El tenis argentino vive horas de profunda conmoción tras la noticia que dio a conocer la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) por intermedio de la Asociación Argentina de Tenis (AAT): el jugador Franco Feitt fue suspendido de por vida tras haber reconocido que arregló diversos partidos entre 2014 y 2018.
“La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) confirmó este martes que el tenista argentino de 28 años Franco Feitt fue expulsado de por vida del deporte después de admitir múltiples casos de arreglo de partidos entre 2014 y 2018″, informó la AAT en su web oficial sobre el tema. El deportista nacional tuvo su mejor ranking en dobles en marzo del 2020, cuando se ubicó 437° del mundo. También estuvo posicionado durante comienzos del año pasado en el 920° de los singles.
El organismo encargado de supervisar este tipo de situaciones lo encontró culpable de “múltiples infracciones” luego que el propio jugador reconociera los hechos. Más allá de la suspensión de por vida, le impusieron una multa económica de 25.000 dólares.
El tema de los amaños de partidos ya había explotado en el país durante el 2019 cuando el argentino Marco Trungelliti había denunciado hechos similares, poniendo en la escena pública el debate sobre una situación que ya era ampliamente conocida en el mundo del tenis. El formato se repite casi siempre: apostadores hostigan, tientan o amenazan a jugadores –generalmente– de rankings menores para arreglar resultados de partidos a cambio de una suma que podría permitirles sobrevivir financieramente en una carrera costosa.
Si bien en el pasado el tenis argentino ya tuvo algunas sanciones por estos hechos, este caso es resonante por la contundencia del castigo: le impidieron a Feitt volver a jugar en el circuito profesional.
Al deportista de 28 años se lo acusa de haber quebrado tres cláusulas de las reglas del Programa Anticorrupción del Tenis según especificó la AAT:
A) Cinco infracciones de la sección D.1.b: “Ninguna Persona Cubierta podrá, directa o indirectamente, idear o intentar idear el resultado o cualquier otro aspecto de cualquier evento”.
B) Tres infracciones de la sección D.1.e: “Ninguna Persona Cubierta, directa o indirectamente, solicitará o facilitará a ningún jugador que no utilice sus mejores esfuerzos en ningún caso”.
C) Una infracción de la sección D.2.ai: “En el caso de que cualquier jugador sea abordado por cualquier persona que solicite al jugador (i) influir en el resultado o cualquier otro aspecto de cualquier evento, o (ii) proporcionar información privilegiada, será la obligación del Jugador de informar tal incidente a la ITIA lo antes posible, incluso si no se ofrece ni se discute dinero, beneficio o contraprestación”.
Según el sitio oficial de la ATP, Feitt compitió por última vez a mediados de marzo de este año cuando perdió en cuartos de final del M15 Monastir de Túnez en dobles contra la dupla japonesa Naoki Nakagawa y Ryota Tanuma.
“El caso fue considerado por el oficial de audiencias anticorrupción Raj Parker, quien dictaminó que a partir del 12 de abril de 2021, Feitt tiene prohibido permanentemente jugar o asistir a cualquier evento de tenis autorizado o sancionado por los órganos rectores del tenis. Además, recibió una multa de 25.000 dólares”, detalló la AAT. Según las redes sociales, Feitt también se desempeña como coach en una academia de tenis con sede en España.
Este nuevo caso de suspensiones en el mundo del tenis por amaño de partidos no hace más que reinstalar el debate sobre la libertad con la que se mueven los apostadores dentro del circuito y la fragilidad de los deportistas que menos recursos tienen para competir, que muchas veces se ven tentados por estos personajes para quebrar los reglamentos deportivos.
El tenis argentino tuvo en Nicolás Kicker tal vez a su caso más emblemático durante los últimos tiempos. Fue encontrado culpable de arreglo de partidos, permaneció 32 meses sancionado y en las últimas semanas pudo reaparecer oficialmente en el circuito tras cumplir el castigo. También sufrió una pena menor Federico Coria, el hermano del Mago, quien fue suspendido por no haber informado el intento de soborno que recibió. “No me iba a poner en contra de algo tan delicado. No lo acepté y listo; cuando ellos vinieron (el TIU) a hablarme, les expliqué la situación y por eso tuve una sanción tan leve, porque pude demostrar que era verdad lo que decía. Si no me hubiese caído una sanción más grave”, relató Coria ante Infobae sobre su experiencia.
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