Mauro Vigliano había tenido una tarea aceptable durante los 90 minutos del clásico de Avellaneda. Sin embargo, en la última jugada del partido, en tiempo de descuento, sancionó un polémico penal por una supuesta infracción de Sergio Barreto sobre Iván Maggi que Enzo Copetti intercambió por el gol que le dio la victoria a Racing.
A pesar de la argumentación del joven delantero, quien le aseguró al medio partidario Racing de Alma que fue falta porque “lo toma de arriba y lo toca abajo”, las imágenes reflejan que se trató de una avivada del atacante que generó el error en el árbitro.
Casi 36 horas después de la polémica jugada, Vigliano rompió el silencio y reconoció el error que cometió en el Cilindro el sábado por la noche. “No hay palabras para describir lo que siento. Solo los árbitros sabemos lo que nos genera este tipo de situaciones. Quiero dejar bien en claro que el árbitro es el primero que desea que su partido no tenga inconvenientes. Sin errores gravitantes como el que tuve, que fue determinante. Entiendo al hincha que se siente perjudicado por el error, pero lo que la gente no sabe es lo mal que se siente uno. Fue una fracción de segundo, con un plano único, a una única velocidad en que la acción sucedió. Errar en una decisión gravitante es doloroso, porque uno quiere hacer bien su trabajo para volver con su familia y estar con su círculo íntimo. Eso lamentablemente no sucedió, porque mi familia sufre tanto como yo. Entiendo la postura de Beligoy y de la AFA que confía en el trabajo de uno”, dijo el protagonista estelar del clásico en diálogo con Sportia.
“Las imágenes son elocuentes. No voy a decir que miren el brazo del defensor. En el campo vi que fue una intensidad para cobrar el penal, porque me pareció una falta dentro del área, pero no se ve reflejado en las imágenes que pude ver después”, argumentó el colegiado con profunda tristeza. Y continuó: “Nosotros estamos acostumbrados al reclamo del jugador. A veces nos damos cuenta de que el reclamo es genuino y lo podemos percibir, y en otras ocasiones no. En este partido los jugadores de Independiente tuvieron un reclamo genuino, pero también pensé que podía ser porque fue en el último minuto. Estaba convencido de que era penal hasta que terminó el partido”.
Sin entrar en detalles de lo que fue el transcurso del encuentro, Vigliano aseguró que lamenta haber sancionado la pena máxima que resolvió el duelo de Avellaneda. “La gente que me conoce y sabe de mi honestidad me escribió mensajes de apoyo. Cuando vi las imágenes quise hacer un agujero en la tierra y meterme. Lamento cómo no pude ver mejor la jugada. Busqué explicaciones en la ubicación o en algún agente distractor que me haya sacado concentración”, detalló el árbitro en la señal deportiva TyC Sports.
Finalmente, con relación a otras acciones, como el golpe que sufrió Saltita González con Novillo, el árbitro aseguró que la ausencia de la amonestación hacia el defensor de Racing no le pareció grave. “No creo que sea el foco de la charla analizar en profundidad el partido. Por respeto a González, imagino el susto de su familia, pero me pareció una situación desafortunada en la que saltaron dos jugadores a cabecear una pelota. No creo que haya sido una acción para tarjeta hacia Novillo. Fue algo fortuito. De esas acciones se dan muy seguido en el fútbol. No hubo intención de golpear”.
Sin querer detallar lo sucedido luego del partido en el vestuario, donde fue increpado por la delegación del Rojo, Vigliano aseguró que comprendió la sanción que recibió, dado que no será designado para la próxima fecha de la Copa de la Liga Profesional.
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