Hernán Montenegro se convirtió en viral en este 2021. Gracias a su incorporación al elenco del reality de cocina MasterChef Celebrity, el ex basquetbolista de las mil vidas volvió a ser parte de la escena mediática con sus historias y su particular forma de contarlas. Pero, más allá de que ahora el bahiense está mostrando sus dotes para armar platos exóticos, el Loco es un hombre que supo tocar la cima de su deporte y también sucumbió ante las peores adicciones.
Como él mismo se lo contó a Infobae, mantiene una lucha constante contra las drogas y la depresión. Y en esa parada del camino de la vida es donde Montenegro y Maradona se detuvieron, cada uno en su propia estación. En su momento, el gigante de 2.06 metros fue apuntado como el primer basquetbolista argentino con proyección para desembarcar en el mundo de la NBA.
León Najnudel, el histórico entrenador que fue el creador de lo que hoy conocemos como la Liga Nacional de Básquet, se lo llevó a España a sus jóvenes 17 años. Y fue ahí donde el Loco comenzó con sus problemas con las adicciones. “Ese fue el peor momento de mi vida. Fui a buscar un mundo y me encontré con otro mundo. Pero me lo encontré yo porque lo busqué. Yo soy el puto amo de mi vida, que quede claro. Lo que fue bien, estuvo bien y lo hice yo. Lo que estuvo mal lo hice yo. No tengo excusas. Víctima de nada. Eso a mí me da mucha paz”, le dijo Montenegro a este medio.
Después de su experiencia fallida en los Philadelphia 76ers de la NBA a fines de la década del 90, franquicia que lo eligió en la tercera ronda del Draft pero en la que no llegó a jugar un partido oficial, el Loco tuvo un recordado paso por el básquet italiano y se puso la camiseta de Estudiantes de Bahía blanca hasta que, a principios de 1996, se fue a jugar a la liga profesional de Venezuela. Fue contratado por Los Guaiqueríes, uno de los equipos más populares de la competición.
El 7 de marzo de aquel año, en su primer partido oficial, Montenegro demostró toda su capacidad. Cautivó a los fanáticos, pero poco tiempo después, una noticia sacudió su vida. Luego de un control, el instituto nacional del deporte venezolano confirmó que el argentino había dado positivo en un control de dopaje. “Se encontraron altas dosis de cocaína”, dijo el reporte.
Frente a este escenario, el basquetbolista dejó la Isla Margarita y volvió a su país natal. ¿Qué sucedió cuando su vuelo pisó suelo argentino? “Sentí miedo... Yo tenía ganas de decir la verdad, pero un par de personas me aconsejaron: llegá a la Argentina, hacete el boludo, esperá a ver qué pasa, por ahí no te sancionan. Creo que fue la primera vez que me escondí. ¿Y viste cómo me pagó la vida? Me dieron 18 meses. Por no ser valiente, por no haber bajado del avión y decir: sí, loco, yo me drogué, me la tomé toda”, recordó el Loco hace más de una década en una extensa charla con la revista El Gráfico.
Pero antes que eso ocurriera, Montenegro recibió una llamada que iluminó sus ojos. Un amigo que tenían por entonces en común con Maradona le dijo que el propio Diego iba a llamar. Y así fue. “Yo hace mucho tiempo di un positivo de cocaína en Venezuela. Lo cuento para mostrar cómo era Diego, su esencia, su persona. Y un amigo en común, de Mar del Plata, me llama cuando se entera de la noticia. Que saltó en todo el mundo no porque yo fuera un deportista tan famoso, salta porque era un argentino y fue al toque de lo de Maradona (por el positivo en el Mundial USA 94), entonces lo utilizaron justamente para estigmatizar”, contó el ex jugador de básquet de su gran anécdota con Maradona.
“Conclusión: me llama el amigo de Diego y me dice ‘Te va a llamar Diego, te va a hablar, volvé tranquilo, te va a arreglar para que no tengas quilombo con la prensa… Y de ahí te vas a Devoto’. Si bien con Diego yo me conocía del año 83, fue un gesto que nunca me voy a olvidar. Era una etapa de mi vida en la que estaba consumiendo cocaína, que estaba intentando tapar un vacío que tenía en mi vida con las drogas como tantos malos hábitos que la gente tiene”, siguió en su relato Montenegro, hasta que concluyó su recuerdo con una actitud que tuvo el Diez con él.
“Cuando me estaba yendo, estábamos con Claudia (Villafañe), con las nenas, que todavía eran chiquitas, estuvimos como tres horas charlando, Diego tenía una escalera larga con fotos con las personas que él realmente admiraba. No con todas las que se había sacado porque necesitaba el Muro de los Lamentos…. Y cuando me estoy por ir me dice ‘¿Te puedo pedir un favor? Me puedo sacar una foto con vos’... Ese me puedo sacar una foto con vos demuestra la verdadera esencia de individuo, de ser humano, del resto que tiene hacia el otro. Más allá de la admiración, es como te está mirando, y lo que te está ofreciendo, nace de su corazón”.
La historia marca que, además de aquel encuentro familiar en la famosa residencia que ocupó Maradona en Av. Segurola y Habana, el Loco Montenegro y Diego se juntaron en una habitación de algún hotel y volvieron a estar horas charlando. “Yo fui a la Luna cuando los demás no la veían”, le contó Hernán a Infobae antes de comenzar su ya exitoso paso en la competencia de cocina. Un viaje de ida y vuelta que el histórico número 10 de la Selección también hizo en varias ocasiones de su vida de película.
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