Mauro Vigliano había tenido una tarea aceptable durante los 90 minutos del clásico de Avellaneda. Sin embargo, en la última jugada del partido, en tiempo de descuento, sancionó un polémico penal por una supuesta infracción de Sergio Barreto sobre Iván Maggi que Enzo Copetti intercambió por el gol que le dio la victoria a Racing.
A pesar de la argumentación del joven delantero, quien le aseguró al medio partidario Racing de Alma que fue falta porque “lo toma de arriba y lo toca abajo”, las imágenes reflejan que se trató de una avivada del atacante que generó el error en el árbitro.
En este contexto, Federico Beligoy anunció que Vigliano “será parado” y dio detalles del diálogo que mantuvo con su colega luego del encuentro en el Cilindro. El director nacional de Arbitraje adelantó que el referí será sancionado con una fecha por su actuación en el clásico de Avellaneda, que se definió en favor de la Academia en tiempo de descuento tras el polémico penal que cobró en la última jugada.
“Hablé con Vigliano y reconoció su error. Sabe que que se equivocó”, contó Beligoy en declaraciones brindadas a Radio La Red. El responsable del arbitraje nacional dijo que su colega no estará en la designaciones para la próxima fecha de la Copa de la Liga Profesional: “Lo tengo que preservar, es lo que hacemos normalmente cuando hay un error”.
Para Beligoy, el “cansancio y la cancha pesada” pudieron haber afectado en la decisión de Vigliano de cobrar la supuesta falta de Sergio Barreto a Iván Maggi a los 94 minutos. “Cuando llegás a los últimos minutos no tenés la misma lucidez que al principio”, consideró el director del Arbitraje de AFA, quien remarcó la importancia que tendrá el arribo de la tecnología al fútbol argentino. “El VAR lo hubiera invitado a revisar la jugada y seguramente, como todos pensamos, hubiese cambiado la sanción”, completó.
La polémica situación incentivó a los dirigentes de Independiente que fueron acompañados por un numeroso grupo de “allegados” a improvisar una canción cargada de insultos hacia el juez que se metió en el ojo de la tormenta. Como si se tratara de un instante en el que los hinchas pudieran acceder al Cilindro, todos los integrantes de la delegación del Rojo esbozaron su bronca en conjunto con el popular tema que hace referencia a la madre del árbitro.
El grito de Enzo Copetti festejado con un gesto en el que exigía silencio hacia los espectadores que se encontraban en la platea alta y descargaron su bronca hacia Vigliano, selló el 1 a 0 definitivo que le permitió a la Academia quedarse por tercera vez consecutiva con el clásico de Avellaneda.
Lo llamativo es que la reacción de la comitiva del Diablo no quedó ahí. Como se trató de la última escena y la indignación permanecía por el sabor amargo de la derrota, los dirigentes del Rojo irrumpieron en el vestuario de Vigliano para reclamar personalmente lo acontecido en el terreno de juego. “Fuimos a hablar con él, y me dijo que vio penal. Son arbitrajes malos, no creo que haya nada en contra de Independiente. Ya nos pasó con Boca. Estamos muy calientes”, explicó Héctor Yoyo Maldonado ante la prensa antes de retirarse del estadio, con la intención de minimizar el hecho. Pero lo que no contó el directivo fue el nivel de violencia con el que se dirigió el grupo que ingresó al camarín del árbitro. Algunos testigos vieron constantes empujones, escucharon amenazas y observaron cómo tuvo que intervenir personal de seguridad para evitar que no se produzcan problemas mayores.
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