Era un partido sin demasiadas acciones que pudieran despertar controversias, pero el árbitro terminó siendo el protagonista estelar del clásico de Avellaneda. Mauro Vigliano sancionó un penal inexistente en el último minuto que terminó significando la victoria de Racing sobre Independiente en el cierre del juego en el Cilindro.
La acción se inició cuando faltaban segundos para empezar a jugar el último de los cinco minutos que adicionó el juez, quien debió tener en cuenta el tiempo que se perdió tras la lesión que sufrió Saltita González en el complemento, que obligó a sacarlo de la cancha en ambulancia.
Iván Maggi apareció por el sector izquierdo en soledad, entró en el área y enganchó ante Sergio Barreto. En una cancha resbalosa por la gran cantidad de lluvia que cayó sobre Avellaneda, el delantero juvenil de la Academia se tiró y el árbitro –de frente a la jugada– inmediatamente sancionó la pena máxima.
Un error garrafal del juez, ya que el que provoca el choque es el propio delantero. El defensor espera a Maggi, que termina buscando un contacto. Vigliano vio algo que nunca puede tener identidad de infracción.
Enzo Copetti, luego, se hizo cargo de la falta y terminó anotando el gol en lo que fue la última jugada de encuentro, lo que le da una mayor magnitud al sensible error que tuvo Vigliano.
A lo largo del encuentro, el juez sacó seis tarjetas amarillas y dividió tres por lado. El primero fue Nery Domínguez, quien jugó prácticamente todo el partido amonestado ya que quedó condicionado a los 12 minutos de juego. Un detalle no menor: Domínguez pudo haber visto la segunda tarjeta por una falta pocos minutos antes del penal en cuestión. En la Academia, además, fueron sancionados con tarjeta Aníbal Moreno y Juan Cáceres. Por el lado del Rojo, fueron amonestados Fabricio Bustos, Juan Pacchini y Lucas Rodríguez todos en la segunda etapa. También el juez le habría mostrado la tarjeta a Juan Manuel Insaurralde al finalizar el duelo por protestar, aunque eso se conocerá en detalle una vez que salga el informe.
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