Oscar Ruggeri y Julio César Falcioni coincidieron como futbolistas en Vélez a principios de la década del 90′. Por aquellos tiempos el Cabezón brillaba en la defensa, mientras que el Emperador defendía el arco del Fortín. Las concentraciones fueron el espacio en el que ambos forjaron un vínculo que se consolidó incluso a través de las bromas pesadas que solían hacerse.
“Falcioni me contó que en la concentración de Vélez comían a la carta”, dijo el Chavo Fuks en el marco de un debate n el programa F90 de ESPN. Ante este comentario, Ruggeri intervino exaltado: “Falcioni era el peor de todos. Pedías un helado y te ponía la dentadura agarrada del helado. A mí me tocaba la mesa con él, no sabés lo que era esa mesa...”.
Inmediatamente, al Cabezón le pidieron que diera detalles de aquellas bromas que solía hacer el actual entrenador de Independiente. “Viene el helado y ya me miraban todos. Yo decía ‘Que me miren, yo pedí dos bochas de helado’. Y en la bocha de arriba estaba la dentadura agarrada. ¡Era la dentadura de Falcioni! Se la di, se la puso otra vez y todos se cag... de risa. Del helado, olvidate”, relató el campeón del mundo del 86′.
Sorprendido, Sebastián Vignolo preguntó: “¿Se quedaba sin los dientes?”. Y Ruggeri asintió e imitó cómo quedaba el rostro del Emperador sin la prótesis. Todos en el estudio explotaron con una carcajada. “Yo cuando lo veo serio, lo llamo...”, finalizó el Cabezón, de 59 años, poniendo en duda esa pose seria que suele tener ante los medios el DT del Rojo, de 64.
Lo que queda claro es que Ruggeri y Falcioni establecieron una amistad que trascendió los límites del campo de juego. En 2016, cuando era entrenador de Banfield, el ex arquero había contado que con el Cabezón y con Ricardo Gareca habían tenido la intención de abrir un negocio juntos. ¿El rubro? un hotel alojamiento.
“Ga-Ru-Fa iba a ser una empresa donde los involucrados íbamos a ser Gareca, Ruggeri y yo. Íbamos a poner unos albergues transitorios, unos hoteles alojamientos”, sorprendió Falcioni en una entrevista que dio a TyC Sports hace unos cinco años. “Teníamos que comprar uno, tirarlo abajo, construir, la habilitación… Era complicado y costoso. Queríamos hacer algo diferente, vip. Como los arquitectos nos decían que todo lo que queríamos hacer salía el mismo precio, desconfiamos. Era mucha la plata”, finalizó.
Ese emprendimiento no prosperó y todos siguieron sus carreras por distintos lados: Falcioni y Gareca como entrenadores y Ruggeri como panelista en medios de comunicación.
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