal; un partido difícil, muy difícil, no era fácil dirigir a Arsenal. Me dijo algo a la salida del partido, le contesté; porque me dijo algo fulero y le contesté con otra cosa fulera. Y cuando entré al vestuario escuché que venían todos corriendo. Hubo manotazos y ya está. Yo soy un muchacho complicado, tengo un carácter complicado, pero si me hablás está todo bien. Él es un muchacho complicado”.
Su peor “accidente” dentro de un campo de juego
“Me hice caca en la cancha. No aguantaba. No quería pasar ni cerca de un jugador. Fue en Rafaela, iban 20, 25 minutos del primer tiempo. No amonesté a nadie, imaginate. Llegué al vestiario y me tuve que bañar; me bañé vestido. No aguantaba, era una presión muy fuerte en el estómago. Por ahí decís: ‘Es un gasecito’, pero fue más, se pudrió todo, mal, muy mal... Me hice popó encima”.
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