Giro inesperado en el caso Santiago Silva: se presentó ante el Tribunal de Disciplina de la AFA y pidió ser habilitado

El delantero uruguayo, de 40 años, sufrió una sanción de dos años de suspensión por haber dado positivo testosterona en un control antidoping: estaba haciendo un tratamiento para ser papá. La increíble historia de su peregrinaje tras la pena impuesta por un Tribunal ad hoc

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Santiago Silva, con la de
Santiago Silva, con la de Argentinos Juniors y celebrando uno de sus últimos goles antes de la suspensión (Fotobaires)

Santiago Silva dio hoy un paso clave en pos de terminar con la pesadilla que vive. Esa que empezó sin que él lo supiera en abril del 2019 y que le significó un doping positivo que se hizo público en agosto de ese año. El delantero convive con una suspensión de dos años luego de que le detectaran altos niveles de testosterona durante un control tras un duelo ante Newell’s cuando todavía vestía la camiseta de Gimnasia de La Plata. Esta vez, se presentó junto su abogado ante el Tribunal de Disciplina de la AFA para acercar la documentación de su caso y solicitar su intervención.

Silva, de 40 años, había acreditado que el caso positivo estaba asociado al tratamiento de fertilidad que había iniciado durante febrero del 2019 para poder ser padre. “No te lo voy a negar. Cuando me notificaron esto me pasaron un montón de cosas por la cabeza. Soy un tipo grande. Con 22 años de trayectoria. Si bien no pensaba en retirarme, esto que me pasó es un balde de agua fría. Jamás tuve necesidad de sacar ventaja de mis compañeros. Son 22 años que vengo jugando profesionalmente. Fueron momentos duros. Esto no me pasó a mí solo. Le pegó a mi familia. A mi esposa, a mis hijos. Hemos tenido momentos duros”, le contó a Infobae en las últimas horas.

El control antidopaje se había realizado en abril del 2019 cuando estaba en el plantel de Gimnasia La Plata, pero la noticia de la suspensión le había llegado en agosto cuando ya era parte de Argentinos Juniors; es decir, fuera del plazo de tres meses que indica la Ley para asentar la denuncia. La determinación fue tomada por un Tribunal “ad hoc” constituido para el momento, luego de que en 2018, por decisión del poder ejecutivo nacional, la potestad de las sanciones relacionadas al dopaje en el fútbol dejó de estar bajo la órbita de la AFA (los controles están a cargo de la Comisión Nacional Antidopaje). El doping por testosterona contemplaba una suspensión de entre tres meses y dos años. El Tanque recibió la máxima pena por parte del Tribunal, a pesar de que no era reincidente.

En consecuencia, concurrió a la Justicia. Y el juez en lo contencioso administrativo Santiago Carrillo emitió una medida cautelar que le permitió al atacante continuar jugando con la camiseta del Bicho. En el medio, quienes patrocinan al delantero pidieron una revisión y la contraprueba quedó envuelta en un halo de dudas. Según altas fuentes de la AFA, el frasco habría perdido la cadena de frío necesaria en el camino.

Sin embargo, tras el parate por la pandemia, y a días del reinicio de la acción en el fútbol argentino, el juez dejó caer la cautelar, hecho que quedó registrado y Silva empezó a cumplir una suspensión de dos años. Y comenzó su peregrinar para probar su inocencia y poder volver a ejercer su derecho al trabajo, con el agravante de que, a los 40 años, el reloj biológico acorta sus tiempos en el deporte profesional.

La causa “Silva” pasó por las manos de dos jueces y seis camaristas, sin resolución. Cansado del retardo de justicia (que a esta altura se asemeja a la injusticia), el delantero se hizo presente en la sede de la AFA en la calle Viamonte junto a su letrado. En total, pasaron 374 días desde su última presentación oficial: fue titular en el 1-0 sobre Lanús por la primera fecha de la Copa de la Superliga que finalmente no se continuó por la pandemia. Además, acumula 404 días sin poder celebrar un gol, ya que su último grito había sido en febrero del 2020 en un 2-0 sobre Atlético Tucumán.

La controvertida decisión del Tribunal
La controvertida decisión del Tribunal Antidopaje, que Silva busca revertir en el Tribunal de disciplina de la AFA

Siguiendo la lógica de la sanción, dado que el partido por el que fue penado se disputó en abril de 2019, Silva debería poder volver a jugar en abril de 2021, extinguidos los dos años de suspensión. Sin embargo, la sentencia, firmada por los tres integrantes del Tribunal Nacional Disciplinario Antidopaje (que dado su carácter Ad hoc, ya quedó disuelto), el uruguayo no puede jugar hasta el 11 de diciembre de este año...

“Agradecer a Dios primero y después darle un abrazo a mi señora. Un fuerte abrazo. ¡Y a demostrar! Y hacer un gol: ahí puedo desahogarme. Te podrás imaginar, eso va a ser un desahogo de mucho tiempo. Pasó bastante tiempo. Cuando entre a una cancha voy a estar muy emocionado. Me voy a emocionar... Soy bastante duro pero tampoco soy una piedra. Voy a agradecer, como agradecía cada vez que entraba a una cancha desde cierta edad. Agradecía todos los partidos que me tocaba vivir dentro de una cancha. Y disfrutarlo porque soy un privilegiado”, le confesó Silva a este medio cómo imagina la escena de su regreso a las canchas, tras tantos meses de padecimiento. Para ello, acudió al Tribunal de Disciplina de la AFA (que desde 1979 y hasta 2018 tenía a su cargo las sanciones relacionadas al doping), que lo recibió y definirá si interviene y le vuelve a abrir las puertas del vestuario.

Si regresa a la acción, ¿será en Atlanta, donde dirige su amigo y ex compañero Walter Erviti?

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